Elecciones municipales

De Albiol en Badalona a Parlon en Santa Coloma: anatomía de las grandes mayorías absolutas catalanas

Badalona, 'territorio Albiol': por qué este 28M convenció a toda la ciudad

Parlon (PSC) revalida su mayoría absoluta y no hay 'efecto Rufián'

El PSC es la formación que más mayorías suma entre las ciudades de más de 20.000 habitantes

Xavier García Albiol (PP), futuro alcalde de Badalona, y Núria Parlon (PSC), alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet.

Xavier García Albiol (PP), futuro alcalde de Badalona, y Núria Parlon (PSC), alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet. / Laura Guerrero / Manu Mitru

Francisco José Moya
Àlex Rebollo
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Ya superada la resaca electoral de las municipales, en la mayoría de grandes ciudades catalanas, quienes aspiran a gobernar se encuentran estos días inmersos en negociaciones que les permitan dirigir sus ciudades con un mayor número de concejales que los grupos de la oposición o bien, ante la imposibilidad de sumar acuerdos, empiezan a resignarse a tener que liderar sus respectivos consistorios con ejecutivos en minoría. Sin embargo, unos pocos elegidos duermen tranquilos desde la misma noche del 28M, cuando el resultado de las urnas les otorgó mayoría absoluta.

De entre las 67 urbes de Catalunya con más de 20.000 habitantes, tan solo en 18 un partido ha logrado sacar más de la mitad de concejales que componen sus respectivos Plenos. El PSC es la formación que más mayorías suma (12), el triple que la siguiente en el ranquin: Junts (4).

Por supuesto, quedan al margen de estas catalogaciones las pequeñas ciudades y pueblos -con lógicas y dinámicas diferentes a las de los grandes municipios-, dado que, por ejemplo, en localidades como la Pobla de Massaluca (con un censo de tan solo 248 personas) o Blancafort (316), un único partido completa todo el Pleno (de 7 concejales); Junts en el caso de la primera y ERC en el de la segunda.

Aunque cada ciudad es un universo aparte, desgranamos algunos de los elementos que comparten los alcaldes y alcaldesas que este 2023 han conseguido mayoría absoluta.

El arraigo metropolitano del PSC

El PSC es el partido, entre los municipios catalanes de más de 20.000 habitantes, que más mayorías absolutas suma. Todas ellas se concentran en la conurbación de Barcelona, donde los socialistas extienden su dominio en la mayoría de urbes. Así, destaca la obtenida por Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, quien ha logrado mantener los 17 -de 27- concejales que ya tenía -la mayoría absoluta se encuentra en 14-.

Ésta es la tercera mayoría absoluta consecutiva de Parlon desde la del 2015, cosechando la mejor cuota de voto socialista (51,34%) -aunque unos cuatro puntos por debajo del histórico resultado de Albiol en Badalona- en todo el área metropolitana.

La periodista de hospitalense Montse Santolino hablaba hace unos días en una tertulia de ‘elCrític’ sobre esta “fuerza incontestable” que el PSC mantiene en buena parte de la región metropolitana y comentaba como el haber mandado desde el fin del franquismo supone que “la democracia local la has construido tu”. La propia Santolino señalaba que los porqués son más y mucho más complejos, pero decía también que esta situación conlleva la ‘marca PSC’ dé “seguridad a la gente”.

Y es que en algunas ciudades metropolitanas como Sant Boi o Esplugues -ambas con mayoría absoluta socialista- el PSC ha ganado en todos y cada uno de los comicios electorales que se han celebrado desde 1979. Un caso similar pasa en Cornellà, donde los socialistas han ganado todas las elecciones desde 1983 y donde Antonio Balmón, el alcalde más longevo del área metropolitana (desde 2004), ha logrado renovar la mayoría absoluta que ya dispuso en el mandato 2019-2023.

Además, también destacan casos como el de Alba Barnusell, Filo Cañete o Belén García, las respectivas alcaldesas de Granollers, Sant Adrià y Sant Joan Despí. Las tres, todas ellas del PSC, accedieron a la alcaldía a medio mandato en sustitución de históricos alcaldes socialistas y han logrado mantener sus mayorías absolutas.

Personalismos

En el caso de las municipales, la importancia del candidato se acentúa respecto a otros tipos de comicios. Muchos votantes no suelen conocer a ningún otro candidato más allá del alcalde o alcaldesa de turno.

"Los gobiernos locales son más particulares que otros poderes: el poder lo tienen los alcaldes. Eso ha derivado en fuertes personalismos, algo en lo que contribuyen los medios de comunicación: si ponemos siempre en el centro al candidato, eso refuerza el personalismo", destaca Roger Barres, investigador del Institut Metrópoli.

Y es que de entre los candidatos que han logrado mayoría absoluta en grandes ciudades de Catalunya, los 18 habían sido ya alcaldes y tan solo dos de ellos no lo eran antes de las elecciones del 28M: Xavier García Albiol (PP; Badalona) y Jordi Masquef (Junts; Figueres), quien tan solo había llegado a ser alcalde por un breve periodo de tiempo -entre 2018 y 2019-.

En este caso, destaca el caso de García Albiol, concejal desde 1991 y quien este 2023 arrasó en Badalona tras ganar en 251 de las 256 mesas electorales. Albiol ha cultivado su imagen pública en la ciudad a lo largo de los últimos años -casi vecino a vecino- acudiendo a eventos deportivos locales, fiestas en los barrios o incluso personándose en edificios donde los vecinos le decían que convivían con una ocupación conflictiva. Todo ello, claro, sin descuidar nunca las redes sociales.

Así, Albiol ha ganado todas las elecciones municipales desde 2011, pero, durante los últimos 12 años, tan solo ha logrado gobernar Badalona cinco y medio. Consciente de que en la ciudad los vecinos lo votan a él y no al partido -en las últimas elecciones catalanas, celebradas en 2021, el PP quedó como séptima fuerza en Badalona, por detrás incluso de Vox y Ciutadans-, García Albiol ha escondido las siglas del PP en cada convocatoria.

Una estrategia repetida, por ejemplo, por Pere Segura (Junts; Vila-seca), Xavier Fonollosa (Junts; Martorell) o el también popular Manu Reyes en Castelldefels, que a punto estuvo de lograr otra mayoría absoluta para el PP en Catalunya este 28M. Albiol y Reyes, dos líderes del PP que también coinciden en haber labrado una cercanía con sus respectivas comunidades en los <strong>mercadillos</strong> de sus ciudades.

Discurso transversal

Más allá de su personalismo, García Albiol también ha modificado su discurso a lo largo de la última década. Lejos quedan ya los mensaje de tinte xenófobo por los que despuntó en 2011 y llegó a ser juzgado por incitación al odio y a la discriminación -y por lo que fue absuelto-. Además, a lo largo de los últimos meses, también dejó su beligerancia contra delincuencia y 'okupaciones' en un segundo plano.

En este caso, García Albiol optó más por venderse como 'voto útil' de la transversalidad para captar tanto voto independentista como de izquierdas, así como entre los jóvenes badalonenses. Algo que explicitó a la perfección con su lema de campaña: 'Badalonisme', un eslogan lejos de las consignas de partido, que apostaba por el municipalismo, y que pintó con los colores de las demás fuerzas políticas que concurrían a las municipales y que hoy aún gobiernan en la cuarta ciudad de Catalunya.

También Parlon se centró en el municipalismo con su lema 'Orgull colomenc!' y apeló a votantes más allá de las izquierdas con, por ejemplo, sus discursos y políticas sobre seguridad y en contra de las okupaciones ilegales.

Así, otro gran caso destacado es el de Xavier Fonollosa en Martorell, quien es el candidato de entre las grandes ciudades catalanas que ha logrado llevarse un mayor porcentaje del Pleno tras sumar 16 de 21 ediles. Fonollosa, de perfil convergente y sin afiliación a Junts, volverá a gobernar con mayoría absoluta, y en una comarca (Baix Llobregat) donde las izquierdas dominan, con un estilo muy personalista basado en la gestión municipal y alejado de fogonazos soberanistas o polémicas identitarias.

Baja participación y 'castigo' a las coaliciones

Carol Galais, Doctora en Ciencias Políticas e investigadora Ramón y Cajal en Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), señala a la alta abstención como otro de los factores que pueden facilitar la consecución de mayorías absolutas. Precisamente, estas elecciones han ido acompañadas de una caída de participación respecto a 2019 a lo largo de Catalunya. Una situación que también se ha reproducido en las grandes urbes donde se han logrado mayorías.

"¿Por qué? la literatura nos dice que baja participación se asocia a continuidad y alta participación se asocia a cambio. Cuando las elecciones están muy participadas significa que están muy competidas, que la gente considera que su voto puede ser decisivo porque no está claro quién podría ganar", dice Galais. "En cambio, si las elecciones no parecen muy competidas porque habrá un claro ganador -porque se percibe que la distancia con el segundo candidato o partido es grande-, ¿quién va a votar? aquellos con una identificación partidista fuerte, que sacan otros réditos de ir a votar, como celebrar su identidad de grupo".

Roger Barres, investigador del Institut Metropoli, añade que "las coaliciones todavía se castigan". "No sé si lleva a lecturas de ‘orden’, pero probablemente sí incide en la concentración del voto como ‘voto útil’. La teoría dice que los indecisos tienden a votar a partidos que pueden ganar, con una lógica incremental", comenta.

Por su parte, Barres también destaca el caso de Badalona: "Tenemos identificado un elemento que no se comenta mucho. Hemos detectado que es un ayuntamiento con déficits importantes de capacidad institucional y administrativa; Badalona suele estar en las últimas posiciones, hay factores de organización interna del Ayuntamiento, con mucha mucha fragmentación, dificultad de prestar servicios… Y eso afecta".

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