Consejo de Ministros

El Gobierno aprueba la ley de alcohol y menores: prohíbe el consumo en clubes mientras haya partidos infantiles

El anteproyecto restringe que se publicite el ‘consumo moderado’, el alcohol cerca de los colegios y exige que las máquinas expendedoras impidan la adquisición a niños

La epidemia silenciosa del alcohol: causa el 15% de las consultas médicas y 150.000 ingresos cada año

La ministra de Sanidad, Mónica García.

La ministra de Sanidad, Mónica García. / EP

Patricia Martín

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El Consejo de Ministros ha dado este martes luz verde a un anteproyecto de ley destinado frenar el consumo de alcohol entre los menores. La normativa, que aún tiene un largo camino por delante, contiene medidas para restringir la venta y la publicidad de bebidas alcohólicas dirigida a adolescentes y veta el consumo durante los partidos y actividades de ocio infantiles.

Se trata de una norma que lleva pendiente desde que, allá por el 2001, Mariano Rajoy se comprometió a reducir, por ley, la ingesta de alcohol entre adolescentes. De hecho, el anteproyecto incorpora recomendaciones de la ponencia que se creó en las Cortes destinada a estudiar esta problemática y que alumbró un informe en el 2018. Sin embargo, hasta ahora, ningún Gobierno las ha llevado al BOE.

Las máquinas expendedoras deberán tener "mecanismos técnicos eficaces" para impedir que menores compren alcohol

La ministra de Sanidad, Mónica García, acomete el primer paso, pero el anteproyecto aún tiene que recabar los dictámenes de los ministerios y organismos, pasar por audiencia pública y volver al Consejo de Ministros para iniciar su tramitación parlamentaria, por lo que, dado la fragilidad de la legislatura, todavía puede quedarse por el camino o sufrir importantes cambios.

La prevalencia

La venta de alcohol a menores ya está prohibida por la normativa autonómica, pero la Encuesta sobre Drogas en Enseñanzas Secundarias ESTUDES muestra que el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida entre los chavales de 14 a 18 años. En 2023, casi el 76% admitía haber ingerido bebidas alcohólicas alguna vez en su vida, el 73,6 % en el último año, y el 56,6% en el último mes. Índices superiores a los de países del entorno.

La encuesta refleja que la edad media de inicio es a partir de los 14 años y que la percepción entre los adolescentes es que les resulta fácil conseguir cerveza, vino y demás bebidas.

García ha explicado que la ley responde a dos "máximas": Una, "que no existe cantidad de alcohol que no tenga riesgo y mucho menos para los menores". Y dos, "que el consumo precoz tiene consecuencias para el desarrollo". La ministra ha destacado que no se trata de una ley "punitivista", sino que pone el foco en el "entorno" y en cambiar la cultura para que el alcohol deje de ser "banalizado".

Las medidas

Ante ello, el anteproyecto prohíbe el consumo de alcohol “en los clubes y centros deportivos, de ocio, o espacios dedicados a espectáculos públicos cuando haya sesiones que se hayan concebido expresamente para personas menores de edad”, según informa el Ministerio de Sanidad.

Es decir, estará vetado el consumo en los partidos y entrenamientos de equipos deportivos infantiles, pero no en los de adultos. También en los centros docentes (incluido en las fiestas) o centros de menores.

La ley prohibirá los anuncios de alcohol protagonizados por famosos vinculados a la población infantil

Además, prohíbe la venta ambulante y sin licencia administrativa y las máquinas de dispensación deberán incorporar “mecanismos técnicos eficaces, con vigilancia y custodia directa, que permitan impedir su adquisición a personas menores de edad”. Y no podrán instalarse en la vía pública.

Tampoco podrá venderse ni exhibirse en locales que comercien mayoritariamente productos destinados a niños y la exposición y acceso en los establecimientos de autoservicio deberá estar separada de los productos destinados a menores.

La publicidad

Respecto a la publicidad, se prohíben todos aquellos mensajes comerciales, directos o encubiertos, dirigidos a menores; que los anuncios estén protagonizados por personas menores de 21 años o mayores pero caracterizados de menores, o famosos -reales o de ficción- vinculados a la población infantil o embarazadas.

En cuanto al lenguaje, no se podrá vincular las bebidas alcohólicas con la mejora del rendimiento físico, el éxito social o sexual, ni usar términos “ambiguos” como haz un ‘consumo responsable’ o ‘moderado’, dado que la evidencia científica indica que no hay un nivel seguro de ingesta que no sea dañino para la salud.

Los anuncios no podrán vincular el alcohol al éxito social ni animar a un 'consumo responsable'

La publicidad ya tiene algunas limitaciones para su exposición en la vía pública y el anteproyecto marca que deberá limitarse al nombre comercial (y la no exposición de las latas o botellas) en un perímetro que diste de 200 metros de los accesos a colegios, centros sanitarios, parques o lugares de ocio infantil.

Contenidos educativos

El anteproyecto también establece que se impartan contenidos preventivos en los centros educativos, desde primaria, y que se implanten programas para concienciar a las familias y se las dote de herramientas para prevenir el consumo.

El anteproyecto comtempla introdución contenidos de prevención en las escuelas e institutos

En el ámbito sociosanitario, que se desarrollen protocolos para detectar el consumo en menores, que se incluyan registros en la historia clínica, que se considere el contexto familiar de menores con problemas de adicciones y que se promuevan actividades de educación para la salud.

En el ámbito urbanístico, las administraciones podrán limitar la apertura de nuevas tiendas en sitios donde ya haya varias o cerca de centros educativos o donde se desarrollen espectáculos para menores.

Las pruebas

Las fuerzas y cuerpos de seguridad podrán realizar pruebas de alcoholemia en lugares donde el consumo esté prohibido, pero la multa impuesta a menores podrá ser suspendida a cambio de la participación en programas preventivos o rehabilitadores del consumo de alcohol.

Tras su aprobación por el Consejo de Ministros, el Ministerio de Sanidad publicará el texto para su audiencia pública y recabará los informes del resto de ninisterios, así como de otras instituciones y organismos. Además, se dará trámite de audiencia a entidades cuyos fines asociativos, derechos o intereses pudieran verse afectados por la normativa.

Una vez finalizados dichos trámites, el texto deberá volver a la mesa del Consejo de Ministros para su aprobación como proyecto de ley e iniciar su tramitación parlamentaria.