Psicología

"Me hablo fatal": ¿por qué es tan importante que nos hablemos con respeto?

El autodiálogo marca cómo es nuestra valoración personal

Persona enfadada sola

Persona enfadada sola / 123RF

Ángel Rull

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La forma en que nos hablamos a nosotros mismos, conocida como diálogo interno, juega un papel fundamental en nuestra salud mental y bienestar emocional. A menudo subestimado, este diálogo interno influye en nuestra autoimagen, autoestima y la percepción que tenemos de nuestras capacidades. Cuando nos hablamos de manera negativa o crítica, erosionamos nuestra confianza y limitamos nuestro potencial. Pero ¿no sería mejor hablarse con respeto?

¿Qué podemos considerar como hablarnos mal?

El hablarnos mal abarca cualquier tipo de autocrítica excesiva, autodesprecio o lenguaje despectivo que dirigimos hacia nosotros mismos. Esto puede manifestarse en forma de pensamientos negativos recurrentes como "soy un fracaso", "nunca hago nada bien" o "soy inútil". Incluso puede incluir comparaciones destructivas con otros, generando sentimientos de envidia y amargura. Estos patrones de autodiscurso pueden ser dañinos y debilitantes con el tiempo.

Un truco que nos ayuda a saber si realmente nos estamos hablando mal es preguntarnos si, de ser otra persona quien nos hablase así, ¿lo permitiríamos? Esto ayuda a despejar todas las dudas.

¿Cómo afecta a una persona hablarse mal?

El lenguaje que utilizamos para hablar de nosotros mismos tiene un impacto profundo en nuestra psicología y comportamiento. Si nos hablamos mal de manera constante, creamos un ambiente interno de negatividad que aumenta el estrés, la ansiedad y la depresión. Nuestro cerebro tiende a internalizar estos mensajes y a creerlos como verdades absolutas. Como resultado, nuestra autoestima se resiente y comenzamos a evitar situaciones que consideramos desafiantes debido al temor al fracaso.

El hablarnos mal también puede afectar nuestras relaciones interpersonales. Si nos vemos a nosotros mismos de manera negativa, es más probable que proyectemos esas inseguridades en nuestras interacciones con los demás. Esto puede resultar en dificultades para establecer conexiones genuinas y mantener relaciones saludables.

¿Por qué nos hablamos mal?

El origen de hablar mal de nosotros mismos a menudo se encuentra en experiencias pasadas, críticas recibidas durante la infancia o incluso estándares sociales poco realistas. Nuestro entorno y las expectativas impuestas por la sociedad pueden influir en cómo nos percibimos. Además, factores como el perfeccionismo y la autocomparación constante también alimentan un diálogo interno negativo.

La evolución también puede haber desempeñado un papel en esta tendencia. El cerebro humano está diseñado para enfocarse en amenazas potenciales para asegurar la supervivencia. Sin embargo, en el contexto actual, esta propensión puede llevar a un enfoque excesivo en nuestras debilidades y fracasos, lo que a su vez alimenta el hablarnos mal.

¿Por qué deberíamos hablarnos con respeto?

Hablarnos con respeto, de forma real y constante, es algo que pocas personas saben llevar a cabo. Sin embargo, de la misma manera que aprendimos a hablarnos mal, también podemos desaprender.

¿Qué razones tenemos para deber hablarnos con más respeto?

1. Mejora de la autoestima y la confianza

Cuando nos hablamos con respeto, reforzamos una imagen positiva de nosotros mismos. Reconocer nuestros logros y cualidades fortalece la autoestima y nos brinda la confianza necesaria para enfrentar desafíos.

2. Reducción del estrés y la ansiedad

El diálogo interno negativo contribuye al estrés y la ansiedad. Al hablar con respeto, podemos cambiar nuestra perspectiva y manejar mejor las situaciones estresantes.

3. Fomento de la resiliencia

Un diálogo interno positivo nos ayuda a desarrollar resiliencia. En lugar de derrumbarnos ante las dificultades, nos anima a ver los contratiempos como oportunidades de crecimiento.

4. Mejora del bienestar emocional

Hablarnos con respeto fomenta emociones positivas y reduce las negativas. Esto contribuye a una mayor satisfacción con la vida y una mentalidad más optimista.

5. Facilitación de la autorreflexión constructiva

Un diálogo interno respetuoso nos permite autorreflexionar de manera constructiva. En lugar de culparnos, buscamos soluciones y formas de mejorar.

6. Promoción de relaciones saludables

Cuando nos tratamos con respeto, establecemos un estándar para cómo deseamos ser tratados por los demás. Esto conduce a relaciones interpersonales más saludables y equitativas.

7. Estímulo de la motivación

Un diálogo interno positivo nos motiva a perseguir nuestros objetivos. Nos impulsa a esforzarnos y persistir, incluso cuando enfrentamos obstáculos.

La forma en que nos hablamos a nosotros mismos tiene un impacto duradero en nuestra vida. El hablarnos mal nos limita y nos impide alcanzar nuestro potencial completo. Reconocer la importancia de un diálogo interno respetuoso es el primer paso hacia la transformación personal. Al cultivar un diálogo interno positivo, podemos mejorar nuestra autoestima, reducir el estrés, fortalecer nuestras relaciones y vivir una vida más plena y satisfactoria. Recordemos que merecemos hablarnos con el mismo respeto y amabilidad que extendemos a los demás.

* Ángel Rull, psicólogo.