El jardín viral de Barcelona con más de 150.000 girasoles

Ni que estuvieras en un cuadro de Van Gogh. Se ven girasoles hasta donde alcanza la vista. Más rincones instagrameables de los que podría asumir Tamara Falcó. Este viernes se ha abierto nueva veda viral: aquí hay más de 150.000 girasoles para posturear. 

Niudalia, se llama este paraíso selfie. Destino viral para echarse flores en Instagram y TikTok. Sus vídeos con fondo de postal tienen cientos de miles de visualizaciones en redes. Están en Capolat, en la comarca del Berguedà (Barcelona), entre montañas y vacas, a hora y poco del asfalto de la gran ciudad. Acaba de reabrir hoy y ya tienen casi 400 reservas para este fin de semana. De aquí a finales de mes, casi mil. (La entrada cuesta 10 €; 15 €, con visita guiada. Aquí puedes planificar la visita). 

Se avistan cientos de miles de girasoles: amarillos, rojos, negros, blancos. Ya están montando zonas de pícnis con vistas y nuevo atrezo para posturear. La temporada dura, en principio, hasta el 31 de agosto, si el tiempo acompaña. Algunos girasoles –advierten- se han dañado por culpa de la granizada de la semana pasada. “Contra la climatología no puede luchar nadie”, se encoge de hombros Adrián Cerdán, director comercial de Niudalia. 

Se hizo viral en redes como “el jardín de los 100.000 tulipanes”, aunque suelen tener muchos más durante la temporada primaveral. Más de 250.000 flores en total, calculaban los socios el pasado abril. Tulipanes, jacintos, narcisos, hasta tenían un río morado de 65.000 muscaris. Recibían más de 100 llamadas al día. 

Fotogalería de la pasada temporada de tulipanes de Niudalia

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Abren 7 meses al año. Eso intentan si el cambio climático lo permite. De finales de marzo a octubre. Abril es temporada de tulipanes. Ahora en agosto toca girasoles. Las estrellas de Niudalia –las dalias- se dejarán ver desde mediados de septiembre hasta finales de octubre, siempre que el clima acompañe.  

Es el emblema del proyecto: Niudalia = nido de dalias. “Es más duradera –justifican-, y para fotografiar es brutal”. Ellos tienen cientos de variedades. “Queremos ser el referente a nivel español de la dalia”, confía Josep. 

Josep Mosoll es CEO y cofundador del proyecto. Ojo, que a poco que te descuides, te deja plantado. Aquí todas las flores las plantan a mano. Él pisa poco asfalto. Agricultor de toda la vida. Adicto a las dalias y a la fotografía. Le encanta regalarle flores a su pareja, claro. A ella no tanto –se ríe él-, le sabe mal que se mueran. “Qué bonita –le agradece ella el gesto romántico-, pero busca una maceta, ¡rápido!”. Tiene que arrancarle las flores con bulbo para replantarlas. Es la diseñadora floral del jardín, Nerea Nuño.

Suelen hacer colaboraciones con ‘influencers’, pero también montan sesiones de fotos para instagramers novatos, talleres de plantación, hasta bodas. Hay mucha pedida de mano.  

¿Su secreto? “Pasión –asegura Josep-. No hay más: pasión. Siempre estás trabajando con el corazón, nunca con la fuerza. Si no, es imposible continuar”. En el campo, promete, hay mil factores incontrolables que pueden hacer que no salga bien. Muchos nervios, muchas noches sin dormir, asegura. Y mucha adrenalina cuando todo encaja. ¿Que qué compensa? “Te da paz –confiesa-. Es muy gratificante trabajar con la naturaleza”.