Vuelta al cole
Ruta antiestrés por Barcelona: descubre cómo hacer la vuelta al trabajo más llevadera
Ojalá ser Tamara Falcó para no saber lo que es madrugar. Pero no tendrás tanta suerte. Vuelve la rutina después de vacaciones, sí, pero así se te hará más fácil digerirla
Caga2dos Experience: ¿quieres ir de ruta paranormal con los cazafantasmas de Barcelona?
Abel Cobos
Periodista
Buenos días. Es la alarma de tu teléfono, que vuelve a recordarte que toca reengancharse a la rutina. Adiós aviones, semanas de no hacer nada y playas paradisíacas. Hola de nuevo cafés insípidos, reuniones eternas y cadenas de mails más pesadas que la tortura de Sísifo. ¿Cómo superar el trauma de volver a trabajar? Apúntate esta ruta antiestrés por Barcelona.
1. Desestrésate a golpes
Terapia de relajación
2x1: desestresarte y engancharte al gimnasio. ¿Cómo? Gracias a uno de los deportes cada vez más de moda, el boxeo. En Barcelona tienes a los reyes del fitboxing, Brooklyn Fitboxing. Son famosos por su técnica, que alterna golpes de boxeo al ritmo de la música con entrenamiento funcional. Vamos, darte de hostias contra un saco y luego soltar adrenalina sudando la gota gorda.
¿Dónde encontrarlos? En decenas de ubicaciones por toda la ciudad: Eixample (Muntaner, 118; Ausiàs March, 145), Gràcia (Gran de Gracìa, 13; Escorial, 102), Sant Andreu (Potosí, 2), Les Corts (Joan Güell, 220), Poblenou (Diagonal, 97), Sant Antoni (Tamarit, 96), Sant Martí (Espronceda, 256) y Sants (Numància, 20).
Hay otro lugar donde soltar endorfinas a base de palos. Aunque aquí sin ningún tipo de intención deportiva: cambias los guantes de boxeo por bates. Son las salas de la rabia, habitaciones donde pagas por objetos y muebles que destruir a golpes. Violencia justificada: todo para liberarte del estrés. En Barcelona (y alrededores) lo tienes en varias salas: Axerum (Vilanoveta, 3, Vilanova i la Geltrú), The Rage Room (Pau Alsina, 20, Barcelona) y Mega Game Cornellà (paseo dels Ferrocarrils Catalans, 138, Cornellá de Llobregat).
2. Relájate en un spa
Masajes, saunas y ‘self-care’
Si lo de desestresarte a base de hostias lo dejas para los del Grand Prix, pásate por un spa. Aquí te mimarán más que a Ana Rosa en Mediaset. Uno de los más famosos es el 43 The Spa, el spa de Hotel Arts Barcelona (Marina, 19-21). Los ingredientes del éxito: una piscina interior bien acristalada, donde el sol toque bien fuerte y con vistas panorámicas de la ciudad.
Otra opción, el Hotel Sir Victor (Rosselló, 265). Su piscina con hidromasaje está acoplada a un gran ventanal con vistas a un jardín interior y rodeada por sofás donde echarte una buena siesta. Perfecto para volar al Nirvana después de un baño y un masaje.
Una opción más low-cost, el Mind Oasis de Rituals (paseo de Gràcia, 6), que te sale a partir de 19,50 euros para sesiones exprés de 20 minutos. Es el primer spa inmersivo de la ciudad, que ofrece dos terapias que suenan a Spielberg: el hidromasaje sin agua y el masaje mental. Ambas usan desde sonidos a lo ASMR hasta aromaterapia y masajes inteligentes para darte una sensación de desconexión total.
3. Sienta la cabeza
Encuentra pareja
¿Llevas semanas con una piña en tu carrito mientras paseas por los congelados del Mercadona? Si tan desesperado estás por dejar atrás los rolletes de verano y, aprovechando que llega el otoño, encontrar una pareja con la que hacer planes cuquis de acurrucarse en el sofá, hay decenas de lugares donde buscar tu media naranja.
Los expertos en “curar” la soltería son Gruppit y sus grupos de ‘singles’. Tienes sus 'afterwork', cada miércoles en el Hotel Ocean Drive (Aragó, 300), sus tardeos, sus fiestas, sus cenas y sus escapadas. Decenas de planes para encontrar al amor de tu vida.
Otra opción son las cenas con desconocidos de Timeleft, una plataforma que agenda eventos para hacer nuevas amistades (y lo que surja). Un soplo de aire fresco para los que quieren ampliar su círculo social sin estar enganchados a decenas de conversaciones insulsas en aplicaciones de citas.
¿No quieres buscar, sino que te encuentren? También hay opción para los vagos del amor. Deja tu nombre, tu Instagram o tu móvil en el Tinder analógico de la papelería Raima (Comtal, 27), un mural lleno de solteros dispuestos a enamorarse. Y sí, funciona: de aquí han salido parejas.
4. Sal de fiesta
Tardeo en fines de semana
‘Work hard, party hard’, que decían por los albores de internet. Es decir, trabaja duro, y fiestea igual de duro. Nada mejor que ahogar las alarmas diarias a base de cubatas. Barcelona está siempre animada, pero septiembre suele venir bien cargado de planes, con una agenda de ocio y fiesta increíblemente nutrida. Una de las opciones más populares del ocio barcelonés es el tardeo. Apunta las mejores sesiones de este mes.
Tras su cierre de agosto, La Paloma (Tigre, 27) estrena nueva temporada que intercala planes nocturnos y diurnos. Lo mismo con el Club P62 (avenida Paral·lel, 62) y las fiestas Magnífico Club, en la Sala Magic (paseo Picasso, 40), Common People, en Razzmatazz (Almogàvers, 122), la Glove Party, en el Casino de La Floresta (Casino, 27,Sant Cugat del Vallès) y la Churros, que vuelve a Sala Apolo (Nou de la Rambla, 113), tras su verano en La Terrazza. Hablando de La Terrazza (avenida Francesc i Guàrdia, 13): continúa su temporada veraniega hasta octubre. Cada finde, fiestas diurnas (y nocturnas).
Y en el horizonte también se divisan los últimos festivales de la temporada. El Festival•B, los días 27 y 28, con un cartel donde destacan los nombres nacionales (como Mushka, Ralphie Choo, Guillem Gisbert o Julieta). También el BAM, del 20 al 24, el festival alternativo durante la Mercè. Y una nueva edición de Fury, la quinta, que el día 21 trae a los grandes Brutalismus 3000 y VTSS en un minifestival de 13 a 23 h en la Fira de Montjuïc. Por supuesto, hablando de festivaleo, no puede faltar el Brunch Electronik, que tiene ya programadas fechas hasta noviembre.
5. Aprovecha el sol
Últimos coletazos de verano
Vale, quizá esta semana está cayendo un diluvio universal. Pero las predicciones apuntan a que todavía no se ha acabado el verano, y todavía quedan unas semanas (hasta meses) de calorcito. Nada mejor que recargar las pilas tomando el sol para hacer más llevadera la rutina y sentir que todavía falta mucho para el invierno.
Un buen sitio donde exprimir los últimos coletazos del verano es con el terraceo. Un vinito fresco y el calor de media tarde y hasta la reunión de Zoom más tediosa se queda en el olvido. Pásate por Bosco de Lobos (Diagonal, 605): con más de 20 mil seguidores, esta instagrameable terraza es perfecta para pegarte una buena comilona y sacar unas ‘stories’ de envidia. Igual de recomendable es Vivanda (Major de Sarrià, 134), un “restaurante jardín”, como se define, que hace de oasis en medio del asfalto barcelonés.
Última batería de recomendaciones: el jardín del Hotel Alma (Mallorca, 271), el Hotel Petit Palace Boqueria Garden (Boqueria, 10), que hace de entrada a los jardines de la Casa Ignacio Puig, el convento de Sant Agustí (Comerç, 36), el CC Can Déu (plaza Concòrdia, 13), el bar de La Central del Raval (Elisabets, 6) o el Ateneu Barcelonès (Canuda, 6). Todas, terrazas pintorescas, perfectas para tomar algo... y para rendirse ante el postureo en Instagram.
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