Escapadas verdes

Los rincones naturales más bonitos cerca de Barcelona

¿Estás menos en forma que Flubber? No pasa nada: tú también tienes derecho a disfrutar del senderismo. Cinco ‘must’ para los domingueros con ganas de un (fácil) paseíto montañero  

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Una de las casas del árbol del Xalet de Prades.  

Una de las casas del árbol del Xalet de Prades.   / Xalet de Prades

Abel Cobos

Abel Cobos

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En cuanto huele a verano, tu cuerpo tiene más ganas de una escapadita a la montaña que los Borbones al golfo pérsico. ¿Buscas recomendaciones aptas para domingueros? Catalunya está llena de rutas senderistas tan fáciles que hasta Carmen Borrego las completaría sin sacar la lengua. Aquí tienes una lista con rincones verdes aptos para todos los públicos.

1. Pineda de Can Camins

El bosque que solo abre 10 veces al año

Probablemente, el bosque con más seguridad de Catalunya. Una pineda protegida en todo su perímetro. Ni Taylor Swift goza de tal privilegio. Se trata de la pineda de Can Camins (carretera de la Platja, km 4,63, El Prat de Llobregat), un paisaje más mediterráneo que los anuncios de Estrella Damm. Eso sí, tan delicado que el acceso libre está vetado.

Uno de los senderos de la Pineda de Can Camins

Uno de los senderos de la Pineda de Can Camins / Ajuntament del Prat de Llobregat

¿La única forma de visitarlo? Toca apuntarse a uno de los tours gratuitos que organizan solamente diez veces al año, el primer domingo de cada mes, excepto en julio y agosto. Muy pocas oportunidades, sí, pero estás de suerte, porque este domingo, 2 de junio, estará abierto. Y ya no habrá más puertas abiertas hasta septiembre.

Recomendación: estate ahí a primera hora de la mañana. Las visitas empiezan a las 11 h, no se pueden reservar con antelación, y solo se admiten a los 25 primeros en llegar al centro de información turística Porta del Delta, frente a la entrada de la pineda. Un bosque más exclusivo que el palco del Barça.


2. Montañas de Prades

Duerme en una casa del árbol

¿Buscando escapadas originales? Una noche aquí y Barcelona te quedará más lejos que a Íñigo Errejón. Son las casas en los árboles del Xalet de Prades (Riu Brugent 16, Prades, Tarragona), un hotel de madera construido en las copas de los árboles para pasar una noche como un activista anti-tala de los 60 atado a una secuoya.

Bosque de pinos en la Serra de Prades.

Bosque de pinos en la Serra de Prades. / Joan Puig Pasqual

Es el plan perfecto para un fin de semana. Puedes usar como base este hotel sostenible (se venden como turismo rural, con habitaciones ‘ecofriendly’, productos kilómetro cero y un largo etcétera que se resume en turismo rural sin emisiones), y desde aquí hacer excursiones de día. Las hay a puñados. Recomendaciones: la ruta hacia el monasterio de Santa Maria de Poblet (Patrimonio de la Humanidad), la ermita rocosa de l’Abellera, las piscinas naturales de los Gorgs de la Febró y Toll de l’olla, o las ruinas del pueblo fantasma de la Mussara.

Iglús de las estrellas en el Xalet de Prades

Iglús de las estrellas en el Xalet de Prades / Xalet de Prades

Además, el Xalet, está situado en un espacio natural protegido, así que promete unas vistas nocturnas llenas de estrellas. Por eso, a la oferta de casas en árbol, se suman los hoteles burbuja, espacios con cúpula de cristal para dormirse contando estrellas en vez de ovejas.


3. El Bages

Montserrat y el Enotren, el tren del vino

Suena a topicazo, pero si es un clásico es por algo. Es Montserrat, el complejo montañoso más icónico de Catalunya. La única montaña que probablemente todos tus conocidos hayan visitado. Un rincón de turisteo que cuenta con más guiris anuales que la comisaria de los Mossos del Raval.

Pero no es lo único que destaca de la zona. De hecho, el Bages (la comarca donde se enmarca la parte alta de Montserrat) esconde muchísimos rincones y planes naturales, un lugar perfecto para un viaje rural con el que escapar de las notificaciones de tu móvil como Shakira hace con las de Hacienda.

Estación del Aeri de Montserrat, en el tramo de vía única entre Olesa de Montserrat y Manresa

Estación del Aeri de Montserrat, en el tramo entre Olesa de Montserrat y Manresa. / FGC

Para ello, compagina la visita a la montaña de la Moreneta con una paseo con el Enotren, que recorre a través de diversos itinerarios toda la riqueza del Pla de Bages, desde sus pueblos hasta sus paisajes y, sobre todo, sus bodegas con DO. Una ruta para pasar unas vacaciones a lo Massiel.


4. Collserola – Les Planes

Cascada y barbacoa

Este es un plan para llenarte el domingo. Apunta, que tiene de todo: agua, riachuelos, mucho verde, una buena barbacoa y en Collserola, al ladito Barcelona. Es en Les Planes, en medio de Collserola y accesible con FGC, que cuenta con uno de los merenderos más populares de la sierra y está en la intersección de rutas muy interesantes.

El salto de agua de Molins de Rei, cerca de Can Planes, tras las lluvias.

El salto de agua de Molins de Rei, cerca de Can Planes, tras las lluvias. / Enric Llinares (@sherpadecollserola)

Por ejemplo, la que sale de Molins de Rei siguiendo la Riera de Vallvidrera (o Rierada), en cuyo tramo se puede divisar un pequeño salto de agua. Tras las lluvias de mayo, la cascada cuenta con una cantidad más que decente de agua, y los bosques que la rodean están verdes y llenos de vida. Un paseo muy agradable.

¿Sugerencia? No vayas en coche. Ve al principio de la ruta en tren, y luego vuélvete en FGC. En total serán unas tres horas de caminata, y si acabáis muy cansados, el banquete valdrá la pena. Eso sí, preparaos para acabar chorreando por la espalda cargando la carne y bebidas.


5. Vall de Boí

Del MNAC a la montaña

Si no has estado, ya estás tardando en ir a la Vall de Boí. Este impresionante valle lleno de románico (sí, las obras más emblemáticas del MNAC salen de aquí) es accesible, además de en coche, en bus. Así que no tienes excusa aunque no dispongas de vehículo propio.

La iglesia de Sant Climent de Taüll, en la Vall de Bohí.

La iglesia de Sant Climent de Taüll, en la Vall de Bohí. / EPC

De aquí destaca su naturaleza envidiable y su arquitectura única. Hay muchas rutas para conocer el valle a fondo, dependiendo de tu nivel. En WikiLoc, la Wikipedia de los senderistas, las tienes todas documentadas, incluyendo la dificultad, el desnivel y el paso a paso. Una joyita imprescindible en el Pirineo catalán con todo tipo de actividades, como senderismo, rutas con ríos, hípica y turismo cultural de su patrimonio.


6. Parque natural del Garraf

Una ruta con vistas

Un clásico del senderismo veraniego: las rutas costeras. Cerca de Barcelona está el parque natural del Garraf, una superficie boscosa con más subidas y bajadas que el precio de las Bitcoins. Entre sus precipicios, rocas escarpadas, pinedas y pistas forestales hay muchos puntos de interés cultural que hacen destacar el parque por encima de otras sierras costeras similares.

Una ruta muy popular en Instagram -con miles de publicaciones en su ‘tag’ de ubicación- es la que conecta Sitges y Garraf. Como puntos destacables están el mirador del Puig de Sant Antoni, que cuenta con una fotografiadísima vista panorámica de la ciudad de Sitges y toda su costa, y la ermita de la Trinitat, un peculiar templo que cuenta con una fachada de roca con formas abstractas que recuerdan a las que dibuja el mar en las rocas.

El monasterio budista del Garraf, un pequeño Tíbet cerca de BCN.

El monasterio budista del Garraf, un pequeño Tíbet cerca de BCN. / EPC

Otra ruta que corona el parque natural es la que lleva al Monasterio del Garraf. Eso sí, aquí no te imagines el típico complejo eclesiástico con crucifijos y retablos. Este monasterio es budista. Un punto de pregrinación para los practicantes de la religión que cuenta con jardines, simbología y arquitectura budista. Una rara avis en medio de un paisaje típicamente catalán. 

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