¿De fiesta en un probador discoteca? Así son las tiendas más virales de Barcelona

“¿Fiesta en un probador?”. Hace meses que la pregunta viral circula por redes. “El probador discoteca”, lo llaman. Y sí, es poner un pie aquí y te sale de golpe el Froilán que llevas dentro. Ideal para los que tienen cinco minutos para reflexionar en vez de cinco días. Es lo que dura la sesión discotequera exprés entre perchas. Tiene todo lo que un adolescente puede desear: mil espejos, luces de neón, música a elegir según tu estado de ánimo y soporte para el móvil. “Para qué ir a la disco –se comenta ya por TikTok- cuando puedes ir al H&M”.

Se ha convertido en el destino estrella de peregrinaje tiktokero en Barcelona. Son los dos probadores interactivos del H&M de paseo de Gràcia, 11. “Social Fitting Rooms”, los llama la marca. Solo hay que preguntar por "LOS probadores". El guardia de seguridad ya indica el primer piso con deje rutinario: “¿Para TikTok?”. No hay ‘influencer’ que no haya puesto morritos con el logo luminoso de fondo y cara de flipe. Cada tarde se llena de colas, móvil en mano. Hasta vienen turistas expresamente a probarlos. (Es la única tienda de H&M que los tiene). “Y va a más”, dan fe dos empleados con cara de paciencia. Ahora mismo parece que están montando ahí dentro una despedida de soltero que ni las de ‘Resacón en Las Vegas’. Acaba de entrar una panda de 6 chicos entre risitas nerviosas. “Pues toda la tarde así”, resoplan. 

Ni que vinieras a robar. Las puertas tienen anchura de cámara acorazada. Entras con el mismo sigilo que si fueras del clan de Ocean's Eleven y acabas más desinhibido que Almeida en su boda. “¿Cuál es tu estado de ánimo hoy?”, te pregunta una pantalla nada más entrar. Hay cinco ‘moods’ a elegir. Todo el mundo elige “fiesta”, claro. Haces clic y el probador pasa a formato discoteca: música bailable, lucecitas de neón que van cambiando de color y mil espejos a los que disparar ráfagas de móvil como si no hubiera un mañana. En redes ya la llaman “la experiencia del probador”. Mezcla adrenalina discotequera y ambiente íntimo de confesionario. Hasta Feijóo se arrancaría aquí a bailar la de 'Pedro, Pedro, Pedro' de la Carrà.

Hay quien viene “a darse besos”, les han dicho. Hay quien trae a bailar a su madre como si estuviera en La Paloma. Al final tuvieron que dejar de ejercer de probadores, las colas eran interminables. Ahora dan 5 minutos de margen para posturear, lo que dura la mini sesión disco. “Esto es una fantasía”, repiten los tiktokeros con resoplidos de fan. Ya hay casi tantos vídeos de los probadores que memes de Pedro Sánchez. Millones de visualizaciones. 

Es lo que se lleva ahora: ir de tiendas virales. Últimamente parece que se invierte menos tiempo en el 'shopping' que en posturear. Se multiplican las paradas con selfie entre compra y compra. El Massimo Dutti de paseo de Gràcia (nº 96) esconde un patio con vistas a La Pedrera. Rituals (nº 6) incluye un spa inmersivo. La nueva tienda de Adidas (en el nº 4) tiene probadores con ambiente interactivo y sesiones de dj una vez al mes.

A estas alturas virales, hasta puedes acabar gritando en plan montaña rusa al ir a pagar: hay toboganes en el Sephora de Pelai, 13, el Desigual de plaza de Catalunya, 9 y en Pangea (Rambla de Catalunya, 23). 

¿Que apetece un Tetris? El Lefties del Portal de l’Àngel (nº 22) tiene seis maquinitas Arcade a las que jugar sin gastar un euro. Algunos tiktokeros ya las incluyen entre los“planazos gratis” de Barcelona. “Hay gente que viene, juega y se va”, se encogen de hombros un par de empleados. Se enganchan más los padres que los hijos. Son juegos retro que ponen la nostalgia de punta: del Tetris al Pac-Man. “A última hora no hay manera de echarlos”.  

Otra meca tiktokera es Ssstufff (Duc, 7). Parece un súper de barrio, pero sus cajas de detergente están llenas de ropa. Todo muy instagrameable. Venden camisetas interactivas, hasta con olores. ¿Que no encuentras los probadores? Busca dos neveras industriales. 

El súper de Barcelona cuyo frigorífico es un probador

El famoso pasillo de Zara

Hace años que es carnaza de selfies: “El famoso pasillo de Zara”, lo rebautizaron en redes. Ahí sigue aguantando el tipo viral entre el hormigueo de quinceañeras con móvil. No pasa de moda, no. “Vienen solo a eso”, resoplaba una empleada esta misma semana. “Están ahí media hora”. 

Hay que buscarlo en el Zara de paseo de Grácia, 16, justo en la acera de enfrente del H&M de los probadores-discoteca. Hay que seguir recto hasta llegar a las escaleras, está justo a la izquierda. Una rampa blanca, zigzageante, un tanto hipnótica, sí. Pasaba desapercibida hasta que se convirtió en “un pasillo oculto” por arte de TikTok. Ya es un secreto a voces. Hay vídeos con miles de visualizaciones. 

“Interrumpen mucho el paso –menea la cabeza otra empleada-. Se pasan ahí la vida. Y no deja de ser una rampa para carritos y sillas de ruedas”. El pasillo supuestamente secreto es el que se usa para evitar las escaleras. “Alguna vez no hemos podido pasar nosotros con la mercancía”, cuentan. “Se ha convertido en una atracción”, se encogen de hombros. “Y mira que lleva años”. Son los milagros de TikTok.

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