Los bocadillos que lo petan en Gràcia: el mejor choripán de Barcelona se come aquí

Dicen que la milanesa napolitana es el plato favorito de Leo Messi, pero estoy convencido de que por su panza divina han pasado también ingentes cantidades de choripán. Este bocadillo sacro en Argentina da nombre a un nuevo espacio ‘street food’ en Gràcia, que dará que hablar: Choripa (Travessera de Gràcia, 202B). Lo conducen cocineros que han estado en los mejores fogones del mundo y han decidido escapar de los rigores de la alta cocina. Todo lo que comes lo hacen ellos, y parece que se están divirtiendo como niños. 

Su salto al abismo en busca de libertad es una bocadillería amarilla, rabiosamente callejera, con un horno de brasas incorporado que se revela fundamental. Su bandera es el bocadillo de chorizo criollo, una pieza de Duroc cuidadosamente construida a mano, con una salsa chimichurri casera que está para relamerse hasta las puntas del mostacho. Es un torpedo de sabor envuelto en pan de fabricación propia. La pieza de carne es excepcional, y te deja un rastro de humo que te acompañará hasta que te desmayes de placer. Lo remato con las Fokin Fritas, unas patatas delgadas y crujientes, con mayonesa picante de kimchi y setas shiitake encurtidas. Buah. 

Y hay más. Sanguchito de vacío, bocadillo de pastrami, incluso una opción vegana en formato kebab... Todos se quedan en el tintero, como para no volver. No obstante, hay un detalle que me derrite el cerebro y no me resisto probar. Es la Xola Cola, una bebida de cola que, siguiendo la filosofía ‘do it yourself’ de la casa, hacen también ellos.

Si no se te va la pelota, la relación calidad-precio es muy satisfactoria. El choripán te sale por 8,95 €. Añades unas fritas básicas (3,5 €), una cola de la casa (3€) y dulce de leche de postre (4,5 €) y, por menos de 20 pavos, sales de ahí más victorioso que Maradona después de destrozar a los ingleses con la mano de Dios. 

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