Entrevista

Blanca Suárez y Manu Ríos ('Respira'): "Estar en el hospital tantas horas justifica esos roces y esas descargas de amor"

En el drama hospitalario de Netflix dan vida a una doctora fría y un residente honesto que ven cómo su relación física da paso a algo más

Combo de los actores Blanca Suárez y Manu Rios

Combo de los actores Blanca Suárez y Manu Rios / EPC

Inés Álvarez

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Son Jessica, la cirujana que no se deja llevar por los sentimientos, y Biel, un residente joven, pero muy sensato, en el drama hospitalario ‘Respira’, que acaba de estrenar Netflix, que, sin quererlo, ven cómo una relación puramente física puede ir a más. A Blanca Suárez (Madrid, 1988), una habitual en la ficción española, la conocimos en series juveniles como ‘El internado’ y ‘El barco’ y, a partir de entonces, además de trabajar en el cine con Imanol Uribe, José Luis Cuerda, Álex de la Iglesia y Pedro Almodóvar (con su película ‘La piel que habito, logró un Goya a la major actriz revelación) ha intervenido en ‘Carlos, Rey Emperador’, ‘Lo que escondían sus ojos’ y ‘Las chicas del cable’, entre otras.

Manu Ríos (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 1998), por su parte, es un actor, cantante y modelo que debutó en ‘Chiringuito de Pepe’, pero la fama le llegó con ‘Élite’. Luego vinieron ‘La edad de la ira’ y en ‘El silencio’. Además, es una estrella en las redes, con más de 10 millones de seguidores en Instagram. A ver quien lo iguala.

Blanca, Jessica es una chica que sonríe poco. Y más después de la tragedia que sufre muy de cerca y que la deja traumatizada.  

Blanca Suárez (B. S.): Efectivamente, sonríe poco. Y no presta demasiada atención a a los sentimientos, al corazón o a dejarse llevar por lo que se le pueda presentar a la vida. Digamos que ha trazado un plan para su vida professional y lo está cumpliendo. Cumple con los 'timings' que se ha ido proponiendo. Sabe cuál es su meta y la quiere conseguir.

Con frialdad...

 B. S.: Con frialdad y sin pausa. Y en el plano sentimental, cuando el personaje de Manu entra en su vida, digamos que la pone un poquito patas arriba. Porque no estaba en sus planes ir más allá de compartir encuentros puramente físicos. Todo lo que tiene que ver con con sentir cosas más allá de algo pasajero, la descoloca demasiado. Igual que toda la tragedia con la que se topa es algo que, evidentemente, tiene que aprender a gestionar. Pero la gestión de sentimientos no es su fuerte.

 Manu, Biel es el más sensato de todos, pese a ser de los más jóvenes. Está bien que se os muestre no solo por la fiesta y el postureo.

Manu Ríos (M. R.): Siento que tiene tal vocación y tantas ganas de aprender y está tan emocionado de empezar esta aventura... Porque desde pequeño lleva soñando con trabajar cerca del doctor Moa. Es bonito ver sus ganas de hacer el bien. Pero, claro, en una situación como esta no es tan fácil y hay un conflicto muy grande que él tiene de: ¿dónde me posiciono?, ¿qué hago? Hay una contención muy grande de saber el lugar que tiene y hasta dónde puede llegar. Está el adónde quiere llegar versus lo que puede hacer. Pero, sí, yo creo que hay algo muy leal en él, muy honesto... Y sensato, efectivamente.

Ante la huelga, el personal debe tomar postura. Pero Jessica es la novia del director, y Biel, un residente. Se entiende el dilema al que se enfrentan.

 B. S.: Sí, se mezclan varias cosas en el día a día, por generalizar, de un sanitario. No es fácil, son muchas horas, muchas cosas a las que enfrentarse durante una jornada que no tiene las horas, 'normales' en otros sectores. Y digamos que el punto de partida de plantear una huelga sin servicios mínimos es que no se puede más. El detonante es algo tan grave como lo que le pasa al personaje de Rodrigo, por lo que se toma esa decisión, ya que claramente no hay otra forma de hacer que el exterior les escuche.

Surge de la desesperación.

Los seres humanos no solemos hacer mucho caso hasta que las cosas nos afectan en primera persona. Hay pocas personas en el mundo que empaticen tanto con lo que le pasa a los demás que se entreguen en cuerpo y alma a hacer el bien. En general, no lo solemos hacer de una manera tan entregada. Supongo que eso hizo que a los creadores de esta serie se les encendiera la bombilla. Vamos a poner este hipotético caso de: ¿y si los sanitarios van a la huelga sin servicios mínimos? A lo mejor, ahora, como afecta a todo el mundo, sí se nos escucha.

Los jóvenes son los más idealistas, pero también los que tienen los trabajos más precarios y deben renunciar a esos ideales. 

M. R.: Sí. En el caso de Biel… Antes has dicho, Blanca, algo muy bonito: está aún navegando por el mundo y viendo a ver cuál es su  lugar. Y aunque tenga las ideas muy claras, una cosa es tenerlas en la cabeza y otra vivirlas. Está en medio. Siento como que le manipulan todos. Está trabajando con alguien al que lleva admirando desde pequeño, quien le salvó la vida... . Y luego está Jessica, que también le va a decir un poco lo que debe hacer y él se va dejando hasta que llega un momento en el que dice: ya no puedo más, necesito posicionarme en lo que realmente pienso. Pero está aún descubriéndose. Tiene que sacrificar muchas ideas por satisfacer a otros. Hay una indecisión muy grande. Es un conflicto que le causa mucho agobio.

A los médicos se les presenta como superéhores, pero también como personas con sus defectos y debilidades. Jessica y Biel ejemplifican eso de que los médicos utilizan los cuartos de las guardias con 'fines lúdicos'. ¿Creen que se molestarán?

 M. R.:  No estamos planteando una realidad científica, es ficción. No sabemos exactamente qué ocurre en los hospitales. Pero estar en un hospital tantas horas, donde pasan cosas tan graves y donde estás en un nivel de estrés tan alto, horas de guardia de no dormir bien y muchos sacrificios, pues, al final, los sentimientos están a flor de piel. Todo te afecta como mucho más. Y eso justifica esos roces, esas descargas de amor... Todo esto tiene sentido, si lo pienso de una manera lógica, desde la base de que es ficción.

 B. S.: Se cuenta con que los espectadores en general, espero que los sanitarios también, saben que esto es una ficción. No estamos sentando cátedra de que todos los médicos y todas las enfermeras son así. Se han elegido personalidades para cada uno de nuestros personajes y esperamos que en lo realmente importante sí estén de acuerdo. Evidentemente, en una ficción todos nos tomamos licencias.

 M. R.: Para entretener.

Tour por el hospital de la serie 'Respira', de Netflix

Tour por el hospital de la serie 'Respira', de Netflix / EL PERIÓDICO | VÍDEO: EL PERIÓDICO

Lo que sí es muy real es sus maneras de galenos, los protocolos y el lenguaje. Les han asesorado bien.

 M. R.: Sí, , cómo se mueven en el espacio, como les hablan a los pacientes. Lo importante es no perder los nervios ante situaciones tan límite. Mantener la calma y la concentración. Claro, yo, como Manu, en esa situación me pongo nervioso solo de leerlo, pero un médico debe estar lo más sereno posible. Y el resto es toda la terminología tan complicada y difícil, cómo coger los instrumentos, cómo ponerte en el quirófano, dónde poner las manos, qué tocar y qué no tocar…Tiene su misterio.

 B. S.: Es que nosotros de repente somos cirujano, oncólogo.... Como si fuéramos un gran professional, cuando ellos llevan la mitad de su vida estudiando. Nos damos con un canto en los dientes con aprendernos nuestras frases y saber movernos por el quirófano.