Caídas mortales, un fenómeno al alza: los médicos aconsejan ejercicio y revisión de alfombras y suelos para evitarlas

A partir de los 65 años, entre el 20% y el 30% de la población se cae una vez al año. Algunas caídas son leves, pero otras causan fracturas, lesiones e incluso pueden acabar en muerte, ya sea justo tras la caída o en los días posteriores por las consecuencias provocadas por el accidente. Se trata de un problema que va al alza debido a que cada vez hay más población mayor, hasta el punto de que las caídas mortales superaron, en 2023, a los suicidios como primera causa de muerte externa (no debida a enfermedades).

El año pasado fallecieron 4.018 personas tras precipitarse al suelo -más del 80% mayores de 65 años-, cinco veces más que a principios de los 80, cuando se producían unos 700 decesos. Las caídas se deben a factores multifactoriales, pero los expertos inciden que la mayoría se pueden prevenir, tanto realizando cambios en los factores extrínsecos, como el estado de los suelos, bordillos o escaleras como aumentando los controles sobre los problemas de salud o fármacos que pueden contribuir a que una persona pierda el sentido y se caiga.

La recomendación principal es realizar, en la medida de lo posible, ejercicio físico, porque ello contribuye a fortalecer huesos, músculos y el equilibrio

La recomendación principal es que todas las personas, en la medida de sus posibilidades, realicen ejercicio físico, porque la actividad contribuye a fortalecer huesos, músculos y el equilibrio. "El problema es que muchas veces a los ancianos, para evitar que se caigan, se les recomiendan que no se muevan, pero es un error. Cuanto menos se levanten, más masa muscular pierden y más riesgo hay de que se caigan", explica Marco Inzitari, expresidente de la Sociedad Catalana de Geriatría y Director de Atención Intermedia (geriatría y cuidados paliativos) del Departament de Salut.

"El problema es que muchas veces a los ancianos, para evitar que se caigan, se les recomiendan que no se muevan, pero eso es un error"

Marco Inzitari

— Director de Atención Intermedia del Departament de Salut

Inzitari aconseja que se muevan incluso personas con demencia o con enfermedades graves, con ayuda de sus familiares o de profesionales, pero que estén el menor tiempo posible encamados o sentados.

Las alfombras y la luz

Asimismo, el especialista aconseja que se revisen las viviendas y se retiren alfombras y obstáculos, así como se preste atención a la luminosidad. Un estudio de la Fundación Mapfre, efectuado precisamente con personas mayores que se han caído y han sido atendidas en urgencias, indica que el 65% de los accidentes fueron en el domicilio y durante el día. Los lugares más comunes fueron el dormitorio, seguido del baño o la cocina.

El problema, apunta a su vez José Ramón Casal, médico de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias, es que las complicaciones de salud que pueden acarrear las caídas son "bastantes desconocidas y cuando en urgencias les dices a las personas que hay que retirar las alfombras en las casas donde viven personas mayores te preguntan por qué, no lo entienden". En su opinión, las administraciones deberían hacer campañas para sensibilizar en torno a un problema social de primera magnitud, al igual que se realizan sobre la seguridad vial o contra el machismo.

Los expertos denuncian que las administraciones no han puesto demasiado "énfasis" en la prevención de los accidentes por caídas

Inzitari coincide en que "tanto la población como las administraciones" deberían hacer más para prevenir las caídas. "No hay una fórmula mágica pero es verdad que es un tema en el que las administraciones no han puesto mucho énfasis", añade.

Factores de riesgo

En el ámbito sanitario y los espacios de atención a los mayores, por ejemplo, "los profesionales deberían preguntar a los pacientes y usuarios si se han caído o se caen con frecuencia, porque tienden a no contarlo, a normalizarlo, pero si hay factores de riesgo o se caen con frecuencia deberían ser derivados a geriatría y fisioterapia, que deberían trabajar coordinados", apunta.

También es importante, según el especialista, que los médicos revisen frecuentemente la medicación, sobre todo la que actúa sobre el cerebro y el corazón. Y pone un ejemplo, pacientes que toman fármacos para bajar la tensión pero, en verano, con episodios de calor extremo, la medicación puede hacer que les baje demasiado la tensión y sufran mareos o desorientación.

Conviene revisar con frecuencia la medicación y tambien la vista y el oído, porque ambos sentidos tienen mucha influencia en las caídas

"El mensaje es que la medicación hay que tomarla, pero con seguimiento siempre". Y lo mismo ocurre con los tranquilizantes o ansiolíticos, que pueden reducir los reflejos. También es importante que se beba mucha agua y que se revise habitualmente la vista y el oído, dos sentidos que tienen mucha que ver con las caídas.

En Catalunya, para prevenir las caídas, el Govern ha impulsado varias acciones, según explica el doctor Inzitari. Se está poniendo “mucho énfasis” en fomentar la actividad física de las personas mayores. Asimismo, todos los centros de salud cuentan ahora con fisioterapeutas, que hacen labores de prevención y de recuperación de lesiones y fracturas. Y en atención intermedia se está realizando una revisión del funcionamiento de los expertos en geriatría, los hospitales de día y los servicios de rehabilitación.

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