Tres años de la ley

Los plazos para acceder a la eutanasia se alargan en Catalunya: en 2022 fueron 45 días y en 2023, 59

Dret a Morir Dignament señala que "falta personal" y que las Oficinas de Prestació d'Ajuda per Morir (PRAM) están "infradotadas"

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Una paciente a la espera de una eutanasia.

Una paciente a la espera de una eutanasia. / EL PERIÓDICO

Beatriz Pérez

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Catalunya ha hecho un "despliegue válido" de la ley orgánica de regulación de la eutanasia (LORE), que cumple ahora tres años, y es una de las comunidades autónomas con los plazos más cortos desde que el paciente solicita la eutanasia hasta que se le aplica: si en España la media es de 75 días, en Catalunya fue de unos 45 días en 2022. Sin embargo, como ha advertido este martes Dret a Morir Dignament (DMD) Catalunya, estos plazos se están alargando: en 2023, un enfermo que pidiese la eutanasia tenía que esperar de media 59 días, según cifras de la Comissió de Garantia i Avaluació de l'Eutanàsia (CGAE) de la Conselleria de Salut.

El año pasado un total de 219 personas solicitaron la ayuda a morir y se realizaron un total de 94 prestaciones

La presidenta de DMD Catalunya, Cristina Vallès, ha denunciado la "falta de personal" para gestionar los trámites. Dado que esta ley se aprobó en 2021 "sin presupuesto", las Oficinas de Coordinació de la Prestació d'Ajuda per Morir (PRAM) están "infradotadas". "Sabemos que hay pocos profesionales, pero no lo tenemos cuantificado. Para desarrollar esta ley se ha confiado mucho en la voluntariedad, pero ya han pasado tres años y se debería acompañar con otras cuestiones", ha sentenciado Vallès.

Perfil del paciente

Según cifras de Salut, en 2023 un total de 219 personas solicitaron en Catalunya la ayuda a morir y se realizaron un total de 94 prestaciones (es decir, un 43% de las solicitudes). De estas 219 solicitudes, la Comissió de Garantia i Avaluació aprobó un total de 109. La mayoría de las solicitudes procedían de la atención primaria (el 60% de los casos), en un 32% de los casos de los hospitales, en un 6% de la atención intermedia y en un 2% de las residencias.

Por géneros, de las 219 personas que solicitaron la eutanasia en 2023, 118 (54%) eran mujeres, con una edad media de 75,32 años, y 101 (46%) eran hombres, con una edad media de 73,79 años. El 40% de estas muertes fueron por enfermedades neurológicas y el 26% por enfermedades oncológicas.

De estas 94 prestaciones, por regiones sanitarias, 33 fueron en Barcelona ciudad, 21en Barcelona Metropolitana Nord, nueve en Barcelona Metropolitana Sud, 15 en Girona, siete en el Penedès, tres en el Camp de Tarragona, tres en la Catalunya Central, dos en las Terres de l'Ebre y una en el Alt Pirineu y Aran. En Lleida no se hizo ninguna.

Derivaciones de la privada

Dret a Morir Dignament ha señalado, además, que hay centros que no tienen los protocolos "claros" ante un caso de eutanasia. Y también ha denunciado que la sanidad privada está derivando todos los casos a la pública, lo que "entorpece" el trabajo de las PRAM. "Se necesita información, tanto en los profesionales como en la ciudadanía", ha dicho Vallès.

Dret a Morir Dignament denuncia que hay centros que no tienen los protocolos "claros" ante un caso de eutanasia

La entidad ha aportado cifras de su trabajo. En 2023, realizó un total de 2.307 atenciones personales y 331 charlas a las que asistieron un total de 9.884 personas. DMD Catalunya tiene 15 puntos locales de atención y "solo" 117 voluntarios. Pese a sus carencias, la entidad opina que el despliegue de la ley de la eutanasia en Catalunya "ha sido un referente del Estado". Por ejemplo, Catalunya ha introducido la figura del referente de eutanasia del médico. "Pero hay margen para mejorar", ha puntualizado.

Vallès también ha reivindicado la importancia de esta ley y ha recordado que las personas que deciden acogerse a ella arrastran un "gran sufrimiento". "No es nunca una situación de sufrimiento momentáneo. Son personas con enfermedades neurológicas u oncológicas, en su mayoría, incurables. También se dan casos de personas muy mayores con procesos de cronicidad".

Antes de la entrada en vigor de esta ley, muchas personas se suicidaban antes. "El límite era cuando la persona ya no podía coger un vaso porque, al no poder, necesitaban ayuda de alguien para morir. Por eso muchos no esperaban a llegar a ese punto y se suicidaban mucho antes", ha concluido Vallès. "La gente que pide la eutanasia es gente que tiene muy claro hasta dónde quiere llegar".