Punto negro

La C-58 supera a la AP-7 en víctimas de tráfico en el Vallès

El principal acceso a Barcelona se posiciona como la vía con más accidentes en la comarca

Colas kilométricas en la AP-7 por un accidente y acumulación de tráfico a las puertas de agosto

Carretera C-58.

Carretera C-58. / ACN

Clàudia Mas

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La carretera C-58 se ha consolidado como el principal acceso a Barcelona desde el Vallès Occidental. Además, también lo ha hecho como la vía con más accidentes de tráfico con víctimas en la comarca en 2024. Según los datos proporcionados por el Servei Català de Trànsit (SCT) a este diario, la C-58 se ha erigido en un punto negro de la red vial. Desde enero hasta julio de este año, la C-58 ha registrado 107 accidentes con víctimas, superando a la autopista AP-7 a su paso por los dos valleses, que ha contabilizado 87 accidentes en el Occidental y 50 en el Oriental.

El número de accidentes en las arterias principales de la comarca ha aumentado los últimos años, si bien la pandemia marca un tanto la estadística. En 2020, se registraron 115 accidentes en esta carretera, mientras que en 2021 la cifra ascendió a 174, en 2022 llegó a 198 y, en 2023 fueron 193. Esto representa un incremento del 68% en el número de accidentes entre 2020 y 2023 paralelo a la recuperación de la movilidad en Catalunya.

En la AP-7, el Vallès Occidental presenta una mayor siniestralidad que el Vallès Oriental. De este modo, en 2020 se registraron 87 accidentes con víctimas en el Vallès Occidental y 54 en el Vallès Oriental. Para 2023, estas cifras aumentaron a 174 en el Vallès Occidental y a 100 en el Vallès Oriental. Esto equivale a un aumento del 104% el pasado año en la primera y del 85% en su vecina oriental en el número de accidentes con víctimas respecto a los últimos tres años.

Pero el poscovid no es la única explicación al incremento. La eliminación de los peajes en las autopistas, en septiembre de 2021, ha llevado a una disminución del uso de carreteras secundarias y ha potenciado el tráfico en las vías de alta capacidad, como la AP-7 y la C-58, dos arterias clave de Catalunya. Así, la mayor densidad de tráfico ha provocado un aumento significativo de los accidentes, también durante el primer año sin peajes en la AP-7, y las retenciones aumentaron en un 153% durante los días laborables.

El director de Trànsit, Ramon Lamiel, ya apuntó hace unas semanas que la liberación de los peajes en esta autopista hace tres años ha comportado un crecimiento de vehículos que todavía dura, por lo que se está "al límite de capacidad" de la vía. Por este motivo, el Servei Català de Trànsit ha anunciado un plan de choque (2024-26), con un presupuesto de 12 millones, para gestionar la velocidad de la AP-7 con sistemas de velocidades variables en más de 100 kilómetros y el uso de inteligencia artificial.

Aunque el número de accidentes con víctimas ha crecido, en ninguna de estas grandes vías se ha producido un accidente mortal en 2024 hasta la fecha.

¿Y las otras vías del Vallès?

A una distancia considerable de la siniestralidad registrada en la autopista Mediterránea a su paso por el Vallès y la C-58, se encuentran la C-17 y la C-16. En la C-17, en su tramo por el Vallès Occidental, es poco común que se registren accidentes mortales. Desde 2020, no se ha constatado ningún siniestro fatal en esta vía, y en lo que va de 2024 solo se han reportado siete accidentes con heridos leves. Sin embargo, en el tramo de la C-17 que atraviesa el Vallès Oriental en dirección a Vic ya se han registrado dos accidentes mortales en 2024 y 77 siniestros con heridos leves. Finalmente, en la C-16, se han reportado dos víctimas mortales y 39 accidentes con heridos leves.

Una perspectiva global

Con respecto a la siniestralidad en Catalunya, hasta el pasado 31 de julio, 80 personas han perdido la vida en 73 accidentes mortales en la red viaria interurbana. Estas cifras representan una reducción del 13% respecto al mismo periodo del año pasado, cuando murieron 92 personas en 81 siniestros. Además, en los primeros siete meses de 2024, se han registrado 485 heridos graves en accidentes de circulación, lo que supone 58 más que en 2023, un aumento de casi un 17%.