Abre en Barcelona el primer zoo y safari de realidad aumentada

Cuidado: se divisan elefantes en el Montnegre. Y lobos. Y osos pardos. Y hasta una estampida de ñus. Pero tranquilo, no corras a llamar a los Agents Rurals, que estos animales no te atacarán. Son todos virtuales, los habitantes de Meta Park, el primer zoo de realidad aumentada y mixta en Europa, que esta semana ha abierto sus puertas tras dos años de trabajo.

Se vende como el primer parque temático educacional de realidad aumentada. Aquí los animales habitan el metaverso, sí, ahí donde a Tamara Falcó le pusieron los cuernos. Pero no solo es un espacio recreativo, sino que quiere ser una alternativa a los zoos tradicionales, redefiniendo su papel ético y educativo y ofreciendo un espacio “que ni hace daño a los animales, ni los tiene en cautividad”, cuenta David González, CEO del proyecto.

Además, garantiza, el valor educativo del ‘tour’ digital está igual de avalado que el del zoo. No te imagines Meta Park como un Port Aventura donde venir a jugar con animales virtuales como si fuesen Pokémon. El proceso de creación de todo el recorrido educativo ha sido conducido por biólogos, veterinarios y científicos de la UAB y la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA). Aquí está garantizado que todo sea lo más realista posible: desde cuántos animales forman las manadas, hasta qué hábitos de vida tienen y cómo interactúan con el hábitat.

Este nuevo zoo está situado en el parque del Montnegre y el Corredor y promete ser un éxito. Las entradas de su primer fin de semana —a 22 euros cada una— se agotaron ya antes de la inauguración. Y el boca a boca funciona, porque también están arrasando con el resto de los fines de semana.

Y aunque es un nuevo espacio, quizá estás teniendo un leve ‘deja vú’. ¿No se había abierto ya uno? Se preguntará más de uno. Y con razón: lo de zoo virtual ya se anunció en 2022, con una fecha de apertura muy anterior a 2024. Pero el trabajo de detalle en cada animal atrasó el proyecto: cada especie ocupa un mes y medio de trabajo. En total, más de 50 personas trabajando durante dos años para sacar esto adelante. Una obra faraónica.

El recorrido del zoo, en total, ocupa más de 1 h y consta de tres fases. La primera, con realidad aumentada, en la cual usas una ‘tablet’ como filtro para ver animales hiperrealistas a tamaño real. Este espacio es la zona más educativa, en la cual te explicarán todo tipo de información de los animales, desde su estado de conservación hasta sus hábitos naturales.

La segunda etapa ya va con gafas de realidad mixta. Te dejan frente a tres portales de piedra, que visitas en grupos de cinco. Cada uno te lleva tres hábitats diferentes: el asiático, el africano y el ibérico. A partir de que cruzas el portal, la realidad se fusiona con el zoo, y te sumerges en un mundo salvaje. “Verás los animales actuando de forma natural: cocodrilos en el agua, estampidas, elefantes zambulléndose…”, comenta González, “tendrás todos los animales cerca de ti, a pocos metros, pero ellos no te ven, actúan con naturalidad”.

Una experiencia totalmente inmersiva, te sentirás como Jane Goodall. Eso sí, alerta: “no interactúes con los animales o se te apaga el sistema”. Una medida que te recuerda que tú eres un invitado en su hábitat, y no son tus mascotas.

La última etapa recrea la experiencia safari. Han creado un coche virtual que va anclado a uno real, para, mientras vas viendo los animales a través de las gafas, vayas notando también los traqueteos del coche. Una aventura que ni en el DeLorean.

La apuesta por este zoo virtual es fuerte. Tanto, que ya hay planeados cuatro más: uno en el Pirineo, en el Pedraforca, con animales autóctonos, otro en Girona, de dinosaurios, a lo Jurassic Park y, por último, uno en Madrid, igualito al del Montnegre.