Encuesta de Salud de 2021
Aumenta el consumo de riesgo y compulsivo de alcohol en Barcelona
Los profesionales advierten de que es la sustancia con mayor carga de enfermedad y, sin embargo, a la que menos importancia se le da
La doctora Montse Bartroli subraya que en contextos de crisis la gente bebe más para afrontar la angustia y el miedo
![El centro de atención y seguimiento (CAS) de las drogodependencias de Horta](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/367fcc62-dfcc-4a20-96f8-2bc35f763840_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
El centro de atención y seguimiento (CAS) de las drogodependencias de Horta / Ferran Nadeu
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![Beatriz Pérez](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/epi/public/file/2024/0130/11/foto-becube2-removebg-preview.png)
Beatriz Pérez
Periodista
Responsable del área de sanidad/salud de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA desde 2018. En este tiempo he podido profundizar en temas de relevancia social y humana, como la pandemia de covid-19, el sistema de salud catalán, los avances médicos o las desigualdades en el acceso a la sanidad. En abril de 2024, gané la primera edición del Premi Salut i Drets Socials del Col.legi de Periodistes de Catalunya (demarcación de Tarragona).
El consumo de riesgo y el consumo compulsivo de alcohol han aumentado notablemente en Barcelona desde 2016 a 2021, especialmente entre jóvenes. Así lo refleja la última Encuesta de Salut de Barcelona de la Agència de Salut Pública de Barcelona (Aspb). Se considera de riesgo el consumo de 17 unidades semanales o más en mujeres y 28 semanales o más en hombres, entendiendo que una copa de vino, una cerveza o un chupito equivalen a una unidad, mientras que una copa o combinado con whisky o licor similar equivale a dos. El consumo de riesgo fue del 8,9% en mujeres y del 14,1% en hombres, porcentajes que en 2016 estaban en el 4,2% y el 9% respectivamente.
En cuanto al consumo compulsivo, que se considera tomar cinco o más consumiciones seguidas más de una vez al mes, en 2021 fue de 6,9% en mujeres y de 13,2% en hombres, mientras que en 2016 fue de 3,3% y 8,3% respectivamente.
Como explica la jefa del Servicio de Prevención y Atención a las Drogodependencias de la Aspb, Montse Bartroli, la encuesta se realizó en un "contexto pandémico", por lo que habrá que ver si los resultados son "una tendencia que se mantiene" o no. En todo caso, el consumo de alcohol en Barcelona ha aumentado "en este contexto de crisis", ya que la gente bebe más en situaciones de "incertidumbre". "El alcohol se ha utilizado como regulador emocional, para afrontar la angustia y el miedo", explica Bartroli. Advierte de que es la sustancia que más carga de enfermedad tiene y, sin embargo, es a la que menos importancia se le da.
Asimismo, el alcohol es la primera causa de inicios de tratamiento por trastorno de consumo de sustancias psicoactivas en los centros de atención y seguimiento (CAS) a las drogodependencias de Barcelona (hay 15 en la ciudad y son públicos). De hecho, de los 4.000 inicios de tratamiento que se hacen al año en Barcelona, más de la mitad son por alcohol. Coincidiendo con la semana de sensibilización de los riesgos del consumo de alcohol, la Aspb hace públicos estos datos y recuerda que el alcohol es la sustancia más consumida, tanto entre los jóvenes como en la población adulta. Y, aunque es conocido que provoca problemas de salud y sociales de gran importancia, su consumo está muy aceptado y a menudo banalizado.
"Es súper accesible"
"En nuestro entorno, el alcohol es súper accesible", dice Bartroli. "Debería serlo menos para los menores". Bartroli llama a limitar la publicidad. El alcohol es uno de los principales factores de riesgo evitables de mortalidad y morbilidad en el mundo. Está asociado a un gran número de enfermedades (cáncer, digestivas, circulatorias...), así como a muertes tanto directas como indirectas, como por ejemplo las muertes de tráfico. Además, el abuso de alcohol se relaciona también con conductas de riesgo y situaciones de violencia.
El consumo de riesgo es el límite para orientar la intervención precoz por parte de profesionales de la salud; ahora bien, hay que tener en cuenta que en el consumo de alcohol no existe un nivel seguro, por tanto, si se consume, cuanto menos mejor.
La psicóloga clínica del CAS Horta de Barcelona, Mar Torroella, explica que en el alcoholismo es una "enfermedad crónica" en la que las "recaídas" forman parte del proceso de recuperación. La situación socioeconómica es un factor de riesgo. Por ejemplo, las personas paradas beben más. Además, en el alcoholismo también hay roles de género: la mujer, por vergüenza, suele beber en solitario. Eso, a menudo, las lleva a no pedir ayuda. "Al CAS Hora las mujeres vienen solas, mientras que los hombres vienen acompañados", destaca Torroella.
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