Volviendo a sentirme viva

Salir de la depresión es como despertar de un sueño oscuro y eterno. Hubo un tiempo en el que cada día se sentía igual, da igual si era lunes o sábado, todo se sentía como un constante domingo. No podía imaginarme un futuro, ni siquiera quería pensarlo. Las cosas que antes me hacían sonreír ya no tenían sentido, y me sentía atrapada en un lugar que desconocía y del que no sabía cómo salir ni si iba a ser capaz de ello.

Tenía miedo de confiar en esa sensación pero, poco a poco, la luz fue llenando cada rincón

Pero un día, no sé exactamente cuándo ni cómo, algo empezó a cambiar. De repente se abrió una ventana en esa habitación oscura en la que me encontraba. No lo entendía, y tenía miedo de confiar en esa sensación. Pero poco a poco, la luz fue llenando cada rincón. No fue un cambio drástico, ni una revelación. Fue más bien como si, poco a poco, comenzara a recordar lo que se sentía al estar viva otra vez.

Aprender a vivir

Salir de la depresión ha sido como aprender a vivir de nuevo. Había días en los que parecía retroceder más de lo que avanzaba, pero cada pequeño paso contaba. Las cosas que antes no significaban nada, ahora están llenas de color.

El simple hecho de sentir el sol en mi piel o de escuchar una canción que me gusta me llena de una alegría

El simple hecho de sentir el sol en mi piel o de escuchar una canción que me gusta, me llena de una alegría que había olvidado que existía. Volví a reír, a reír de verdad, con esa risa que te sacude el cuerpo y te deja sin aliento Y ahora, desde este lado, todo se ve diferente. El mundo ya no es ese lugar gris y plano que una vez conocí. Es como si hubiera recuperado la capacidad de ver colores que antes me estaban prohibidos. Los árboles son más verdes, el cielo es más azul, y las risas, las mías y las de otros, suenan mejor.

Hay algo increíblemente hermoso en darse cuenta de que, después de todo, sigo aquí. Que sigo luchando, y que he salido del otro lado más fuerte. Y si algo he aprendido es que no siempre será fácil, pero que esos momentos oscuros no duran para siempre. Todo, absolutamente todo, pasa.

Esos momentos oscuros no duran para siempre; todo, absolutamente todo, pasa

Lo más maravilloso de todo es que ahora puedo disfrutar de esas pequeñas cosas que antes ni siquiera notaba. Cosas simples, que ahora valoro de una manera que antes no podía. La vida no es perfecta, y nunca lo será, pero ya no me siento como una espectadora de mi propia existencia. Estoy aquí, presente, sintiendo, viviendo.