Inteligencia artificial

La uci del futuro ya está aquí: la IA detecta antes los problemas y anticipa complicaciones

Vall d'Hebron y Sant Pau avanzan hacia unidades 'smart' que monitorizan y predicen el empeoramiento del paciente

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Una uci del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

Una uci del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. / Elisenda Pons

Beatriz Pérez

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En una uci digitalizada (o 'smart uci') cada paciente tiene un ordenador con diferentes módulos que captan las señales de todas los dispositivos (para respirar, para los riñones, etcétera) y se trasladan a un programa. Eso permite al sanitario saber qué le pasa al enfermo al momento. Ya funcionan en hospitales como Vall d'Hebron y otros como Sant Pau están dando pasos para que pronto sea también una realidad en su recinto. "Es hacia donde van todas las ucis", asegura Jaume Baldirà, médico del Servicio de Medicina Intensiva de Sant Pau.

"Tener todos los datos del paciente juntos, como en un programa, nos permite pensar en algoritmos de IA que ayuden al paciente a mejorar. Por ejemplo, se puede hacer que los respiradores detecten que el paciente está respirando mal. Cada vez se están probando más tipos de algoritmos para detectar cuando el enfermo no va bien", explica este intensivista. Centros como Sant Pau, además, se proponen usar la IA para hacer "predicciones" sobre el paciente y anticipar escenarios antes de que ocurran. "La medicina preventiva podría hacer uso de la IA para predecir qué le va a ocurrir al paciente. Se trata de hacer algoritmos que nos avisen de que puede pasar algo", añade.

En Vall d'Hebron la 'smart uci' ya es una realidad. "Aquí ya está todo digitalizado y funciona con algoritmos de IA, que nos permiten encontrar biomarcadores de riesgo y optimizar tratamientos", señala Anna Sala, jefa de la Unidad de Innovación de este hospital. Para ella, los "riesgos" de la IA radican, básicamente, en la "seguridad". Por este motivo, Vall d'Hebron, como otros hospitales, posee un "datálogo propio" que permite al hospital "gobernar" la información de sus pacientes y hacer sus propios algoritmos, sin que haya compañías intermediarias. "Hay que asegurarse de que los datos están en un servidor propio y seguro", insiste Sala.

Ahorro de trabajo

El Hospital de Sant Pau también ensaya con algoritmos de IA que hacen un "resumen" de todo lo que le ha pasado al paciente en la uci y, a partir de aquí, redactan un informe. "Esto nos ahorraría dos o tres horas a los médicos", señala Baldirà, quien, no obstante, deja claro que, detrás de estos procesos, siempre debe estar el doctor.

El "peligro" de la IA, advierte, es su posible "mal uso". Médicos y sociedad deben "ir de la mano" de la misma, y no dejar que esta quede en las manos de las "grandes multinacionales". "Creo que, como en todas las evoluciones a lo largo de la historia, un buen uso puede repercutir en el bienestar al paciente", defiende.

Él entiende que en la "consulta del futuro", la que cada vez está más cerca, el médico tendrá "más tiempo" para el paciente precisamente gracias a todo lo que la IA ahorrará. "Ahora mismo un médico tiene poco tiempo para atender al enfermo y está todo el rato tecleando. La inteligencia artificial debe ser una herramienta que nos ayude a mejorar la calidad asistencial", concluye este intensivista.

El covid, entrenamiento

Su colega Josep Munuera, director del Servicio de Diagnóstico por la Imagen y Radiología de Sant Pau, es quien ha impulsado la IA en este hospital. Empezó en 2018 a "trabajar con algunas experiencias" y a "validar" algunos algoritmos. "Luego llegó el covid y, durante la pandemia, estos algoritmos se pudieron probar de forma masiva en las radiografías patológicas. A partir de ahí estalló esta revolución", señala Munuera. Explica que la IA empezó con aquellas áreas de la salud que están "más estructuradas", como la radiología. "En estos casos la imagen siempre está digitalizada y se puede entrenar", precisa. La IA ha ido, a posteriori, ampliándose a otras especialidades médicas. 

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