Las recomendaciones de María José Valiente

Cuatro consejos básicos para sobrevivir a las vacaciones

Conversación con María José Valiente

EL PERIÓDICO

Maria José Valiente

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Las vacaciones de verano son uno de los momentos más esperados por todos, niños y mayores, durante todo el año. Sin embargo, esta experiencia puede verse afectada por diferentes factores que a veces no tenemos en cuenta y, sobre todo, por la decisión sobre con quién compartimos las vacaciones. El lugar al que vamos es importante, pero lo más importante es con quien viajamos, tanto si son familiares como si son amigos o personas recién llegadas a nuestra vida.

 Puede ocurrir que aunque nos llevemos muy bien con los compañeros de vacaciones, surjan conflictos y diferencias que no notamos tanto durante el año, y es entonces cuando descubrimos aquellas cosas de los demás que no conocíamos o que no nos gustan tanto. O cosas de nosotros mismos. Como decía César Pavese, viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños, y a perder de vista toda la comodidad familiar de tu casa y amigos. Estás en continuo desequilibrio y nada te pertenece, excepto el aire, el cielo, el descanso y tus sueños.

 Es decir, cuando viajamos estamos fuera de nuestra zona de confort, lo cual puede provocar algunas molestias en la convivencia. Por eso es necesario adelantarse, planear algunas normas de convivencia, y tratar de respetarse al máximo unos a otros teniendo en cuenta los diferentes gustos y necesidades. No todo el mundo es como tú. La gente no es como tú quieres que sea, la gente es como es. 

Causas de conflicto

-Sobreprotección constante: Ir dando lecciones de dónde estamos y de qué hacer, limitando la libertad de los demás.

 -Decidir de forma unilateral: Querer mandar en todo y en todo el mundo, convencido de que todo el mundo debe pensar como tú. No, no todo el mundo debe pensar como tú.

-Cansarse demasiado: Querer hacer aún más, a veces genera un estrés que no es necesario. De hecho, no hace falta querer conocer un país palmo a palmo, quizás hay que elegir lo que nos gustaría visitar y dejar margen para la improvisación. Ante todo ello, ¿Cómo evitar el conflicto?

Respetar

El respeto es fundamental, por más confianza que haya entre las personas. Los miembros de una misma familia pueden ser y pueden necesitar cosas muy diferentes, por lo que hay que respetar los diferentes gustos y criterios, e ir cediendo de forma consensuada y generosa.

Planificar

Antes de partir va bien organizar un poco el viaje e ir preparados para diferentes situaciones que podemos encontrar. No hace falta llevarlo absolutamente todo planificado, pero es bueno que no tengamos que perder tiempo si nos encontramos en momentos que ya habremos previsto, para evitar situaciones desagradables.

No juzgarse

No culpabilizar, no hacer un drama: La calma es un súper poder, y siempre nos hará sentir y bien, y aportar paz a los demás. La condición humana nos empuja a culpabilizar a los demás de todo lo que sale mal, y quizás a veces deberíamos mirar hacia nosotros.

Mantener algunas rutinas

Esto nos ayuda a descansar la mente, porque ya no debemos estar planificando continuamente. Cabe decir que la opción de viajar sólo es una gran oportunidad para descubrir los propios recursos, para interactuar con más gente, y para sentir la libertad de acción y la calma de poder decidir en cada momento. Al igual que la familia y los amigos son muy buena compañía, uno mismo también debería serlo. Viajar solo es una experiencia que todo el mundo debería probar, aunque esté en lugares cercanos, porque sin darnos cuenta, muchas veces se cae en una dependencia a la hora de viajar.

La opción de viajar sólo es una gran oportunidad para descubrir los propios recursos,

Otro tema importante son las redes sociales. Es un buen momento para dejarlas un poco a un lado, y sustituirlas más por libros y por observación de la naturaleza y de la vida a nuestro alrededor. En directo y en persona. Quizás cuesta mucho pasar de una actividad frenética y de un exceso de dopamina -hormona que nos estimula y puede hacernos dependientes- a una actividad de calma y de paz mental. Una vez más, organizarse puede ayudar a revisar las redes por la noche o por la mañana, saber que lo haremos. Pero no estar continuamente mirando los móviles siempre nos ayudará a ver y vivir la vida de mejor manera.

La vida es demasiado corta para llegar enojado a septiembre y necesitar vacaciones de las vacaciones

Para terminar: ama y déjate amar. Sé tolerante y compasivo. No hace falta enojarse. En serio, no hace falta. Siempre debe haber algún miembro de la familia o de los amigos más emocionalmente inteligentes, que prefiere la paz a la razón, que disfrute, que no olvide que somos un grupo. La vida es demasiado corta para llegar enojado a septiembre y necesitar vacaciones de las vacaciones. Bien organizados, hay tiempo para todo. Y aquí hemos venido a ser felices, no perfectas.

¿Vamos a ello? ;) Muy buenas vacaciones!!