Testimonios reales

La dureza del ingreso psiquiátrico sube al escenario

Marta Montiel y Elies Barberà llevan a escena vivencias reales de pacientes y familiares

Su apuesta, titulada 'A la deriva', pasa por generar debate y remover conciencias

Recinto Torribera

Recinto Torribera / Diputacíon de Barcelonaa

Fidel Masreal

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¿Cómo se vive la experiencia de ingresar en un psiquiátrico? Nadie mejor que quien lo ha sufrido para narrarlo. Y nada mejor que usar estas vivencias -que obligan a reflexionar sobre si lo estamos haciendo bien, como sociedad- en una pieza teatral que recoge, literalmente, estas experiencias reales. Lo han hecho, y lo vienen haciendo desde 2018 Marta Montiel y Elies Barberà. El resultado es un puñetazo en las conciencias de todos para preguntarnos si el encierro -a menudo contra la voluntad del paciente- es útil, terapéutico y humano.

A la deriva. Este es el título de la pieza que ya han interpretado en varias ocasiones y que hará gira esta temporada, comenzando por la sala La Planeta de Girona, los días 13,14 y 15 de septiembre. Verbatim (adverbio latino que significa "palabra a palabra") es una apuesta teatral iniciada en los 70 en Londres para hacer teatro documental. Para este caso, se entrevistó a mujeres y hombres que hayan pasado por un ingreso en un centro psiquiátrico en Lleida, Girona, Barcelona, Terrassa y Menorca. También a sus familiares. La pieza la dirige Lara Díez Quintanilla, que además de actriz y dramaturga es psicóloga y se basa en estas entrevistas. Uno de los casos que se describe es el de un paciente con trastorno bipolar, interpretado por Barberà, que cuestiona la medicación y el tratamiento durante los ingresos.

'A la deriva' - Primer fragmento

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"Es muy gratificante interpretar estas vivencias, es un acto de generosidad brutal por parte de ellos, y el público lo agradece porque hay sinceridad y honestidad, algo que no encuentras en un texto de ficción", describe Montiel.

Para Barberà, se trata de una opción muy útil para superar prejuicios de la sociedad o del público. "Desmontamos falsos mitos o creencias", añade Montiel. Y en uno de los momentos de su interpretación, destaca como un ingreso es necesario para la familia y a veces no es concedido por falta de recursos.

'A la deriva' - Segundo fragmento

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Es evidente que la experiencia de un ingreso psiquiátrico varía mucho en función de cada situación, de cada patología. Depende del hospital, del equipo médico, y del entorno familiar. Una de las quejas de los pacientes es la deshumanización que sufren allí dentro. Y las contenciones. Es decir, atar al paciente a la cama.

'A la deriva' - Tercer fragmento

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Montiel y Barberà ya han tratado, mediante esta técnica, otras vivencias extremas como el abuso a menores en el ámbito familiar o el suicidio juvenil. En 'A la deriva', se narran situaciones aberrantes como el papel de la policía o los jueces ante un ingreso involuntario como el del hijo de esta madre.

'A la deriva' - Cuarto fragmento

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En esta ocasión, como en las anteriores, también hay espacio para el sentido del humor pese a la dureza de lo vivido. Y añaden: hay que seguir hablando de salud mental ante una sociedad cada vez más cerrada. Conocer este tipo de experiencias hacen, añaden ambos, que "te cambie la mirada" sobre estas realidades. Realidades como la de una mujer de Lleida que vivió el primer ingreso como una liberación.

'A la deriva' - Quinto fragmento

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Montiel y Barberà han aprovechado sus interpretaciones para, posteriormente, generar coloquios sobre estos ingresos que, como describen los pacientes, hacen llevar a las personas a una realidad paralela. El debate está servido, porque no se trata de opiniones externas, sino de lo que han visto, vivido y sentido mujeres y hombres con problemas mentales que han estado ingresados, a veces contra su voluntad. Es teatro, pero no es ficción.