LETRAS CON EMOCIÓN

La obsesión por "hacer historia": vanidad y parafernalia

"Este uso abusivo de la palabra histórico ¿será una muestra de nuestra vanidad?"

"No destacar en algo, en lo que sea, puede convertirse en un peso insoportable que degenere en una depresión"

Accede a todos los contenidos sobre Bienestar Emocional en SanaMente

El 55,4% de las personas que se automedican lo hacen llevados por estos perfiles de influencers.

El 55,4% de las personas que se automedican lo hacen llevados por estos perfiles de influencers. / Frimufilms. Freepik.

Xavier Vidal

Xavier Vidal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cada día sucede algo histórico. Cuenten el número de veces que en los medios de comunicación de masas leen o escuchan el adjetivo histórico que acompaña a cualquier nadería que alguien ha hecho. Lo histórico se ha hecho tan presente que se ha convertido en efímero. El pasado se borra de un plumazo y el futuro se supera sin haberlo vivido.

Lo histórico se ha hecho tan presente que se ha convertido en efímero

Esta tendencia a subrayar que cualquier cosa deviene en histórica embrutece el significado del adjetivo y resta importancia al concepto real de lo que significa el sustantivo historia. Según el diccionario de la RAE, en su tercera acepción, histórico/a es “digno de pasar a la historia. Trascendental, crucial, significativo. Este uso abusivo ¿será una muestra de nuestra vanidad? ¿Por qué se empeñan en convertir cualquier cosa en un momento que nunca más vamos a volver a vivir cuando al día siguiente la realidad nos vuelve a colocar en el lugar que nos corresponde? ¿Tan trascendental, crucial y significativo es todo?

La supervivencia más allá de nuestra existencia física es un deseo que algunos expresan con vehemencia y otros lo hacen con discreción, una codicia secreta. Que nos recuerden es una especie de mantra interno. Sí o sí, alguien nos está diciendo que debemos figurar en los anales de la historia por haber hecho, escrito, pensado, destacado en algún campo de las humanidades, la ciencia, la política. Es por ello que los más inútiles acaban pasando a la historia no por sus aportaciones a la humanidad sino por sus crímenes. Consiguieron su dosis de vanidad por la vía equivocada.

Los más inútiles acaban pasando a la la historia no por sus aportaciones a la humanidad sino por sus crímenes

La presión del historicismo es, en época de influencers, una losa que nos oprime. No destacar en algo, en lo que sea, puede convertirse en un peso insoportable que degenere en una depresión por sentirnos fracasados ante la incapacidad de ser conocidos en todos los mares de uno al otro confín.

Viviendo, ya hacemos historia. La que se construye desde los afectos y las intimidades

Ese es el momento exacto en el que uno debe convertirse en península. Pararse, mirarse desde la soledad y recorrer el caminito que nos une al continente familiar y de las amistades para darse cuenta de que viviendo, ya hacemos historia. La que se construye desde los afectos y las intimidades. Lo otro, la fama y la aparición en los libros de texto y tesis doctorales es pura parafernalia propia del capitalismo voraz. Una vez muertos, solo nos recordarán bien aquellos a los que amamos.