Sacerdote en Taiwán

El Arzobispado de Barcelona aparta a un cura denunciado por abusos sexuales en los años 80 en Santa Coloma

El hombre era uno de los miembros de la Casa de Santiago, que abusó de numerosos jóvenes durante tres décadas

La Iglesia costeará las indemnizaciones a las víctimas de la pederastia si las diócesis rechazan pagarlas

La catedral de Barcelona, sede del Arzobispado de Barcelona

La catedral de Barcelona, sede del Arzobispado de Barcelona / Marc Asensio

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El Arzobispado de Barcelona ha apartado a un cura por los supuestos abusos sexuales que realizó en una parroquia de Santa Coloma de Gramenet durante los años 80. Según ha avanzado el diario 'Ara' y ha confirmado la Agència Catalana de Notícies (ACN), cuando tuvo conocimiento de los hechos, el arzobispado abrió un expediente al rector de la parroquia de Sant Martí del Clot de Barcelona y, después de recoger el testimonio de una de las víctimas y comprobar los archivos que tenía sobre el caso, ha decidido actuar en consecuencia.

El padre Josep Santacana era uno de los miembros de la Casa de Santiago, un instituto eclesiástico para fomentar las vocaciones sacerdotales tardías, fundado en 1966, y que acabó convirtiéndose en una secta en que se produjeron diferentes casos de abusos sexuales.

Santacana no podrá ejercer en la capital catalana, aunque el cura se incardinó como sacerdote en Taiwán. Por eso, el Arzobispado de Barcelona enviará el informe que ha realizado a la diócesis asiática y también a la Conferencia Episcopal Tarraconense, para que puedan actuar y evitar, si así lo consideran, que el religioso pueda ejercer en otras parroquias fuera de Barcelona. Una de las peticiones que la persona afectada hizo al Servicio de Atención a las Víctimas era que el sacerdote no pudiera ejercer en la diócesis barcelonesa, una decisión que finalmente se ha producido.

El caso de Santacana, como el del resto de sacerdotes implicados en el escándalo de la Casa de Santiago, se produjo durante la década de los 80 y se silenció durante más de treinta años a pesar de haberse investigado internamente por parte de un fiscal eclesiástico. Fuentes diocesanas señalan que el motivo por el cual no se pudo actuar entonces es que Santacana era laico, llevaba un grupo de confirmación y se estaba preparando para hacerse sacerdote.

El código canónico de aquella época no prefijaba ninguna medida contra los miembros de la Iglesia laicos que fueran denunciados por abusos sexuales. Cuando el caso estalló por las quejas de una familia, simplemente se le echó de la parroquia de Santa Coloma de Gramenet donde colaboraba y pudo rehacer su vida, primero como estudiante en Salamanca y después haciéndose sacerdote en Taiwán, donde residió hasta hace muy poco, cuando decidió volver a Catalunya.

Santacana fundó la 'caseta' de Sant Francesc y Santa Clara, donde criticaba a los padres de los jóvenes y hubo relaciones sexuales entre los miembros del grupo. Pasó con chicos y chicas que estaban bajo la influencia de un Santacana. Otra de las víctimas, un hombre que entonces no lo vivió como un abuso, explica que tuvo relaciones sexuales con Santacana cuando era menor de edad. A pesar de que solo aparece una denunciante, el caso de Santacana constaba en el informe del fiscal eclesiástico y, además, una mujer lo denunció personalmente al Arzobispado.

En el 2016, se remitió toda la documentación a Roma, pero Santacana pudo volver de Taiwán, adonde se había marchado en 1991, para instalarse nuevamente en Barcelona.