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Bike Surf: pedalea en bici por el mar en Barcelona

Es la novedad del verano en la Barceloneta: pasear sobre las aguas a lo Jesucristo en versión Induráin. Es un invento catalán que ha llegado hasta la Antártida  

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Jordi Donnay (de blanco), durante uno de sus paseos en Bike Surf con el Hotel Vela de fondo.

Jordi Donnay (de blanco), durante uno de sus paseos en Bike Surf con el Hotel Vela de fondo. / Elisenda Pons

Ana Sánchez

Ana Sánchez

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La gente te mira frotándose los ojos. Como al ver un truco de escapismo de Puigdemont. Ahí estás, paseándote por el mar con más pachorra que Aquaman. Te montas en la bici y te echas a flotar. Ahora cualquiera puede pedalear sobre las aguas a lo Jesucristo en versión Induráin. 

Es la novedad de esta temporada en Barcelona: “Bike Surf”, lo llaman. Sí, con esta bici se puede hasta surfear. “Es mucho más fácil que un paddle”, te garantiza Jordi Donnay a pie de orilla. Acabarás haciendo hasta carreras el primer día. Esto no lo vuelca ni Froilán una noche de fiesta.  

Detalle de una bici acuática.

Detalle de una bici acuática. / Elisenda Pons

Hace apenas tres semanas que Jordi guía a pelotones ciclistas sobre las aguas de la Barceloneta. “Paseos en bici por el mar”, anuncia en Instagram (Bikesurfbcn). Postureo a pedales hasta el Hotel Vela, ida, chapuzón, selfies y vuelta. “El postureo es una parte importante del paseo”, da fe. “Todo el mundo quiere sacar fotos”.  

Las bicis acuáticas se cruzan con una tabla de paddle surf.

Las bicis acuáticas se cruzan con una tabla de paddle surf. / Elisenda Pons

Es de los que salen a nadar casi cada día. También hace mucha salida en bici de secano. “Yo practico lo que me echen”, se ríe Jordi. Socio veterano del Club Natació Atlètic-Barceloneta. Está acostumbrado a que sus negocios vayan sobre ruedas. Viene del mundo del automóvil. Ahora se ha pasado al ciclismo acuático. Tiene 6 bicis, de momento (las alquila a partir de 20 euros la hora). “La gente tiene mucha curiosidad”, asegura. Más adelante, espera añadir salidas deportivas, entrenamientos de ‘cycling’ y excursiones más largas. Hasta el fin del mundo, si se lo propusiera. Estas bicis acuáticas han llegado hasta la Antártida

Josep Rubau, Lluís Balasch y Jesús Prieto, durante su expedición en bici acuática por la Antártida.

Josep Rubau, Lluís Balasch y Jesús Prieto, durante la expedición en Red Shark Bikes por la Antártida. / Nacho Cembellín

Es un invento catalán: Red Shark Bikes. Así se llaman las bicis y la compañía que las fabrica. Tienen oficina y ‘showroom’ en Roses (Port Esportiu 10-11). ¿Precio? Desde 2.475 €. Se multiplican por las aguas como los memes de la reina Letizia en los Juegos Olímpicos. Ya se avistan en 72 países, detallan. De Canadá a Japón, del lago Tahoe a la Tierra del Fuego. “Incluso hay atletas olímpicos que están entrenando con ellas”, asegura su CEO. Tienen un modelo “fitness”, la versión acuática de una bici de carreras. Esta semana, si el viento lo permite, el ciclista extremo Christian Nardecchia intentará cruzar el Mediterráneo sobre una Red Shark: de Bastia (Córcega) a Latina (370 km). En julio estuvieron correteando con ellas en Barcelona algunos participantes de la Copa América.  

El diseño es de Josep Rubau, es el CEO de Red Shark Bikes. Podría hacerle la competencia a Q, el inventor de James Bond. Ha llegado a crear un supercoche mezcla de avión de combate y Fórmula1 (Tramontana). Es un loco de las bicis también. “Hasta que me caí y me rompí el codo”, se encoge de hombros. “Si tenemos que hacer una bicicleta –pensó entonces- que sea una en la que no te rompas ningún hueso”. Así surgió la idea. “Ahora si te caes –se ríe- te refrescas como mucho”. 

Paseo en bici por la Barceloneta.

Paseo en bici por la Barceloneta. / Elisenda Pons

Vendría a ser un tabla de paddle con el chasis de una bici. El manillar gira igual. “El timón está en la parte frontal”, detalla el inventor. “Y debajo está propulsado por una hélice”. Es igual que ir en bici pero sin frenos. (Hay que pedalear hacia atrás para evitar los choques). Da casi la misma sensación de estabilidad que una bicicleta de ‘spinning’. “Tiene una tecnología que, cuando la pones en el agua, se llenan unos pequeños depósitos que hay en el chasis que bajan el centro de gravedad”, justifica su diseñador.

“Nosotros vamos pedaleando con el teléfono y con calzado normal”, promete Josep. Hay quien pedalea sobre el agua hasta con culottes y zapatillas con calas, como en una bici de carretera. “Entre los amigos decimos que es el confesionario –se ríe el CEO-. Nos ponemos a pedalear y como no tenemos ningún obstáculo ni ruidos, nos ponemos a charlar”. Y así han llegado hasta el fin del mundo.  

Un momento de postal de la expedición con Red Shark Bikes.

Un momento de postal de la expedición a la Antártida. / Nacho Cembellín

Han sido los primeros en pedalear en bici por la Antártida. Los primeros que han llegado al círculo polar antártico en bicis acuáticas (lo hicieron con un velero de apoyo). “Era un sueño de tres amigos que compartimos piso estudiando en Barcelona –explica Josep-. Y cuando terminamos, dijimos: ‘Si en 30 años aún somos amigos, tenemos que hacer un viaje por Sudamérica hasta el fin del mundo’. Y así fue”. 

Vista aérea de la expedición en bici.

Vista aérea de la expedición acuática en bici. / Alfonso Dors

Hicieron la expedición este marzo: Josep Rubau, Lluís Balasch y Jesús Prieto. Les acompañó y asesoró un cuarto amigo, Antonio de la Rosa, aventurero extremo. Parecen fotos imaginadas por una inteligencia artificial. Pedalearon entre focas, pingüinos, orcas, ballenas, cachalotes. “Al no hacer ruido, no se asustaban”, recuerda Josep aún emocionado. “Cada día era un espectáculo”

Con las bicis aparcadas a pie de iceberg.

Con las bicis aparcadas a pie de iceberg. / Alfonso Dors

Ahora están preparando un documental de la hazaña a pedales. Estará listo a finales de año”, prevé Josep. De momento, se puede visitar este mes la expedición en formato expo en la Farinera de Castelló d'Empuries. “La historia de un sueño –resume el diseñador- hecho realidad”. 

Partidos de surf polo

No es lo más insólito con lo que se puede topar uno este verano por el mar en Barcelona. Hace años que Blue Salt School monta partidos de surf polo: waterpolo sobre tablas de surf. “Para entrenar la remada de surf –explican- con diversión añadida”. Se juega cada viernes en la plataforma marina del Fòrum. Tragas más agua que Leonardo DiCaprio en 'Titanic', sí. “Pero más tragas con las olas”, te replicarán ellos. Aviso: es más agotador que intentar hacer el árbol genealógico de Tamara Falcó.

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