Estudio en Andalucía

Alerta de calor: las personas con discapacidad son las más vulnerables a las altas temperaturas

La oenegé Human Rights Watch denuncia que el colectivo corre mayor riesgo ante el calor extremo y llama a las autoridades a tomar "acciones específicas"

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Comienzan los calores de verano en Barcelona. Autor: Ricard Cugat.

Comienzan los calores de verano en Barcelona. Autor: Ricard Cugat. / Ricard Cugat

Beatriz Pérez

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Las olas de calor son un problema no solo para ancianos y niños, sino también a otros colectivos vulnerables como las personas con algún tipo de discapacidad, ya sea física o intelectual. Un estudio realizado por la oenegé Human Rights Watch (HRW) en Andalucía el años pasado y presentado hoy recoge cómo las consecuencias extremas de las altas temperaturas y una respuesta inadecuada por parte del Gobierno español provoca consecuencias severas y gran sufrimiento en este colectivo.

Aunque no existe un cómputo oficial de fallecimientos de personas con discapacidad, el Instituto de Salud Carlos III estima que más del 98% de las 4.600 muertes relacionadas con el calor en España en ese periodo fueron de personas de 65 años y mayores. Y esto podría incluir a numerosas personas con discapacidad, dado que más de la mitad de ellas en España tiene esa edad.

Menor acceso a apoyo

Según el informe, que las personas con discapacidad sean, a menudo, de las más afectadas en una emergencia, incluidas las olas de calor, está relacionado con que son menos capaces de acceder al apoyo. Este factor tiene que ver con la falta de inclusión y de planificación de emergencia y adaptación, así como con una comunicación inadecuada, problemas de accesibilidad, aislamiento y marginación económica, según HRW.

El investigador en derechos de personas con discapacidad en HWR, Jonas Bull, insiste en que las personas con discapacidad tienen mayor riesgo de sufrir la exposición al calor extremo, incluido el riesgo de muerte, y de sufrimiento físico, social y de salud mental, especialmente cuando se exponen a temperaturas peligrosas. Por eso recomienda a las autoridades de Andalucía (el estudio se realizó en esta comunidad autónoma) que tengan en cuenta las proyecciones climáticas sobre olas de calor, aprenda de las carencias de gestión de 2022 e incluya a las personas con discapacidad en el desarrollo de un plan de respuesta ante cambio climático y olas de calor.

Estudio europeo

HWR realizó esta investigación durante los meses de junio, julio y agosto del año pasado. La llevó a cabo en muchos países europeos, incluida España. Europa vivió el año pasado un récord de calor. Sin embargo, no existen cifras sobre cuántas personas con discapacidad murieron a causa de las altas temperaturas.

Aun así, el Instituto de Salud Carlos III estima que más del 98% de las 4.600 muertes relacionadas con el calor en España en ese periodo fueron de personas de 65 años y mayores. Esto podría incluir a numerosas personas con discapacidad dado que más de la mitad de ellas en España tiene esa edad.

La oenegé entrevistó a 33 personas con discapacidad de Sevilla, Córdoba y zonas cercanas, más propensas a las olas de calor y que han experimentado el efecto isla de calor urbana. La mayoría de entrevistados señaló que las olas de calor de 2022 tuvieron un serio impacto negativo en su salud física. En concreto, describieron confusión cerebral, dificultades de respiración, baja presión arterial, mareos, debilidad, privación de sueño, retención de líquidos, infecciones y pérdida de consciencia.

Salud mental

Además, la mayoría manifestó que las olas de calor afectaron también a su salud mental, ya que se amplificó su soledad y aislamiento social, cuando estuvieron en casa durante largos periodos de tiempo.

De hecho, varios estudios concluyeron que el colectivo sufrió tasas más altas de soledad y aislamiento social que las personas sin discapacidad y que ese aislamiento social se asocia con más consecuencias de las olas de calor, como un aumento de la mortalidad.

Asimismo, Human Rights Watch destaca que el Plan Andaluz para la Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud 2022 no reconoce explícitamente a las personas con discapacidad como colectivo más susceptible a los efectos negativos del calor extremo ni define actuaciones específicas salvo para aquellas que viven en instituciones. El colectivo tampoco participó en el desarrollo del plan de acción para las olas de calor en la comunidad autónoma.

"Consultar con las personas con discapacidad habría ayudado a garantizar que sus derechos se cumplan durante una ola de calor y a reducir su sufrimiento evitable", recoge la oenegé.

En la misma línea, el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud de España para 2022, que menciona la discapacidad como un "factor de riesgo", no formula acciones específicas requeridas para abordar esos riesgos. Los entrevistados por HRW confesaron sentirse "abandonados" por el Gobierno.

La pobreza como factor de riesgo

Otro de los factores de riesgo es la pobreza, que incrementa los impactos del calor para muchas personas que viven en Andalucía, a la que HRW define como "una de las autonomías más pobres en España". Muchos residentes pobres en edificios poco aislados carecen de cualquier espacio verde, circunstancias ambas que contribuyen a un mayor riesgo para la salud en caso de calor.

Los cortes de luz en los barrios más pobres de Andalucía podrían afectar aún más y de forma severa a las personas con discapacidad, que no pueden utilizar los ascensores o contar con aire acondicionado.

HRW, que en su estudio denuncia la inaccesibilidad a la información relativa a las olas de calor en la Junta de Andalucía, insta a sus autoridades a reconocer el calor extremo como una amenaza fundamental para su población y a las personas con discapacidad como un grupo poblacional más expuesto al riesgo de calor extremo.

"Si se gestiona de manera inadecuada, como sucedió durante las olas de calor de 2022, sin desarrollar acciones específicas para proteger a las personas con discapacidad, estas seguirán soportando de manera desproporcionada la peor parte de la crisis climática", ha advertido Bull.