Salud y crisis climática

Casi 12.000 personas han muerto este verano en España a causa del calor

Catalunya registró 1.625 fallecimientos por las altas temperaturas, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

El calor extremo actúa como disparador de los trastornos mentales

"Me deprimo y tengo más ataques de ansiedad": el calor extremo se ensaña con la salud mental

Ola de calor en Barcelona el pasado 28 de julio.

Ola de calor en Barcelona el pasado 28 de julio. / Marc Asensio

Beatriz Pérez

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Un total de 11.883 españoles murieron en España, entre el 1 de junio y el 31 de agosto, por causas atribuibles al calor, un asesino silencioso cuyos efectos en la salud humana preocupan cada vez más a médicos y científicos. Según las estimaciones de la aplicación MACE del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) -creada el octubre pasado-, durante estos meses de junio, julio y agosto fallecieron en todo el país 9.163 personas por calor moderado y otras 2.720 por calor extremo. De estas 2.720 personas, unas 627 murieron por calor excesivo. El impacto delcalor extremo y en especial del calor excesivo ha sido similar al de 2020 y sustancialmente menor al del verano anterior.

Por su parte, Catalunya registró unos 1.625 fallecimientos por calor en verano. En concreto, 1.191 catalanes murieron por calor moderado y otros 434, por calor extremo. De estos últimos, unos 116 fallecieron por calor excesivo. La crisis climática está haciendo que el calor ya sea un problema mayor que el frío en Europa, como alertó un estudio de 'The Lancet' publicado el pasado agosto. "La gente ya muere más en verano que en invierno", asegura la neumóloga María Jesús Cruz, miembro de la Comisión de Medio Ambiente y Salud del Hospital Vall d'Hebron.

El calor es ya una epidemia, al estar además relacionado con múltiples dolencias. El aumento de las temperaturas, año tras año, debido a la crisis climáticaempuja cada vez a más pacientes a las urgencias de los hospitales y de los centros de atención primaria (CAP). El Mediterráneo es una de las zonas más golpeadas por el desastre medioambiental. "Ciudades como Barcelona viven en asfalto, que se calienta más. No es lo mismo una temperatura de 35ºC en el campo que en Barcelona", advierte la doctora Cruz.

Veranos tórridos

La pasada primera quincena de agosto de 2024 se sitúa entre las tres más cálidas desde 1997, según el Meteocat. La sobreexposición a las altas temperaturas aún está muy infradiagnosticada, pero los médicos relacionan con el calor el aumento de pacientes en urgencias y centros de primaria con cefaleas, irritabilidad, empeoramiento de patologías previas, descompensaciones e incluso agravamiento de trastornos mentales. Y, en concreto, el paciente crónico complejo es especialmente sensible a los valores extremos. Un dato: el 28% de las personas que llegan a las Urgencias del Hospital de Sant Pau tienen más de 75 años.

"No hay que hablar solo de golpes de calor o muertes por calor. El calor también tiene otros efectos: aumenta la agresividad, estamos más irritables e incluso hay estudios que demuestran que, en los picos de altas temperaturas, aumentan los accidentes de tráfico. Nos cuesta más concentrarnos", señala la doctora Cruz. El calor extremo, además, actúa como disparador de los trastornos mentales,y las altas temperaturas aumentan el riesgo de suicidio y provocan más descompensaciones y cambios conductuales.

"El asma, por ejemplo, se agrava con el calor. Y esto es lo que se ve cada verano en las urgencias de los hospitales y en los CAP. Aumentan las visitas de personas vulnerables cuando hay picos de calor", asegura. Además, también se dan muchos casos de personas mayores que se deshidratan ("deshidratarse es muy fácil: no hay que beber solo cuando se tiene sed", apunta). Los grupos más vulnerables, recuerda esta neumóloga, son los niños y los ancianos. Aunque quienes más preocupan a los médicos son las "personas con patologías", como problemas cardiovasculares o respiratorios.

Efectos "indirectos"

El calor, señala Cruz, tiene también efectos "indirectos", entre los que destaca, por ejemplo, que la primavera dura ahora más de tres meses al año. "El cambio climático hace que las plantas estén más meses polinizando, lo que provoca que los alérgicos sufran sus efectos durante más tiempo. Como cada vez los periodos de calor son más largos en el tiempo, las alergias duran cada vez más", dice.

Otra consecuencia de las olas de calor es la escasez de lluvias. "El ambiente no se limpia tanto como debería y, por tanto, la contaminación aumenta en ciudades como Barcelona o Madrid. La polución tiene multitud de efectos negativos en la salud, y esto es también un efecto indirecto del calor", añade.

Los grados y los días

Pero, además de la temperatura que se alcanza en picos de calor, importa también la duración de los días con altas temperaturas (este año hubo varias olas de calor, pero no duraron tantos días como el verano pasado), así como los elevados valores de las noches. Como explica la directora del Servicio de Urgencias del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), Mireia Puig, este centro ha recibido un aumento de las visitas a urgencias entre el 15 de julio y el 15 de agosto.

"Si lo comparamos con el mismo periodo del año anterior, hemos recibido un 2,5% más de visitas. Nos da la impresión de que hemos tenido más actividad y de que hay más pacientes crónicos", cuenta Puig. Aunque el paciente crónico complejo es "muy sensible al calor", no sabe decir si el aumento de estas visitas se deben a que las altas temperaturas han tenido más impacto que otros años o a si se relaciona con el hecho de que este hospital, que da cobertura a una población envejecida, cada año incrementa progresivamente el número de visitas.

Por su parte, los centros de atención primaria (CAP), desde finales de julio, han estado asistiendo a pacientes con problemas agudos de calor. "Los efectos en las personas más vulnerables pueden provocar la descompensación de enfermedades", dice Jordi Mestres Lucero, vocal de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (Camfic). "Vemos mucha clínica inespecífica: gente con molestias diversas, personas con demencias o problemas de salud mental que están más desorientadas o más agresivas. Esto tiene mucho que ver con el insomnio de las noches", concluye.

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