Psicología

¿Hay diferentes tipos de celos? Estos son los principales

Determinadas emociones negativas generan los diferentes tipos de celos

Dos personas discutiendo por celos

Dos personas discutiendo por celos / 123RF

Ángel Rull

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Los celos son una emoción compleja y poderosa que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Esta emoción puede surgir en diversas situaciones y relaciones, como en la amistad, en la familia y, especialmente, en las relaciones románticas. Los celos pueden ser considerados normales hasta cierto punto, aunque no siempre puede indicar que valoramos a alguien o algo importante para nosotros. Sin embargo, cuando los celos se vuelven excesivos y descontrolados, pueden generar conflictos y consecuencias negativas tanto para la persona que los experimenta como para la relación en general.

¿Qué son los celos?

Son una emoción que surge como respuesta a la percepción de una amenaza hacia algo o alguien que consideramos propio o valioso. Esta amenaza puede ser real o imaginada, y los celos pueden manifestarse de diferentes maneras, desde un leve malestar hasta una intensa angustia emocional. Cuando una persona experimenta celos, suele sentir inseguridad, miedo a perder el afecto o la atención del otro, y puede desarrollar una obsesión por vigilar o controlar a la persona objeto de los celos.

Pueden surgir en diversas situaciones. Por ejemplo, en una relación de pareja, pueden manifestarse ante la presencia de una tercera persona que pueda amenazar la exclusividad de la relación. También pueden surgir en contextos sociales, cuando una persona siente que está siendo dejada de lado o excluida por otros. Los celos también pueden estar vinculados a la comparación con otras personas, ya sea en términos de aspecto físico, logros profesionales o habilidades sociales.

¿Cuál es el origen de nuestros celos?

Su origen puede ser multifactorial y estar relacionado con diversos aspectos psicológicos y sociales. En muchos casos, los celos pueden tener raíces en experiencias pasadas, como traumas emocionales o situaciones de abandono en la infancia. La falta de seguridad emocional en la niñez puede llevar a una mayor susceptibilidad a los celos en la vida adulta, ya que la persona puede sentirse más amenazada por la posibilidad de ser abandonada o reemplazada.

Asimismo, los celos pueden estar influenciados por la cultura y las normas sociales. En algunas sociedades, se fomenta la idea de que son una muestra de amor o de cuidado hacia la pareja, lo que puede llevar a que algunas personas justifiquen o normalicen comportamientos celosos. Además, los mensajes mediáticos y las representaciones culturales del amor y la pareja pueden influir en cómo percibimos y experimentamos los celos.

También pueden ser resultado de problemas de autoestima y de inseguridad personal. Cuando una persona no se siente digna de amor o afecto, puede ser más propensa a interpretar situaciones de manera negativa y sentir que está en constante competencia con otros por la atención y el cariño de su pareja o amigos.

Consecuencias de sufrir celos

Pueden tener un impacto significativo tanto en el individuo que los experimenta como en la relación de pareja. A nivel personal, los celos excesivos pueden generar una gran angustia emocional, ansiedad y malestar constante. La persona puede volverse obsesiva, buscando constantemente pruebas de la infidelidad o de la falta de interés de su pareja. Esto puede llevar a un círculo vicioso de pensamientos negativos y comportamientos controladores que afectan negativamente la autoestima y la salud mental de la persona.

Además, pueden generar problemas de comunicación y confianza en la pareja. El miembro de la pareja que es objeto de los celos puede sentirse invadido y controlado, lo que puede llevar a conflictos y distanciamiento emocional. La falta de confianza mutua puede debilitar la conexión emocional y afectiva entre ambos, y la relación puede entrar en una espiral de desconfianza y resentimiento.

En casos extremos, los celos patológicos pueden conducir a conductas violentas o abusivas, tanto físicas como emocionales, lo que representa un grave riesgo para la seguridad y el bienestar de ambas personas involucradas.

Tipos de celos

Forman parte del abanico de emociones y, aunque sea natural sentirlos, no quiere decir que sean buenos. Como hemos visto, tienen un origen en uno mismo, pero es proyectado sobre la otra persona. Además, dependen del tipo de celos que estemos sintiendo.

¿Cuáles son los principales tipos de celos?

1. Celos románticos

Son los más comunes y se dan en relaciones de pareja. Surge cuando una persona siente que su pareja puede tener un interés o una conexión emocional con otra persona, lo que amenaza la exclusividad y la estabilidad de la relación.

2. Celos entre amigos

Ocurren cuando una persona siente que está siendo reemplazada o dejada de lado por un amigo cercano que ha establecido nuevas relaciones o ha encontrado nuevos intereses.

3. Celos fraternos

Surgen en el contexto de la familia, especialmente entre hermanos, cuando uno siente que está recibiendo menos atención o reconocimiento que el otro.

4. Celos profesionales

Se relacionan con la competencia laboral y la comparación con colegas. Una persona puede sentir envidia o inseguridad ante el éxito o el reconocimiento que recibe un compañero de trabajo.

5. Celos por posesiones materiales

Se manifiestan cuando una persona siente envidia o deseo por las pertenencias de otros, como bienes materiales, dinero o logros materiales.

6. Celos en redes sociales

Están vinculados a la exposición pública de las relaciones y la vida personal en las redes sociales. Una persona puede sentirse celosa al ver a su pareja interactuando con otras personas en línea o al comparar su vida con la de otros a través de estas plataformas.

Los celos son una emoción natural y común, pero también pueden ser una fuente de conflicto y malestar significativo en nuestras relaciones y en nuestra vida en general. Es esencial reconocer y comprender los diferentes tipos de celos para poder abordarlos de manera constructiva y saludable.

Es importante recordar que los celos excesivos pueden ser indicadores de problemas subyacentes, como inseguridad personal o traumas emocionales no resueltos. Buscar apoyo psicológico puede ser de gran ayuda para abordar estas cuestiones y aprender a gestionar los celos de manera más saludable.

Además, es fundamental fomentar una comunicación abierta y honesta en nuestras relaciones, así como promover la confianza mutua. Trabajar juntos para fortalecer la seguridad emocional y la conexión afectiva puede ayudar a construir relaciones más sólidas y satisfactorias, donde los celos tengan menos espacio para prosperar.

Como vemos, reconocer y enfrentar los celos nos brinda la oportunidad de crecer como individuos y mejorar nuestras relaciones con los demás, promoviendo un entorno de respeto, comprensión y amor sano.

* Ángel Rull, psicólogo.