Desde chapuzones con vistas hasta baños en azoteas: estas son las mejores piscinas de Barcelona

Es hora de mojarse. No, no es la última crítica de Podemos a Yolanda Díaz para que deje las consignas tibias en Twitter y actúe como miembro del Gobierno. Es porque ya es hora de estrenar la piscina. La temporada de lluvias estivales (parece) que dará tregua y el sol picará con el típico ahínco de julio. Estos son los mejores rincones donde pegarse un chapuzón.

1. Piscinas ‘instagrameables’

Los mejores ‘selfies’ en bañador

¿Eres de los que no dudan de presumir de cuerpo en cuanto se ponen el bañador? Pues hazte el ‘book’ de fotos veraniego en piscinas ‘instagrameables’, para que el fondo acompañe tu mejor perfil. La clásica es la Piscina Municipal de Montjuïc (avenida Miramar, 31), con vistas impecables de la ciudad que han dado fotografías y videoclips icónicos, como ‘Slow’ de Kylie Minogue e ‘Illusion’ de Dua Lipa. Entrada general a 7,55 €.

Igual de monumental es el lago del parque de la Creueta del Coll (Mare de Déu del Coll, 77). Esta piscina está enmarcada en las paredes de roca del monte, está rodeado de vegetación y, desde uno de sus extremos se puede ver el 'Elogio al agua' de Chillida, suspendida en el aire gracias a unos grandes cables de metal. Entrada general a 2,49 €.

2. Piscinas en azoteas

Plan romántico veraniego

Más propuestas para los adictos al postureo: piscinas en azoteas. Sí, las hay. Y no, no te imagines la típica piscina de plástico llenada con cuatro cubos de fregar. Son las de los hoteles, espacios tan enfocados al turismo que, en ocasiones, nos olvidamos de que los locales también podemos disfrutar de ellos. Eso sí, la mayoría de estas piscinas están reservadas a sus clientes. ¿Sugerencia? Regálate una noche de hotel a lo escapada romántica dentro de tu propia ciudad. Ya que no tendréis que salir a hacer turismo, podréis dedicar todo el día a la piscina y al bufé del restaurante.

Anota estas recomendaciones: Catalonia Magdalenes (Magdalenes, 13-15) y H10 Madison (Dr. Joaquim Pou, 2-6), ambos con piscinas con vistas a la catedral, Andante Hotel (Drassanes, 23), desde cuya piscina te puedes fotografiar con Ciutat Vella a tus espaldas, o H10 Metropolitan (Rambla de Catalunya, 7), en un interior de 'illa', rodeada de balcones, fachadas y vegetación, una estampa muy curiosa.

3. Piscinas municipales

Gimnasios, centros deportivos y recintos públicos

¿Quieres un baño y listos? Ni vistas, ni postureo, ni ‘selfies’, simplemente un chapuzón refrescante. Entonces, coge un pase de día para las piscinas municipales. Hay opciones a patadas: en la falda de Collserola tienes Can Carelleu (Esports, 2), con piscina al aire libre y entradas a 15,14 €. En la Meridiana, el Lago de Can Dragó (Rosselló i Porcel, 7-11), la piscina más grande de la ciudad, con 15.000 metros cuadrados, y con una entrada de 9,40 €. Otra opción es el CEM Parque de la Ciutadella (paseo Circumval·lació, 1), con una piscina en su azotea, con pases de día a 17,60 €. Y en Monjtuïc están las Piscines Picornell (avenida de l'Estadi, 30-38), piscinas olímpicas con entradas a 14,18 €.

4. Piscinas en la playa

Báñate con el mar de fondo

No es tan extraño como parece. Personas a las que les gusta el mar, pero les da una pereza terrible toda la parafernalia que envuelve el ritual de ir la playa: que si luchar por un sitio en la arena contra decenas de guiris, que si acabar con más arena en la ropa que Zendaya grabando ‘Dune’, que si los días con agua sucia, que si la paranoica obsesión de que ese alga que te ha rozado es una medusa… Un sinfín de contras que hacen que entiendas por qué Ariel quería piernas para mudarse a la montaña.

La solución es simple: piscinas en primera línea de mar, para sentir que estás en la playa… pero desde la comodidad de una piscina artificial. La típica: la del Club Natació Atlètic-Barceloneta (plaza del Mar, s/n), un espacio con vistas al Mediterráneo y con entradas a 15,49 €. Otra recomendación es la zona de baños del Fòrum, un híbrido entre piscina y playa (es un espacio artificial reclamado al mar a base de volcar cemento). ¿Lo mejor de estas piscinas? Son gratis.

5. Piscinas interiores

Remójate, y sin quemarte

Otra opción: piscinas bajo techo. Ideal para echarte un bañito, sin masificación y, encima, sin que el sol moleste más de lo necesario. ¿Cómo encontrarlas? Es fácil: busca en los spas de Barcelona.

Los hay de muchos tipos. ¿Eres de los que prefiere una piscina interior bien acristalada, repleta de vistas, y que el sol toque bien fuerte? El 43 The Spa, el spa de Hotel Arts Barcelona (Marina, 19-21) es tu mejor opción. Sus vistas son famosísimas: decenas de ‘influencers’ se han pasado por aquí para retratarse frente a la panorámica de Barcelona, que es espectacular, al tratarse de la planta 43 del edificio más alto de la ciudad. Además, no hace falta estar hospedado en el hotel para remojarse, simplemente comprar alguno de sus muchos 'packs' (que van desde acceso a las piscinas, hasta tratamientos, masajes y experiencias gastronómicas).

¿Estás en tu era vampírica y prefieres una piscina interior con una luz más tenue, más relajante? Pásate por el Serena Spa en el Hotel Sir Victor (Rosselló, 265). Este spa cuenta con varios espacios, todos con una iluminación diseñada para darte paz. Destaca su piscina con hidromasaje, que está acoplada a un gran ventanal con vistas a un jardín interior y rodeada por sofás donde echarte una buena siesta mientras una luz indirecta te hace volar al Nirvana. Al igual que el del Hotel Arts, este spa cuenta con 'packs' con masajes, tratamientos y acceso a la piscina, y también está abierto a toda la ciudadanía, sin necesidad de que sean clientes del hotel.

6. Piscinas fuera de Barcelona

Una escapadita para bañarte

Si quieres huir tanto del calor como de los guiris, coge el tren y ve a las piscinas que abundan por el área metropolitana. Un clásico es el Complex Esportiu Valldoreix (Brollador, s/n, Sant Cugat), un centro deportivo con varias piscinas exteriores rodeado de la naturaleza de Collserola. Igual de boscosa es la Cooperativa d’Aigües La Floresta (Ginjoler, 6, Sant Cugat), que el 1 de julio estrena su nueva temporada de baño, y que promete agua, sol y naturaleza. Plan de domingueo perfecto.

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