Testimonio en primera persona

"La esketamina me ha dado paz"

Relato de Elvira, una mujer con depresión resistente que ha seguido el tratamiento con esta sustancia

Los resultados con los pacientes son positivos pero no definitivos

La entrada principal del Hospital Clínic.

La entrada principal del Hospital Clínic. / Cesar Cid

Fidel Masreal

Fidel Masreal

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Elvira López no tiene miedo a decir su nombre ni a hablar de su vida. Tiene 62 años, vive en Barcelona con su hija y su actual marido. No trabaja, no sale casi nunca de casa (sufre agorafobia) y arrastra una depresión que ha aparecido y desaparecido de su vida desde que tenía 22 años y su primera pareja, un hombre alcohólico, la maltrató. Después, ha sufrido recaídas vinculadas a baches profesionales en los que se ha sentido discriminada.

"A los 22 años trabajaba para pagarle a mi marido las facturas del bar; estuve en una cornisa a punto de tirarme, y entonces no era como ahora, ponías una denuncia en la comisaría de mujeres y te enviaban a casa; seguí trabajando...hasta que conocí a mi actual marido y estuve una temporada bien, coincidiendo con los primeros años de vida de nuestra hija", recuerda Elvira.

La primera vez lo pasé muy mal, les decía a los médicos que no podía hablar, que estaba atada, y era mentira

Elvira López

Recayó cuando, trabajando en la cadena de electrodomésticos Miró se sintió mal tratada. "La jefa me dejaba en ridículo ante los clientes, recaí en la depresión, me quedé con treinta quilos, estuvo ingresada en el Clínic, y en esa época también me intenté suicidar". Después, Elvira siguió encadenando trabajos, hasta que tras varios años en la Cruz Roja, otra persona ocupó su lugar. "Me sentó como una patada en el hígado, me desplomé ante la doctora del ambulatorio y me ingresó en el Clínic. Y desde ese momento no he levantado cabeza", relata.

Elvira ha tomado y toma numerosos antidepresivos, pero como ella misma relata, seguramente "el cuerpo se acostumbra a la medicación". Por ello, entre otras razones, su médico del Clínic le propuso la esketamina. Comenzó con dos dosis a la semana, inhalándola con un espray. 28 miligramos cada vez.

"La primera vez lo pasé muy mal, les decía a los médicos que no podía hablar, que estaba atada, y era mentira, no estaba acostumbrada, porque es como fumar droga. Después ha ido a mejor", recuerda. "Cuando la tomo noto paz, tranquilidad. Podría estar toda la vida así. Me pongo los auriculares con música relajante y es como estar en el cielo. Es indescriptible", describe.

Podría estar toda la vida así, me pongo los auriculares con música relajante y es como estar en el cielo

Elvira López

En las primeras sesiones (dos dosis a la semana), Elvira salía del Clínic con energía y vitalidad. Posteriormente, las dosis se le administraron cada quince días, con tres dosis seguidas en cada ocasión. Elvira sí notó la mejora en su depresión. Y otra paciente de esketamina le comentó que el tratamiento le iba perfecto. Dos años después, el Clínic ha dejado de administrarle el tratamiento, por protocolo. "Me ha ido bien, inhalarla, pero creo que la dosificación debería ser diferente", opina.

Por todo ello, Elvira cree que la esketamina "es una opción a tener en cuenta para enfermos crónicos como yo, me gustaría seguir tomándola, quizás tomando dos dosis a la semana, pero no deja de ser una droga. Veremos en septiembre si puedo volver". El caso es que estos tratamientos tienen un coste elevado y una lista larga de potenciales beneficiarios.

Es una opción a tener en cuenta para enfermos crónicos como yo, me gustaría seguir tomándola

Elvira López

Elvira confiesa que ahora está "hecha una mierda". Admite que necesita abrazos, achuchones. Sigue tomando una larga lista de medicación antidepresiva y se evade del mundo cosiendo en su casa. "Estoy haciendo gorritos para las enfermeras y he hecho hasta vestidos, me pasado a la alta costura", bromea.

Cambios positivos...a la espera del largo plazo

La esketamina es un compuesto químico de la ketamina, usada habitualmente en anestesia general y que genera cambios positivos en el cerebro de personas con depresión resistente. El tratamiento de Elvira va de la mano de la innovación que también Catalunya ha emprendido para tratar depresiones resistentes. Es el caso de la tarea del Hospital Clínic y también del Hospital de Bellvitge.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó el uso de la esketamina a finales del año 2022 para los casos de depresión resistente previo fracaso de al menos dos líneas de tratamiento antidepresivo adecuado. Además de su facilidad de aplicación, la vía intranasal evita el metabolismo hepático y la absorción gastrointestinal. Esto propicia un inicio de la acción antidepresiva más rápida que con los fármacos tradicionales.

Pese a los buenos resultados, éstos todavía no corresponden a la evolución a más largo plazo de su aplicación, y sólo se concentra en los primeros seis meses del tratamiento. Después de cada administración de esketamina, el paciente permanece en observación en el centro durante unos 90 minutos aproximadamente para controlar algunos efectos secundarios transitorios, como el aumento de la presión arterial, náuseas, cefaleas, mareo y episodios leves de disociación.