La respuesta de Fomento

El plan de privatización del control aéreo se inicia en 13 aeropuertos

La torre de control del aeropuerto de Sabadell, una de las que serán privatizadas a lo largo del próximo año.

La torre de control del aeropuerto de Sabadell, una de las que serán privatizadas a lo largo del próximo año.

PATRICIA MARTÍN
MADRID

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El Ministerio de Fomento dio ayer un nuevo paso en su lucha para rebajar el sueldo y las preeminentes condiciones laborales de los controladores aéreos. El Boletín Oficial del Estado publicó la orden ministerial que designa las 13 primeras torres de control que privatizará con el fin de «mejorar la calidad del servicio, la puntualidad y la eficiencia económica» y bajar un 15% las tasas de navegación -hasta ahora las más altas de Europa-, según manifestó el ministro José Blanco. En el plazo de un año y por primera vez en España, las torres de los aeropuertos de Alicante, Valencia, Sabadell, Ibiza, Jerez, Sevilla, Melilla, Lanzarote, Fuenteventura, La Palma, A Coruña, Vigo, y Cuatro Vientos (Madrid) estarán gestionadas por empresas privadas.

En estos centros trabajan 190 controladores con un sueldo medio anual de 200.000 euros brutos, a los que el gestor de los aeropuertos AENA ofrece tres posibilidades: aceptar el puesto que les ofrezca la empresa que gestione la torre, quedarse en AENA aunque esto suponga cambiar de centro de trabajo o rescindir el contrato con la indemnización correspondiente. Es difícil saber qué harán los controladores afectados, aunque fuentes de AENA calculan que hasta ocho de los técnicos pueden acogerse a la rescisión, debido a que tienen una edad elevada, y que en un porcentaje pequeño se irán a las nuevas empresas gestoras para no ser trasladados de ciudad, aunque esto suponga una rebaja considerable de su salario, que puede verse reducido a la mitad. Por ejemplo, en las torres privadas del Reino Unido los controladores cobran unos 110.000 euros, y en Francia, unos 90.000.

AHORRO PROGRESIVO / No obstante, buena parte de estos 190 técnicos seguirán trabajando en AENA, por lo que Fomento no se ahorrará su masa salarial, que asciende a 38 millones de euros, de golpe sino progresivamente. La privatización de las torres solo es un capítulo más en la guerra que el Gobierno mantiene con un colectivo de 2.200 personas que mediante una huelga encubierta sin precedentes logró paralizar el espacio aéreo español durante casi 24 horas en el inicio del pasado puente de la Constitución.

El presidente de AENA, Juan Ignacio Lema, se reunió el martes con los dirigentes de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) para darles detalles del proceso y asegurarles que los trabajadores no perderán su empleo. Según fuentes de Fomento, el sindicato ha manifestado que los técnicos van a constituir una empresa para presentarse al concurso, que podría unirse a las otras seis compañías españolas que ya han manifestado su interés por participar en él.

LA CONTRATACIÓN / Fomento prevé que el licitador seleccionado contrate los controladores de las nuevas remesas que se están formando con las reglas del juego que entraron en vigor en verano. AENA ya no paga su formación, sino que los propios alumnos tienen que costeársela. Además, los nuevos gestores podrán acudir al mercado extranjero e incluso a los controladores militares.

El Gobierno ha seleccionado las primeras 13 torres teniendo en cuenta la complejidad de la instalación y el volumen de tráfico, excluyendo aquellos centros que prestan el control de aproximación, los gestionados por Defensa y los designados para el denominado servicio AFIS, un sistema informático que sustituye a los controladores en aeropuertos con poco tránsito, como los de El Hierro y La Gomera.

El proceso de licitación se realizará agrupando las torres de control en tres lotes: Alicante, Valencia, Ibiza y Sabadell, por un lado; Sevilla, Jerez, Vigo, A Coruña, Melilla y Cuatro Vientos, por otro; y Lanzarote, Fuenteventura y La Palma, en el tercero. En total el proceso durará como mucho un año.

LA SEGURIDAD / Fuentes de AENA -que hablan de liberalización y no de privatización porque el gestor público controlará la calidad del servicio- subrayan que lo prioritario es mantener la seguridad, por lo que el gestor no cederá el control hasta que los nuevos técnicos estén completamente habilitados. Precisamente este aspecto es el que más preocupa a la USCA, según manifestó su portavoz en Catalunya, Helena Moreno, quien afirmó que al Gobierno solo parece interesarle «sacar beneficio a costa de rebajar la calidad en el servicio».

A partir del 2012, Fomento privatizará el resto de las torres. AENA mantendrá los centros en los que se efectúa el control de aproximación de los aviones, un trabajo más complejo que el que se desarrolla en las torres.