El diario de Noah

Miedo a (volver a) caer

"Tengo miedo de volver a sentir algo por alguien y vuelvan a machacarme como lo hicieron"

"Quiero ser valiente y darle una oportunidad a esta nueva persona, pero el miedo me paraliza"

pareja enamorada

pareja enamorada / Milan Popovic | Unsplash

Noah Zafra

Noah Zafra

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tengo miedo, tengo muchísimo miedo. Tengo miedo de volver a sentir algo por alguien y vuelvan a machacarme como lo hicieron en el pasado. He vivido experiencias, aunque no muchas, que me han dejado heridas y no puedo evitar recordarlo cada vez que vuelvo a acercarme a alguien nuevo. Recuerdo a la persona que me hizo sentir especial para luego desaparecer sin explicación. A quien me decía que era demasiado intensa, que mis sentimientos eran una carga y estaba obsesionada.

Sin embargo, en otros momentos, otras personas me han acusado de no dar lo suficiente, de no esforzarme lo necesario y no querer con la suficiente intensidad. Esa contradicción me ha dejado confundida y con la sensación de que nunca podré hacerlo bien. Cuando me enamoro, me siento débil y vulnerable. Es como si abriera mi corazón completamente, permitiendo que alguien entre y vea mis inseguridades y miedos. Y es precisamente esa vulnerabilidad la que me aterroriza, porque en el pasado, han aprovechado esa debilidad para hacerme daño.

Cuando me enamoro, me siento débil y vulnerable. Es como si abriera mi corazón completamente

Tengo miedo de que vuelva a suceder, de que me rompan otra vez y esta vez no saber cómo reconstruirme. Quiero enamorarme y vivir esa experiencia mágica que veo en las películas y en los libros sobre el típico amor adolescente, sentir la intensidad recíproca al 100%, pero mi experiencia me ha enseñado que el amor también puede ser doloroso. Las personas pueden ser crueles, y a veces me pregunto si estoy lista para enfrentar eso otra vez.

"Me hace sentir feliz, sin embargo..."

Hace poco, empecé algo con alguien que jamás me hubiese imaginado antes. Al principio, no pensé que pudiera sentir nada especial, pero con el tiempo, empecé a notar que me hacía sonreír de una manera diferente, que esperaba con ansias sus mensajes y conversaciones. Me hace sentir feliz, y es una sensación increíble. Sin embargo, cada vez que empiezo a sentirme así de bien, una voz en mi cabeza me recuerda el dolor pasado y me dice que tenga cuidado. Me advierte de que nada es tan bueno como parece y que, como todo, se estropeara. Esa voz me llena de miedo y me hace querer retroceder, esconderme y protegerme.

¿Debería arriesgarme?

Me pregunto si debería hacerlo y mantenerme a distancia, o si debería arriesgarme y dejar que las cosas fluyan. Y sé que lo segundo es lo que realmente quiero hacer. Quiero confiar, quiero creer que esta vez será diferente, pero es difícil dejar atrás el pasado. Quiero ser valiente y darle una oportunidad a esta nueva persona, pero el miedo me paraliza. ¿Qué pasa si vuelvo a ser lastimada? ¿Qué pasa si esta vez es peor? A veces siento que sería más fácil renunciar al amor por completo, evitar el riesgo y la posible desilusión. Pero luego pienso en la felicidad que podría perderme, en los momentos tan bonitos que podría vivir.

A veces siento que sería más fácil renunciar al amor por completo

Quiero creer que es posible amar sin perderme a mí misma en el proceso, que se puede ser fuerte y vulnerable al mismo tiempo. Quizás esta nueva experiencia me enseñe algo diferente, quizás esta vez sea distinto. Pero, por ahora, sigo luchando con mis miedos, tratando de encontrar el coraje para abrir mi corazón una vez más.

Al final, me doy cuenta de que el miedo es una parte natural del proceso de crecer y aprender a amar. Decido darle una oportunidad a este nuevo sentimiento, sin dejar que mis inseguridades me consuman. Aprendo a valorar mis propios sentimientos y a confiar en mi intuición. Entiendo que no puedo controlar todo lo que sucede, pero sí puedo controlar cómo reaccionar y cómo proteger mi corazón sin cerrarlo por completo. Sé que no hay garantías en el amor, pero también sé que vivir con el corazón cerrado no es vivir en absoluto. Y, al final, prefiero haber amado y aprendido, que haberme dejado vencer por el miedo y jamás haberme permitido sentirlo.