Psicología

Vergüenza en colectivo LGTBIQ+: ¿por qué es tan recurrente esta emoción y cómo nos afecta?

Las heridas emocionales generan sentimientos intensos

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Ángel Rull

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La vergüenza es una emoción profundamente arraigada en la experiencia humana, capaz de influir en nuestra conducta, percepción de nosotros mismos y en la manera en que interactuamos con el mundo. Este sentimiento, aunque universal, tiene manifestaciones y repercusiones particulares dentro de diversos grupos, siendo especialmente significativo en el colectivo LGTBIQ+.

¿Qué es la vergüenza?

La vergüenza es una emoción compleja que surge como respuesta a la percepción de haber fallado o de no cumplir con las expectativas propias o ajenas. Se caracteriza por un intenso sentimiento de inferioridad, desvalorización y exposición ante los demás. Esta emoción no solo afecta nuestro bienestar emocional, sino que también puede influir en nuestro comportamiento y relaciones interpersonales, llevándonos a evitar situaciones que podrían exponernos a juicio o crítica.

La vergüenza se manifiesta de diversas formas, desde una sensación incómoda en el estómago hasta una profunda humillación. Es importante comprender que todos experimentamos la vergüenza en algún momento de nuestras vidas, y no está necesariamente vinculada a la orientación sexual o identidad de género. Sin embargo, en el colectivo LGTBIQ+, la vergüenza puede ser especialmente prevalente debido a factores externos y la percepción de ser diferentes en una sociedad heteronormativa que a menudo valora la conformidad.

La vergüenza también puede estar relacionada con la internalización de normas culturales y sociales que estigmatizan la diversidad sexual y de género. Las personas del colectivo LGTBIQ+ pueden sentir vergüenza debido a la presión para conformarse a las expectativas heteronormativas y cisnormativas de la sociedad. Esta presión puede llevar a una lucha interna entre la autenticidad y la conformidad, lo que genera un conflicto emocional profundo.

¿En qué se diferencia la vergüenza social de la vergüenza propia de heridas emocionales?

La vergüenza social se refiere al miedo a la desaprobación o al rechazo de nuestro entorno social y cultural. Esta forma de vergüenza puede surgir cuando las personas del colectivo LGTBIQ+ se sienten juzgadas o excluidas debido a su orientación sexual o identidad de género. Es importante destacar que la vergüenza social no es intrínseca a la identidad de estas personas, sino que es impuesta por normas sociales que a menudo perpetúan la discriminación.

La vergüenza de heridas emocionales personales, por otro lado, proviene de experiencias traumáticas o de situaciones que han afectado la autoestima y el sentido de valía personal. Algunas personas del colectivo LGTBIQ+ pueden haber experimentado el rechazo de seres queridos, acoso o violencia debido a su identidad, lo que puede dejar cicatrices emocionales profundas. Esta forma de vergüenza puede requerir un proceso de sanación personal y apoyo psicológico para superar el impacto de estas experiencias dolorosas.

Es importante reconocer que la vergüenza, ya sea social o derivada de heridas emocionales, puede ser una carga emocional significativa para las personas del colectivo LGTBIQ+. No obstante, es esencial comprender que la vergüenza no es una emoción inherente a su identidad, sino un producto de la discriminación y las expectativas irracionales impuestas por la sociedad.

¿Por qué es tan recurrente la vergüenza en el colectivo LGTBIQ+?

La vergüenza es particularmente recurrente en el colectivo LGTBIQ+ debido a múltiples factores. Uno de los principales es el estigma y la discriminación que siguen siendo prevalentes en muchas sociedades. Este rechazo social no solo proviene de desconocidos, sino que, en ocasiones, también puede emanar de la familia y amigos, incrementando el impacto emocional. Además, la internalización de mensajes negativos sobre la diversidad sexual y de género puede llevar a conflictos internos de autoaceptación, generando una vergüenza profunda sobre quiénes son realmente.

Otro factor relevante es la representación mediática y cultural, que a menudo perpetúa estereotipos y prejuicios, reforzando la idea de que ser parte del colectivo LGTBIQ+ es algo indeseable o anormal. Esta constante exposición a mensajes negativos puede erosionar la autoestima y fomentar sentimientos de vergüenza y aislamiento. Las personas del colectivo LGTBIQ+ pueden sentir que no encajan en la imagen que la sociedad espera de ellas, lo que intensifica su vergüenza.

La falta de educación y comprensión sobre las experiencias de las personas LGTBIQ+ también contribuye a la vergüenza. Muchas personas no están familiarizadas con los problemas a los que se enfrenta este colectivo, lo que puede llevar a la invalidación de sus experiencias y emociones. Esta falta de apoyo y comprensión puede exacerbar la vergüenza que sienten las personas LGTBIQ+.

¿Cómo afecta la vergüenza al colectivo LGTBIQ+?

La vergüenza tiene múltiples repercusiones en el bienestar emocional y físico de las personas del colectivo LGTBIQ+. A nivel emocional, puede provocar ansiedad, depresión, baja autoestima y sentimientos de aislamiento. Estos estados emocionales negativos, a su vez, pueden afectar la capacidad de las personas para formar relaciones saludables, tanto platónicas como románticas, limitando su capacidad para buscar y recibir apoyo en momentos de necesidad.

En el ámbito social, la vergüenza puede llevar a las personas a ocultar su identidad, restringiendo su expresión auténtica y limitando su participación en la comunidad. Este ocultamiento no solo es perjudicial para el individuo, sino que también contribuye a perpetuar el ciclo de estigma y discriminación al no desafiar las normas y expectativas sociales. El temor a la revelación de la identidad LGTBIQ+ puede llevar a la negación y al aislamiento, lo que, a su vez, puede aumentar la sensación de vergüenza.

A nivel conductual, la vergüenza puede manifestarse en formas de autoprotección que, aunque comprensibles, pueden ser contraproducentes. Por ejemplo, algunas personas pueden evitar participar en eventos sociales o expresar su identidad de género por miedo al juicio o la crítica. Esto limita su capacidad para conectarse con otros miembros de la comunidad y buscar apoyo en momentos de necesidad. También puede llevar a la adopción de comportamientos de riesgo como mecanismos de escape de la vergüenza, como el abuso de sustancias o la participación en relaciones dañinas.

Es crucial reconocer que, si bien la vergüenza es una emoción común dentro del colectivo LGTBIQ+, no es intrínseca a la identidad de las personas y puede ser abordada con el apoyo adecuado de amigos, familiares y profesionales de la salud mental. El camino hacia la aceptación y la superación de la vergüenza es único para cada individuo, pero la comprensión y el respeto son fundamentales para crear un entorno más inclusivo y acogedor para todos. La lucha contra la vergüenza en el colectivo LGTBIQ+ es un esfuerzo colectivo que requiere empatía, educación y la promoción de la igualdad y el respeto.

* Ángel Rull, psicólogo.