Estreno en Apple TV+

'Presunto inocente', antes (película) y ahora (serie): de la ambigüedad a la simplicidad

Jake Gyllenhaal y Renate Reinsve ('La peor persona del mundo') se quedan los antiguos papeles de Harrison Ford y Greta Scacchi en una adaptación demasiado cómoda del best-seller de Scott Turow

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Jake Gyllenhaal (Rusty Sabich) y Renate Reinsve (Carolyn Polhemus) en 'Presunto inocente'

Jake Gyllenhaal (Rusty Sabich) y Renate Reinsve (Carolyn Polhemus) en 'Presunto inocente' / Apple TV+

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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Hoy en día sería bastante imposible, pero en 1990, un 'thriller' judicial con personajes adultos metidos en situaciones adultas acabó haciendo una taquilla de 221 millones de dólares en todo el mundo. De acuerdo, 'Presunto inocente', dirigida por el gran Alan J. Pakula, contaba con claras ventajas: se basaba en un 'best-seller' de Scott Turow y tenía como protagonista a Harrison Ford, una de las estrellas más rentables del Hollywood de las últimas décadas. Pero eran realmente otros tiempos, unos en los que películas así, de género, pero con presupuesto moderado, sin efectos especiales, podían cautivar las atenciones. Qué tiempos.

En 2024 solo existe una opción si quieres rehacer 'Presunto inocente': transformar su historia en una serie, a ser posible de 'streaming', un espacio donde sus temas adultos podrán explorarse con mayor libertad. En la adaptación propuesta por Apple TV+ desde el miércoles, día 12, Jake Gyllenhaal sustituye a Ford como Rusty Sabich, ese fiscal acusado del asesinato de una brillante colega, Carolyn Polhemus, antes interpretado por Greta Scacchi y ahora por Renate Reinsve, sublime protagonista de 'La peor persona del mundo'. Más talentos noruegos: la directora Anne Sewitsky ('Siempre feliz') y el director de fotografía Daniel Voldheim, colaborador de Mike Mills en su corto 'I am easy to find' para el grupo The National. 

Cuando Polhemus aparece asesinada a golpes, Raymond Horgan (el siempre enorme Bill Camp), fiscal del distrito de Chicago, adjudica el caso a Sabich. Aunque le considera su mejor amigo, Horgan no sabe del lío sexual, y quizá no solo sexual, que unió a su subalterno con la reverenciada fiscal. Aquella historia estuvo a punto de cargarse el matrimonio de Rusty con Barbara (Ruth Negga), que decidió callar y quedarse para salvar a la familia, ahora completada por dos hijos (Chase Infiniti y Kingston Rumi Southwick) con suficiente edad para hacer preguntas incómodas.

Al final del primer episodio empiezan a emerger pruebas que convierten al presunto inocente en presunto culpable. Las saca a relucir Tommy Molto, abogado rival de Rusty al que encarna, curiosamente, Peter Sarsgaard, cuñado de Gyllenhaal en la vida real desde hace década y media. O no tan curiosamente: trabajaron juntos por primera vez incluso antes, cuando compartieron el drama sobre la guerra del Golfo 'Jarhead - El infierno espera'.  

Kelley otra vez

La nueva 'Presunto inocente' es creación del prolífico David E. Kelley ('Big little lies'), productor aquí con, entre otros, J. J. Abrams. Si hay un experto en crear 'thrillers' judiciales para televisión, ese es Kelley, abogado antes que guionista clave de 'La ley de Los Ángeles' y, después, autor de la fantasiosa 'Ally McBeal', la bastante realista 'El abogado' y las menos conocidas que las anteriores, pero no menos eficaces, 'Boston legal', 'Harry's law' o 'Goliat'. 

Como en su reciente 'Todo un hombre', Kelley juega aquí con elementos de drama político: la trama de misterio se desarrolla en un primer momento en la vorágine de una campaña electoral. El candidato a fiscal del distrito Nico Della Guardia (O-T Fagbenle, de 'El cuento de la criada') emplea el asesinato de Carolyn para su beneficio propio. Y también como en la citada miniserie de Netflix, Kelley emplea al grandioso actor Bill Camp para sacar brillo a sus exabruptos más ingeniosos. 

Personajes más simpáticos

Las plataformas permiten más libertades, hemos dicho. Tanto a nivel de temas como de lenguaje. Pero crear para Apple TV+ significa dejar a un lado los claros desnudos de 1990 (no la violencia más gráfica) y, al parecer, también algunos atrevimientos a la hora de construir personajes. Gyllenhaal no quiso saber si su personaje era culpable o no, según ha explicado en entrevista con 'The Hollywood Reporter'. Eso le iba a permitir interpretar "variaciones potenciales de lo que podría ser". Pero el Ford original, más seco y frío, alcanzaba un nivel muy superior de ambigüedad. 

Por otro lado, el personaje de Polhemus ha dejado de ser una moderna 'femme fatale'. Ya no parece utilizar su belleza como arma. Su ambición profesional solo es descrita como dañina por su exmarido. Cuando decide cortar lazos con Rusty, no lo hace porque este hombre ya no le sirva, sino por motivos nobles. Todos los personajes son en general más simpáticos, incluyendo al fiscal Horgan, ahora un tipo duro con corazón de oro que, además, se convierte en abogado defensor del protagonista. En el claro intento de buscar las simpatías del espectador, Kelley y equipo se han olvidado de potenciar la capacidad turbadora e incomodidad moral que ayudaron a hacer exitosa la visión de Pakula.