Baños instagrameables

Las mejores playas de Catalunya para una escapada paradisíaca

A estas playas no solo vendrás a ponerte en remojo para huir de la calor. También vendrás a enamorarte de las vistas que las rodean

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Cala Aiguablava en Begur a vista de pájaro.

Cala Aiguablava en Begur a vista de pájaro.

Abel Cobos

Abel Cobos

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Ya estás fantaseando con unas vacaciones playeras como Mecano en ‘Hawaii Bombay’, pero las vacaciones de agosto quedan todavía muy lejos en el calendario. ¿Tienes ganas de pasarte todo el día tumbado en una cala paradisíaca como una ballena varada en la orilla? Hazlo sin subirte a un avión: en Catalunya hay playas perfectas para ello.

Por ejemplo, la Cala d'Aiguablava de Begur (Baix Empordà, Girona), que gracias a sus aguas cristalinas y turquesas, ha sido seleccionada por Viajes National Geographic como una de las 25 playas más representativas de España. Eso sí, “solo tiene 100 metros de longitud”, advierten. Ya sabes lo que significa eso: corre a primera hora a colocar la toalla u olvídate de tumbarte. 

Cala de Aiguablava, en Begur. 

Cala de Aiguablava, en Begur. / DANNY CAMINAL

Otra playa que se ha colado en el top 25 español es la Cala Pola, a 4 kilómetros de Tossa de Mar. Los artífices de la lista lo justifican defendiendo la calidad de su agua pero, también, la belleza de los paisajes que la envuelven. Es la definición prototípica de cala de la Costa Brava: arena gruesa, rodeada de rocas y enmarcada en precipicios escarpados llenos de pinos. 

Pero a las playas no solo se viene a bañar. National Geographic, en otra de sus listas, destaca dos con mucho atractivo para dar un paseo. Son la Cala sa Tuna, en Begur, y Les Casetes del Garraf, en cuyas arenas y rocas todavía se alzan joyitas ancladas en el tiempo: las antiguas casas de pescadores que poblaban todo el litoral catalán. 

Las casitas del pueblo de Garraf

Las casitas del pueblo de Garraf / ÀLEX RECOLONS / ACN

Una última recomendación, esta en el extremo sur de Catalunya: el delta del Ebro. Tiene muchísimas playas, y todas extremadamente recomendables. Aparecen en mil guías -incluso en prestigiosos ránkngs de revistas de viaje-, y con razón. La playa del Trabucador es posiblemente la más emblemática: un pequeño trozo de tierra rodeado de mar a ambos lados que te hará sentirte atrapado en medio de la nada, a lo ‘Lost’.

Vista aérea de una zona costera del delta del Ebro.

Vista aérea de una zona costera del delta del Ebro. / CLAIRE LOUIS

La zona interior de la playa cuenta con poquísima profundidad, así que tendrás que adentrarte muchísimo para que empiece a cubrir. Un lugar muy divertido para bañarte, pero también para posturear. Un bañito aquí va acompañado de muchísimo metraje carne de ‘influencer’. ¿Cómo redondear la visita al delta? Comiéndote un buen arroz, por supuesto.