Dónde dejarse ver

El bar de Barcelona que mantiene vivo el espíritu del Paral·lel con varietés y cabarés mamarrachos

Aquí se han hecho desde subastas de arte kitsch hasta ‘drag’ con el búho de Duolingo. Es La Federica, el ‘place to be’ del Poble Sec.

Kika Superputa llevando a cabo su espectáculo 'Masterclass' en La Federica.

Kika Superputa llevando a cabo su espectáculo 'Masterclass' en La Federica. / JORDI OTIX

Abel Cobos

Abel Cobos

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Cruzas la puerta y parece un bar cualquiera del Paral·lel. Todo apunta a esto mismo: barra amplia, parroquianos apoyados con sus cañas, estantes colmados de bebidas, mesas llenas de cócteles y grupitos charlando y bebiendo. Lo que no te imaginas es que, cruzando un arco que lleva a la trastienda, ahora mismo hay un dinosaurio tirado en el suelo soltando saetas proféticas sobre una inminente muerte provocada por un meteorito mientras una travesti dirige la escena con la mano dura de Spielberg.

Este espectáculo, conducido por la ‘drag’ Kika Superputa, es uno de los muchos números que amenizan las noches en La Federica (Salvà, 3). El bar, heredero espiritual del Paral·lel más cabaretesco y mamarracho, se ha convertido en uno de los ‘place to be’ de la noche barcelonesa. Y sí, aunque ahora la zona del Poble Sec alrededor de la avenida sea una arteria del ocio nocturno, hace nueve años, cuando abrieron el actual bar de copas, no era así.

Exterior del bar La Federica, en el Poble-sec.

Exterior del bar La Federica, en el Poble Sec. / JORDI OTIX

Ahora están de cumpleaños: “Este julio cumplimos nueve años”, recuerda Albert, uno de los fundadores. Abrieron aquí porque querían alejarse del mítico Gaixample: “Buscábamos algo más local, menos turístico”. Así aterrizaron en el Poble Sec, en una época en la que había poca oferta LGTBI y en la que de los míticos cabarés del Molino solo quedaba el recuerdo. Fueron pioneros: casi una década después de su llegada, el barrio se ha establecido como punto neurálgico de la comunidad ‘queer’ y del moderneo local. Lo demuestran aperturas como Lo de Carmen (avenida Paral·lel, 104) o Rouge (Poeta Cabanyes, 21), que satisfacen la creciente demanda de ocio en la zona.

De miércoles a domingo tienen una agenda llena de espectáculos. Y en la gran mayoría de eventos cuelgan el ‘sold out’. Aquí se hace de todo: desde planes culturales (como monólogos, demostraciones de baile o presentaciones de arte), hasta travestismo, tómbolas y puro mamarracheo. Por su escenario (o trastienda, más bien) pasan semana tras semana algunos de los nombres más potentes del artisteo barcelonés. Han acogido decenas de eventos surrealistas, desde una subasta de arte donde se vendió un Guernica inspirado por ‘Sálvame’ hasta un cabaret travestí con el búho de Duolingo de protagonista. Y han visto crecer a artistas que ahora son gigantes, como Pitita, la actual reina regente del ‘reality’ de Atresmedia ‘Drag Race España’.

La 'drag' Kika Superputa en un espectáculo celebrado el día del orgullo LGTBI, 28 de junio, en La Federica.

La 'drag' Kika Superputa en un espectáculo celebrado el día del orgullo LGTBI, 28 de junio, en La Federica. / JORDI OTIX

Además, prometen, los ‘shows’ son siempre “en pequeño formato”. No importa cómo de grande sea la estrella que actúa. Da igual que haya ido a ‘La Voz’ o que haya participado en giras mundiales. Aquí el aforo máximo son 50 personas, así que hasta la última fila ve sin ponerse las gafas. Es otro incentivo para pasarse: al tratarse de un formato tan pequeño, les dan creatividad total a los artistas. "Se llena rápido, así que pueden hacer números muy bizarros. Si fuera un local más grande tendríamos que hacer cosas más ‘mainstream’ para llenarlo”, comentan. Es por eso —y por el cariño que guardan al local que los vio crecer como artistas— que tantos siguen volviendo para repetir bolo a pesar de tener las agendas llenas. Apúntate La Federica, un imprescindible.