Estudio del Idibell

Los médicos prescriben más antibióticos los días con picos de contaminación

Una macro-investigación en las 11 ciudades más pobladas de Catalunya relaciona ambos fenómenos, que son dos grandes problemas de salud pública para la OMS

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Imagen de archivo de la contaminación en Barcelona.

Imagen de archivo de la contaminación en Barcelona. / Agencias

Beatriz Pérez

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La contaminación ambiental del aire conduce a un mayor consumo de antibióticos. Los enfermos, en episodios de contaminación, consultan más o los médicos de primaria. Estos, a su vez, prescriben más antibióticos porque la polución irrita las vías respiratorias y provoca síntomas parecidos a los de una infección (tos, dolor en el tórax, inflamación de las vías respiratorias), además de facilitar una infección bacteriana secundaria que se da mientras el sistema inmunitario está luchando contra las partículas contaminantes.

Así lo describe una investigación del Idibell, el Hospital de Bellvitge y el Ciberinfec recién publicada en 'Jama Network Open'. Es la primera vez que se relacionan ambos fenómenos, y sus resultados no son superfluos, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica la contaminación del aire y la resistencia a los antibióticos como dos de los mayores problemas de salud pública.

La robustez del estudio también avala sus conclusiones: los investigadores han hecho un seguimiento durante ocho años (desde principios de 2012 hasta finales de 2019) en las 11 ciudades más pobladas de Catalunya (Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat, Terrassa, Badalona, Sabadell, Lleida, Tarragona, Mataró, Santa Coloma de Gramenet, Reus y Girona). "A través de la monitorización que se hace en diferentes estaciones de los niveles de contaminación, teníamos los niveles de contaminación diarios en cada una de estas ciudades. Y esto lo relacionamos con la prescripción de antibióticos en los centros de salud públicos de Catalunya. No se había demostrado antes", explica a EL PERIÓDICO el doctor Jordi Carratalà, líder del estudio.

Más de 10 millones de muertes

La contaminación del aire y la resistencia a los antibióticos causan cada año, en su conjunto, más de 10 millones de muertes prematuras en el mundo, una cifra que incrementa continuamente. La contaminación del aire por partículas PM10, PM2.5 y dióxido de nitrógeno (NO2) es un factor de riesgo para enfermedades como la demencia, ciertos cánceres y afecciones respiratorias.

Pero, además, el uso excesivo o incorrecto de los antibióticos acaba provocando la aparición de bacterias resistentes que causan infecciones que no pueden tratarse. Se estima que en 2050 solo este fenómeno causará 10 millones de muertes a nivel global. El principal motivo de prescripción de antibióticos en atención primaria son las infecciones respiratorias agudas, aunque en algunos casos el diagnóstico es erróneo porque realmente se trata de infecciones víricas o de otras afecciones.

"Cuando tienes síntomas como tos, dolor en el tórax o molestias respiratorias, que causa la contaminación ambiental, es muy difícil distinguir si son meramente por la irritación, por un virus -que no requiere de antibióticos- o por una infección bacteriana -que sí requiere de antibióticos-", explica Carratalà. Es decir, que en ocasiones se hace una mala prescripción de antibióticos. "Los enfermos acaban recibiendo antibióticos pese a que no siempre se necesiten", añade. Así, según esta investigación, "la contaminación hace que aumenten las consultas por síntomas respiratorios agudos y se prescriban más antibióticos". En concreto, los días con picos de polución "se recetan más antibióticos".

Unos 1,9 millones habitantes

Este estudio, que ha incluido alrededor de 1,9 millones de habitantes y más de 8 millones de prescripciones de antibióticos en atención primaria, representa un paso importante hacia la comprensión de los efectos de la contaminación de aire en la salud pública y se suma al resto de evidencias sobre la necesidad de implantar políticas medioambientales más ambiciosas destinadas a mejorar la calidad del aire y reducir la carga de enfermedades respiratorias, así como el uso excesivo de antibióticos. Además, como esta es la primera publicación sobre el tema, es necesario seguir investigando el mismo fenómeno en diferentes regiones geográficas del mundo y confirmar y ampliar los resultados.