Diana de investigación

Maria Branyas, la 'superanciana' que ha acercado los secretos de la longevidad a Manel Esteller

El científico estudia muestras biológicas de la mujer, así como el genoma, los microbios, las proteínas y el metabolismo 

Adiós a la 'abuela del mundo': muere a los 117 años la catalana Maria Branyas, la persona más anciana del planeta

Manel Esteller: "La investigación antienvejecimiento busca añadir más vida a los años y no más años a la vida"

Maria Branyas, la superanciana más longeva del mundo, en su último cumple con 117 años.

Maria Branyas, la superanciana más longeva del mundo, en su último cumple con 117 años. / EFE/Familia de Maria Branyas

Beatriz Pérez

Beatriz Pérez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los genes de la catalana Maria Branyas, la persona más anciana del mundo que ha fallecido este martes en Olot (La Garrotxa) a los 117 años, estaban siendo investigados por el científico Manel Esteller, especialista en el estudio de la longevidad. Branyas conservó intactas sus facultades mentales y tenía una salud de hierro: se contagió de covid-19 en 2020, pero el virus apenas le causó síntomas.

En la 'superanciana' del mundo buscaba Esteller descubrir las claves del envejecimiento saludable y de una vejez plena. De hecho, el científico se encuentra en estos momentos estudiando las muestras biológicas de la sangre, boca y orina de la recién fallecida anciana, así como el genoma, los microbios, las proteínas y el metabolismo.

El objetivo es encontrar alguna pista que explique una supervivencia tan larga. Los primeros resultados de este estudio se esperan para finales de este año, aunque el doctor Esteller reconocía meses atrás en una entrevista en RAC-1 que las células de Branyas tenían un "aspecto más joven" del que por edad biológica le tocaría. El científico se despedía este martes en la red social X de la 'superanciana'.

Experto en epigenética

Esteller es experto en epigenética, la ciencia que estudia cómo los genes interactúan con los factores ambientales. En casos como el de Maria Branyas, los genes son importante, pero no conforman el único factor, pues también importa cómo se ha cuidado la mujer a lo largo de su vida.

En un 'afterwork' de EL PERIÓDICO celebrado el pasado enero en Casa Seat, Esteller explicaba que, una vez se ha logrado alargar la vida de las personas (cada vez se vive más y el envejecimiento poblacional es uno de los principales retos sociales y sanitarios), el próximo objetivo es mejorar la calidad de vida de los años finales. 

De esto trata su libro, escrito a cuatro manos junto a Salvador Macip, 'El secreto de la vida eterna' (Grijalbo). "La idea de la investigación antienvejecimiento es añadir más vida a los años y no más años a la vida. Estamos consiguiendo cifras récord de superviviencia: nunca se había vivido tanto. Pero a veces la calidad de vida no es buena", reflexionaba el científico. Así, una línea de investigación es "tener más calidad de vida en los últimos años", en concreto, de los 70 a los 85.

"Cada vez se verán más casos"

De hecho, Branyas se había erigido en el rostro más conocido de la próxima gran revolución: la longevidad. En este sentido, el también el geriatra Jordi Mascaró, jefe de la Unidad de Geriatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), explicaba hace meses a este diario que "cada vez se verán más casos" de personas centenarias, si bien seguirán siendo la excepción. "Hay muchas personas [de más de 100 años] que son autónomas pero a quienes, si les pasa cualquier cosa, todo se les desmonta", añadía. Y aquí está precisamente la clave: tratar a tiempo la fragilidad es priomordial para evitar caer en una fase de dependencia. "De la fragilidad a la dependencia se puede pasar rápidamente", advertía Mascaró. Para él, es todo un "reto" para el sistema hacer frente al "tsunami" de personas envejecidas que vendrá.

Las cifras así lo demuestran. Según el Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat), se calcula que en el año 2030 una cuarta parte de las personas de Catalunya será mayor de 65 años. Esta cifra se incrementará hasta una tercera parte en el año 2060, equivalente a 2,6 millones de personas, de las que más de 700.000 tendrán más de 85 años.

Según estas previsiones, el número de personas con cuatro problemas de salud crónicos o más se doblará de aquí a 2035. Las personas con multimorbilidad son los protagonistas del 75% de prescripciones farmacéuticas y de más de la mitad de los ingresos hospitalarios.

Ahí precisamente radica la importancia del estudio de superancianos como Branyas, cuyos genes alumbran nuevas investigaciones en uno de los mayores retos sociales y médicos de este siglo.

Suscríbete para seguir leyendo