Girona

Costa Brava: pueblos entre tonos turquesas

La costa de Girona es conocida por sus playas de agua cristalina, pero también por sus encantadoras villas blancas

Todas ellas combinan una belleza paisajística de escándalo, cascos antiguos de cuento y la mejor oferta gastronómica del Mediterráneo

La playa de Cadaqués

La playa de Cadaqués

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Los pueblos de la Costa Brava son un verdadero tesoro del Mediterráneo, conocidos por sus paisajes escarpados, playas de aguas cristalinas y encantadores cascos antiguos. Cada localidad posee un carácter único y una rica historia que se refleja en sus estrechas calles empedradas, antiguas fortificaciones y pintorescas casas blancas.

Tossa de Mar - El paraíso medieval de la costa catalana

Desde Frank Sinatra y Ava Gardner en la década de 1950, hasta la mega estrella surcoreana del K-pop Lyu Siah en la actualidad, son muchas las celebridades que han encontrado un refugio en esta preciosa villa medieval. Tossa de Mar, conocida como el 'paraíso azul' por Marc Chagall, es un antiguo pueblo de pescadores con un impresionante centro histórico: la Vila Vella. Este centro histórico es el único ejemplo de población medieval fortificada que aún se conserva en el litoral catalán. Dentro de sus murallas, se despliegan encantadoras callejuelas empedradas adornadas con tienditas con encanto y acogedores restaurantes. Fuera de las murallas, se extienden estampas de postal como Playa Gran, Playa Codolar y Cala de Sa Futadera, esta última de acceso complicado y mucho menos concurrida.

Cadaqués - El pueblo de veraneo por excelencia

Cadaqués es la perla de la que presume el Cap de Creus, un lugar con una luz y una magia tal que durante décadas ha servido como inspiración y base para los más grandes artistas. Aquí sentó su morada el genial Dalí junto a su mujer Gala, una casa que fue punto de peregrinaje de todos los célebres amigos de la pareja. Joan Miró, Picasso, René Magritte, Paul Éluard, Buñuel o Lorca pasearon por su bahía, el puerto natural más grande de la región, por su paseo marítimo, por su casco antiguo... Todos ellos recorrieron sus estrechas callejuelas empedradas, disfrutaron de sus cientos de casas blancas, de la iglesia de Santa María, las concurridas y pequeñísimas playas urbanas... Lugar de veraneo de las familias acomodadas de la zona a finales del siglo XIX en la actualidad Cadaqués mantiene intacta su efervescencia, su magia y ese corazón de pueblo pesquero que enamoró a Dalí.

Calella de Plafrugell - Una villa blanca de pescadores

Calella de Palafrugell es una pedanía del municipio de Palafrugell. Un punto de la comarca del Baix Empordà con carácter marinero, que ha sabido conservar su autenticidad a pesar del impacto del turismo. En los 70, Calella enamoró a un joven Joan Manuel Serrat y fue aquí donde el artista se inspiró para crear su 'Mediterráneo', todo un símbolo de la música de nuestro país. Su casco antiguo, de estrechas calles en las que se levantan casitas tradicionales de paredes blancas y teja roja, acaba regalando al visitante la más bella estampa de la Playa de Port Bo y sus fotografiadísimoss portales, conocidos como les Voltes. Una deliciosa opción es disfrutar de la panorámica del pueblo desde las alturas, más concretamente desde la Punta dels Burricaires, uno de los tantos miradores que salpican el Cami de Ronda.

Tamariu - Un paisaje de postal, tradición y belleza

Cadaqués es pintura y surrealismo, Tamariu es cante y folclore. Hasta esta pedanía perteneciente al municipio de Palafrugell llegaron, allá por los 60, la Chunga, Carmen Amaya y Joan Manuel Serrat, entre otros, para ofrecer algunos de sus primeros bolos. Si nos remontamos aún más atrás en su historia, descubrimos un asentamiento que solo se utilizaba para guardar las barcas y aparejos de los pescadores de la zona. Hasta principios del siglo XX no se levantaron las primeras casas, dando lugar al pequeñísimo casco antiguo, hoy, con numerosas opciones de restauración y ocio. Tamariu es, por tanto, una opción ideal para disfrutar de un día de playa en familia o con amigos. Con su encanto auténtico y sus aguas cristalinas, invita a explorar rincones vírgenes y a vivir experiencias inolvidables en la Costa Brava.