Avances en el tratamiento de las neoplasias abdominales y pélvicas avanzadas: la carcinomatosis peritoneal

Actualmente, el Dr. Sabia combina su labor asistencial con la investigación clínica en los avances de la carcinomatosis peritoneal, en el departamento de Cirugía General y Oncología Quirúrgica del Hospital Sant Joan Despí Moisès Broggi y como responsable del programa de Cirugía Oncología Peritoneal en el Instituto Oncológico de la Clínica Teknon. Su quirúrgica se ha desarrollado en Centro de referencias de Italia, España y Estados Unidos.

El Dr. Sabia cuenta con una experiencia de más de 1500 intervenciones de carcinomatosis peritoneal. Los centros donde desarrolla su actividad están formados por los mejores expertos y dotaciones para el tratamiento de las metástasis peritoneales. 

Peritoneo, carcinomatosis peritoneal y su origen

El peritoneo es la membrana que recubre los órganos y la cavidad abdominal con una extensión de aproximadamente 1.7m².

Envuelve completamente o en parte los órganos intraabdominales, asegura la fijación de los mismos en la cavidad abdominal, asegura la ausencia de fricción entre las diversas estructuras, engloba y protege los elementos neurovasculares destinados al órgano correspondiente.

La diseminación de células cancerosas en la cavidad abdominal es una condición médica compleja y potencialmente letal, conocida como carcinomatosis peritoneal. Puede ser causada por varios tipos de cáncer originados en el mismo peritoneo, como el Mesotelioma Peritoneal Maligno y el tumor seroso-papilar de la superficie peritoneal, o por cánceres cuyo origen puede ser de colon, ovario, apéndice (Pseudomixoma Peritoneal), estómago, tumores neuroendocrinos y cáncer de páncreas, entre otros.

Se produce cuando las células cancerosas se diseminan hacia el peritoneo a través de diferentes vías; el sistema linfático, el sistema circulatorio o mediante la diseminación directa de células cancerosas debido a la ruptura espontánea del tumor primario y/o como consecuencia de la manipulación quirúrgica.

Los factores de riesgo para el desarrollo de la carcinomatosis peritoneal incluyen la etapa avanzada del cáncer primario, la invasión de órganos cercanos y la rapidez en la actuación en diagnóstico y tratamiento. Por ello, es fundamental la derivación temprana a centros y/o grupos especializados.

Síntomas y pruebas diagnosticas

Los síntomas de la carcinomatosis peritoneal pueden variar según el tipo de cáncer primario y la extensión de la enfermedad. Algunos síntomas comunes incluyen dolor abdominal, distensión abdominal, dificultades respiratorias, pérdida de peso inexplicada, náuseas y cambios en los hábitos intestinales. Sin embargo, estos síntomas casi siempre son inespecíficos y también pueden estar presentes en otras enfermedades abdominales, lo que dificulta el diagnóstico preciso y precoz.

El estudio de la carcinomatosis peritoneal se realiza mediante una combinación de pruebas de imagen, como tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y/o PET-TAC, pruebas de laboratorios y biopsias de tejidos.

Cuando no es posible diagnosticar la enfermedad con pruebas radiológicas, en algunos casos concretos, es necesario realizar, en centros especializados y por un equipo dedicado, una intervención quirúrgica mínimamente invasiva conocida como laparoscopia exploradora, que permite visualizar directamente el abdomen, recoger muestras tumorales, analizar y valorar objetivamente la enfermedad en el peritoneo para determinar y planificar la mejor estrategia terapéutica.

La importancia del tratamiento multidisciplinar y centros de referencias

El tratamiento de las metástasis peritoneales es el resultado del esfuerzo de muchos profesionales especializados y las decisiones se toman siempre en el contexto de un Comité oncológico multidisciplinar.

El plan terapéutico frecuentemente puede iniciarse con la administración de quimioterapia endovenosa. En estos casos se suelen administran de tres a seis ciclos de tratamiento y se evalúa su respuesta mediante pruebas de imagen; en algunos pacientes es necesario revalorar la respuesta mediante una nueva laparoscopia exploradora.

Dependiendo de los resultados de estas pruebas, se decide si el paciente es apto para la cirugía radical o en caso de progresión tumoral se valora cambiar esquema de quimioterapia y/o aplicar nuevas estrategias terapéuticas.

Entre los últimos avances en el manejo de las metástasis peritoneales se ha sumado una nueva técnica de administración de quimioterapia directamente en cavidad abdominal, que es la técnica PIPAC (quimioterapia intraperitoneal presurizada en aerosol). Se realiza a través de una cirugía laparoscópica (mínimamente invasiva) y se indica en pacientes inicialmente no tributarios de cirugía por el alto volumen tumoral, con la intención de potenciar los efectos de la quimioterapia sistémica, ralentizar la progresión tumoral mejorando la tasa de supervivencia y/o reducir al máximo la carga tumoral peritoneal para poder rescatar los pacientes a la cirugía radical.

Tratamiento quirúrgico, la clave para controlar la carcinomatosis peritoneal

El tratamiento quirúrgico radical (CRS + HIPEC) representa el propósito principal del tratamiento multidisciplinar y se basa en la combinación de cirugía citorreductora (CRS) y quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC). La cirugía citorreductora tiene como objetivo eliminar todo el tumor macroscópicamente visible en la cavidad abdominal, mientras que la HIPEC implica la administración de quimioterápicos asociados a hipertermia, directamente en la cavidad abdominal durante la cirugía, para erradicar el residuo tumoral microscópico circulante.

La cirugía radical (CRS) representa la piedra angular del tratamiento multidisciplinar, el momento clave para incidir de forma decisiva en la evolución del proceso oncológico. Tiene como objetivo absoluto, la eliminación de todo el tumor visible mediante la técnica específica de peritonectomía, implementada por el Prof. Paul Sugarbaker y frecuentemente asociada a extirpación multiviscerales como el colon, estómago, intestino delgado, ovarios, bazo, o parte del páncreas, según la gravedad y extensión de la carcinomatosis peritoneal.

La quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC) representa el procedimiento útil e indispensable para potenciar y consolidar la gran agresión quirúrgica.

Este enfoque combinado ha demostrado mejorar la supervivencia y hasta curar pacientes en casos seleccionados. El éxito del tratamiento depende en gran medida del tipo de cáncer primario, el estadio de la enfermedad, la biología tumoral, la respuesta individual al tratamiento y la rapidez en derivarse a un Centro de referencia.

Sin una cirugía oncológica radical y completa, el tratamiento multidisciplinar pierde su enfoque potencialmente curativo, por eso la importancia de realizarlo por parte de Grupos experimentados.

El presente y el futuro en las neoplasias de la superficie peritoneal

En los últimos años, ha habido avances significativos en el tratamiento de las metástasis peritoneales y seguimos llevando a cabo investigaciones, tanto a nivel nacional como internacional, para explorar nuevas estrategias de tratamiento y mejorar los resultados a través de: Biomarcadores predictivos, Terapias dirigidas, Quimioterapia intraperitoneal mejorada y Terapia genética.

Es aconsejable que solo grupos altamente formados y especializados en el tratamiento de las metástasis peritoneales, desde el inicio del proceso, planifiquen la mejor estrategia terapéutica para esta etapa avanzada del cáncer, supuesto que el correcto enfoque y tratamiento es lo que marcará supervivencia y calidad de vida futura de los pacientes.