Restaurantes por todo lo alto

Dónde comer muy bien en Barcelona con vistas panorámicas al Mediterráneo

Agosto desde las alturas y al amparo de una buena mesa. Buenos arroces con vistas al mar de 360 grados

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Cócteles del Boadas y platos de Suculent en el 'rooftop' del hotel Duquesa Suites.

Cócteles del Boadas y platos de Suculent en el 'rooftop' del hotel Duquesa Suites. / Facundo Ruiz

Òscar Broc

Òscar Broc

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Te gusta la playa, sí, pero siempre en la distancia. Comprensible. El litoral barcelonés, en agosto, mejor vivirlo desde las alturas, al amparo de una buena mesa, protegido de las ráfagas de reguetón y las salpicaduras de sudor de jugadores de voley. 

El combo “buenas vistas-buenos arroces” es patrimonio de un clasicazo que nunca baja la guardia. La Terraza Martínez (Carretera de Miramar, 38) reina desde el Olimpo barcelonés, ofreciendo a sus acólitos una panorámica del litoral que quita el hipo. En las alturas de Montjuic, con una terraza imperial orientada al puerto, la Martínez te exige que te despojes del reloj y respires hondo.

Los arroces son el gancho, los preparan con pulso de cirujano y les salen morrocotudos. El de la casa es espectacular y del Senyoret no falla nunca. Si tienes un problema de adicción al socarrat, lo único que conseguirás aquí es acrecentarlo, aunque tampoco faltan los caldosos. Y si no eres arrocero, que reine la calma: su apartado de carnes a la brasa es de campeonato. 

Si quieres disfrutar de la Barceloneta desde el cielo y no renunciar a la buena mandanga, Torre de Alta Mar (Paseo de Joan Borbó, 88) es el refugio elevado que buscas. Las vistas de 360 grados que ofrece este espacio hiperromántico te permitirán disfrutar de una foto fija del mar y el espinazo de la Barceloneta. Una panorámica que gana muchos enteros gracias a una carta que es un joyero de cocina mediterránea con apuntes de autor muy sensatos. Me cuentan que los platos con más tirón son la coca con burrata y tomates confitados, el arroz de gamba y el rodaballo a la brasa con agua de Lourdes. Platos que, en las alturas de la legendaria Torre de Sant Sebastià, adquieren tonalidades épicas.

También en el eterno restaurante Barceloneta (Escar, 22), encontrarás la fórmula perfecta. Servicio increíble, cocina marinera y mediterránea de altísimos vuelos, y unas vistas al puerto que son para chuparse los dedos. Tocan los arroces, pescados y mariscos con la delicadeza del pie izquierdo de Messi. Infalibles.  

Y no podemos pasar por alto una de las grandes novedades de este verano. Es la terraza Boadas, situada en el rooftop del hotel Duquesa Suites (plaça de Correus, 5), y con unas vistas vertiginosas de Port Vell y del gran azul mediterráneo. En este espacio es imposible perder. Por un lado, tienes los cócteles del Boadas, el bar más legendario de Barcelona -siempre impecables, señoriales-, y por el otro, tienes los bocados veraniegos de un maestro de la cocina, ni más ni menos que Tonet Romero, capo del restaurante Suculent. Para tardeos imposibles.