Seguridad alimentaria

Cómo saber si el pollo que tengo en la nevera está contaminado

Es recomendable revisar este tipo de carne antes de ingerirla, independientemente si está cruda o cocinada

Un estudio revela que el 70% del pollo de una gran cadena de supermercados está contaminado con bacterias resistentes

Qué pasa si has comido pollo contaminado

El pollo en mal estado puede ser muy perjudicial para la salud

El pollo en mal estado puede ser muy perjudicial para la salud / PIXABAY

Oscar Belloch

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Recientemente, protectoras como el Observatorio de Bienestar Animal (OBA) han denunciado que el 70% del pollo comercializado en una gran cadena de supermercados está contaminado con bacterias resistentes a los antibióticos, lo que ha causado incertidumbre en relación con un alimento que es ampliamente consumido por gran parte de la población.

El pollo es un producto que debe comerse fresco, ya que puede ser la causa de intoxicaciones alimentarias, normalmente leves, pero que podemos evitar con algunos indicios que podemos observar en esta carne antes de consumirla.

Cómo saber si el pollo está contaminado

Esta es la gran pregunta que muchas personas se hacen ahora mismo, pues la preocupación por el pollo es máxima en los últimos días. Lo primero que debes hacer si tienes pollo en la nevera es recordar cuánto tiempo lleva ahí, porque si hace más de dos días que se cocinó, es muy probable que algunas bacterias como la Salmonela se hayan introducido en la carne. Si no es el caso, tenemos que revisar que el color no sea grisáceo, que la textura sea normal -no pegajosa- y sin moho. Tampoco debe ser desagradable el olor que desprende, que podría recordar al del amoniaco.

Tirarlo de inmediato

De esta forma podemos identificar fácilmente si el alimento es apto para la consumición o, de lo contrario, si deberíamos tirarlo de forma inmediata. Por último, pero no menos importante, esta carne debe conservarse en recipientes estancos para evitar la contaminación cruzada, es decir, con otros alimentos que tengamos en la nevera.

Una intoxicación alimentaria por comer pollo contaminado puede ser muy incómoda para el que la padece, normalmente con pronóstico leve, pero puede tener abundantes vómitos y diarreas. En algunos casos, puede llegar a ser necesario el ingreso hospitalario, porque las toxinas ingeridas pueden ser muy dañinas para nuestro organismo.