Unidos por la danza

La diversidad, la coordinación y la buena sintonía reinaban entre los participantes del espectáculo itinerante de danza Narinant, resultado del proyecto integrador Barris en Dansa, cuyo objetivo es fomentar y reforzar los vínculos entre diferentes barrios y dinamizar la red social de los mismos. El inmenso auditorio del IES Barri Besòs (calle Josep Pla, 40) puso el escenario el pasado viernes 16 de enero y más de 130 personas de distintas edades de los barrios Besòs, La Mina, Les Corts y La Sagrera actuaron, demostrando una gran destreza en sus movimientos y una perfecta sincronización con sus compañeros.

La puesta en escena fue el resultado de un intenso trabajo en equipo que el director de Narinant, Álvaro de la Peña, Premio Ciutat de Barcelona de Dansa 2012, llevó a cabo durante cuatro meses, a razón de dos ensayos por semana. "El único requisito que pedía era compromiso, es decir, asistir a las sesiones. La mayoría lo ha cumplido. También hay gente que se ha apuntado con el proyecto en marcha", detalla de la Peña. Para el bailarín y director, "Narinant es como una confusión fonética, un juego de palabras que viene a significar: ¡Vamos allá! El espectáculo pretende transmitir elementos de la danza como el respeto, la ayuda, escuchar o compartir".

Interacción con el público

Aunque todos eran aficionados, se aprendieron bien cada paso y dieron lo mejor de sí durante más de una hora de actuación. "Esta experiencia demuestra que un grupo de gente muy diversa que incluye niños, gente mayor y personas con alguna discapacidad puede hacer un proyecto en común para comunicar y transmitir emoción", explica Héctor Bujía, uno de los participantes del Besòs. "Ha sido fabuloso, llega al alma y te lo pasas muy bien. Todos nos hemos hermanado a la perfección", añade otra de las intérpretes, Pilar Bertral.

Antes de empezar, algunos participantes interactuaron con el público mediante diversas experiencias sensoriales, como oler la flor de un naranjo o dejarse llevar por el ruido de unos cascabeles mientras mantenían los ojos cerrados.

Tras esta toma de contacto, el espectáculo comenzó al ritmo de unas guitarras y varios tambores africanos mientras un artista vecino del barrio pintaba en directo un cuadro que se subastó al final de la sesión y cuyos beneficios se destinaron a Aprodisa, una asociación de discapacitados psíquicos del barrio del Besòs.

Los artistas también quisieron manifestar su desacuerdo con la difícil situación actual.  Así, la crisis y el paro también estuvieron presentes en el espectáculo, que obtuvo, el aplauso del público. "¡Me ha encantado! La coreografía es muy viva y transmite mucho sentimiento", expresa Noemí Miravitlles, una de las asistentes.

El espectáculo Narinant también se representará el 31 de enero en el Centro Cívic Pere Quart, el 7 de febrero en el Espai Cultural Font de la Mina y el 22 y 23 de febrero en el Mercat de les Flors.