Teatro y bipolaridad | Marc de la Varga Dramaturgo

"Las personas con un trastorno nos pueden enseñar a ver las cosas de otra manera"

'Em dic Josep', en la sala Flyhard, profundiza en la relación entre bipolaridad y creatividad

Marc de la Varga, a la derecha, junto a Mont Plans y Daniel Higiénico

Marc de la Varga, a la derecha, junto a Mont Plans y Daniel Higiénico / MANU MITRU

Fidel Masreal

Fidel Masreal

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La salud mental ya forma parte de la cartelera de artes escénicas en Catalunya como un motivo narrativo más. Y no solo aparece en obras de denuncia o con testimonios en primera persona, sino en apuestas como las del dramaturgo Marc de la Varga en la sala Flyhard en las que se entrelaza comedia, intriga, investigación, ficción y realidad. Una apuesta que ha hecho reflexionar a este joven creador sobre nuestra manera de convivir con los trastornos y el camino que queda por recorrer para mirarlos de cara.

-Tu obra, 'Em dic Josep' -protagonizada por Mont Plans, Pau Vinyals y el cantautor Daniel Higiénico- nace de una investigación...

-Sí, descubro la historia de Camil Clot, un músico que ocupó la escena de Barcelona de finales de los 90. Músicos y personas del mundo de la cultura dicen que era uno de los músicos más talentosos. Pero es como si hubiera desaparecido. Decidí tirar del hilo, buscaba inspiración para una futura obra de teatro y acabé consiguiendo el teléfono de la madre de Camil, que vive con su otro hijo en un piso del Gornal.

-Y aquí aparece, sin irla a buscar, la salud mental...

-Sí, Josep, el hermano de Camil Clot, tiene un trastorno bipolar y su madre lo cuida. A partir de conocer la convivencia entre ambos y la relación que tenían con Camil, empecé a encontrarme con una realidad que hasta entonces no conocía. Fue una explosión de inspiración, porque vi que más allá de explicar la historia de un músico, entrábamos en un terreno desconocido que nos interpela a todos.

-Como creador, ¿Cómo crees que hay que abordar la salud mental?

-A raíz de las entrevistas y la documentación, vi que podíamos abordar la relación de los trastornos mentales con la creatividad. Evidentemente no hay nada científico, pero sí parece que puede haber una cierta retroalimentación. Esto nos ha permitido hacernos preguntas como qué es estar loco y qué es ser un genio, y qué separa la realidad de la ficción. La creatividad está presente en todos nosotros, pero las personas que tienen un funcionamiento mental diferente al convencional exploran terrenos que van más allá de lo que ven nuestros propios ojos.

-El mensaje controvertido sería decir 'es bueno tener un trastorno porque es creativo'.

-De ninguna manera damos este mensaje. Lo que sí decimos es que el hecho de que te pasen estas cosas provoca ver situaciones que otros no ven, y esto no es que nos lleva a decir 'si tienes un trastorno molas más' sino que nos plantea si los que tenemos juicio y cordura estamos viendo todo lo que hay. Estamos tendiendo la mano a la gente que tiene estos trastornos, porque nos pueden enseñar a vivir, nos pueden enseñar a mirar las cosas de otra manera.

Todos estamos mucho más cerca de lo que pensamos de poder sufrir un trastorno

La que separa realidad de ficción, cordura y locura, está en todos nosotros y es una linea fina. Estos encuentros que tuve para hablar de Camil me enseñaron a ver que todos estamos mucho más cerca de lo que pensamos de poder sufrir un trastorno o sus consecuencias. En la obra hablamos de cómo convivir con un trastorno y como reconstruirse.

-En tu trayectoria como creador reivindicas el uso de la comedia. ¿También para hablar de salud mental?

-Para mí es necesaria. No es que se pueda, es que es necesario. Me he documentado a través de entidades como Obertament y otras personas que sufren trastornos para tener su punto de vista y todos coinciden en defender que se pueda hacer humor de esta realidad tan dura. Siempre ha sido para mi una manera de explicar las historias y entender la vida. Sin humor viviríamos con mucha amargura. Para superar traumas o dramas de la vida necesitas hacer broma.

Entidades como Obertament y personas que sufren trastornos defienden que se pueda hacer humor de esta realidad tan dura

Ha sido muy sanador por parte de todo el equipo enfrentarnos al texto y los personajes jugando con el humor. El espectáculo agradece mucho que haya momentos muy difíciles en los que se pueda respirar con una sonrisa. Recuerdo que Andreu Buenafuente dice: la risa es la única salida. Yo estoy totalmente de acuerdo.

-¿Por qué crees que existe una mayor presencia de la salud mental en las artes escénicas?

-Creo que, tras la pandemia, mucha gente empezó a poner el foco necesario, mucha gente empezó a sufrir unas inquietudes y sensaciones no experimentadas antes. A partir de ahí hubo una gran demanda de los artistas de hablar de ello y los teatros también se hicieron cargo de que existía una angustia. Es bueno que la salud mental esté más presente en la cartelera y en nuestras vida.

Todavía nos da miedo hablar de los trastornos mentales más graves, porque implica cruzar al otro lado

De todos modos, tenemos mucho trabajo por hacer porque se habla más de ello, pero no se habla de los trastornos más graves, sigue siendo tabú. Estaría bien que empezáramos a normalizar de verdad lo que es tener un trastorno bipolar, sufrir esquizofrenia o trastornos que van más allá y son más complejos. Todos te marcan la vida, pero algunos te pueden dejar completamente destrozado, a ti y a tu entorno. Y todavía nos da miedo hablar de estas cosas porque implica cruzar al otro lado. Y de esto es de lo que hablamos en la obra.