ANÁLISIS

La dimisión del consejero delegado de Netflix: ¿otra señal de tormenta en el 'streaming'?

Hastings deja su puesto y se convierte en presidente ejecutivo en un momento de reajuste económico general que amenaza con limar las mejores rarezas del panorama audiovisual

El número de series guionizadas encargadas por las cadenas y plataformas en Estados Unidos cayó un 24% en la segunda mitad del 2022 en comparación con el mismo periodo de 2021

Reed Hastings, exCEO de Netflix

Reed Hastings, exCEO de Netflix / EL PERIÓDICO

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La noticia ha sido una sorpresa incluso para 'insiders' de la industria audiovisual: Reed Hastings, uno de los fundadores de Netflix en 1997, ha dejado su puesto como co-consejero delegado de la compañía de 'streaming' para convertirse en presidente ejecutivo. Su sustituto será Greg Peters, director de producto desde 2017. En su 'post' de (muy relativa) despedida, Hastings ha citado a Jeff Bezos y Bill Gates como ejemplos de fundadores que cedieron el cargo de consejero delegado en un necesario relevo generacional.

Hastings aprovecha para contar que Bela Bajaria, la que fuera máxima responsable global de televisión, ha sido ascendida a jefa de contenidos, y Scott Stuber, antes jefe global de películas, será ahora presidente de Netflix Film. Desde la compañía parecen presentar estos cambios como parte de un sereno y calculado proceso de sucesión. Solo hacia el final del 'post' de Hastings asoma una referencia al reajuste generalizado (o, dicho de otro modo, apretón de cinturón) al que se está viendo abocado la compañía tras el desplome de suscriptores en el primer trimestre del año pasado. "Empezamos 2023 con ímpetu renovado como compañía y un camino claro para reacelerar nuestro crecimiento", asegura el ejecutivo. 

Tormenta de cancelaciones 

'1899'
cinco semanas en el Top 10 global

Este proceso de depuración no es exclusivo de Netflix. En las últimas semanas hemos asistido a una sorprendente ola de cancelaciones, renovaciones anuladas y extracciones en el universo de HBO Max. El ejemplo más increíble: la serie que fue su buque estrella no hace tanto, 'Westworld', fue cancelada en noviembre y después eliminada del catálogo. Películas ('Batgirl') y temporadas de series ('The Nevers', 'Minx') que habían acabado (o prácticamente) de producirse podían desaparecer para siempre de su agenda de estrenos. Tras la absorción del conglomerado WarnerMedia por parte de Discovery, la plataforma ha visto adelgazar su catálogo de formas frustrantes tanto para creadores como para espectadores. 

Menos series encargadas

recogidos por 'The New York Times'el número de series guionizadas encargadas por las cadenas y plataformas en Estados Unidos cayó un 24% en la segunda mitad del 2022

Para quienes creemos en el arte televisivo, el problema cara al futuro no es tanto el número decreciente de series (en muchos tramos, seguir incluso solo lo esencial se había vuelto una tarea inasumible) como la clase de series que se producen. "La cancelación de '1899' marca el fin de la época rara de Netflix", recordaba Angela Watercutter en una columna para 'Wired'. 'Rara' dicho como cumplido; como sinónimo de insólito, fuera de lo común, incluso extraordinario, con suerte. El problema, el miedo, sería la búsqueda del éxito masivo y rápido, sobre todo rápido, a cualquier precio. 

Suscríbete para seguir leyendo

TEMAS