En el Born de Barcelona

Descubre la pizza 'in teglia' romana que te volará la cabeza en Barcelona

En pizzería Fel·la hay bandejas rectangulares con apetitosas porciones que hacen que la gente se quede embobada ante el cristal

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Una pizza de Fel·la, en Barcelona.

Una pizza de Fel·la, en Barcelona. / MoneoMoneo

Òscar Broc

Òscar Broc

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Me pierdo por el Born, presa de un mareo perruno cortesía de la canícula. Voy dando tumbos, con unas manchas de sudor que enorgullecerían a José Antonio Camacho. Busco un refugio en el que pueda comer rápido y bien, algo que me devuelva al mundo de los vivos y, ya que estamos, que no sea una trampa para turistas. Las ondas caloríficas distorsionan mi visión, quizás es un espejismo, pero diría que eso es un escaparate lleno de pizzas al corte. Vaya pintaza. Para allá que voy. 

La pizzería se llama Fel·la (C/Sant Pere Més Baix, 69) y ocupa un pequeño espacio que dispone de algunas mesas en sus profundidades. Impresiona el mostrador, el lugar donde descansan sus pizzas ‘in teglia’ al estilo romano; un ejército de bandejas rectangulares con apetitosas porciones de pizza que hacen que la gente se quede embobada ante el cristal. Cuento más de 10 variedades. Y veo un 'calzone' y una 'fugazzeta' romana que me reservo para futuras visitas; es mi primera vez y tiraré de básicos.

Cuando recupero el aliento, pido una Mortazza, un rectángulo semi-erótico con burrata, nieve de pistacho y finas lonchas de mortadela. Ñam, ñam, ñam. En segundos desaparece del plato. La pizza es tan liviana que no me siento lleno. De modo que vuelvo al mostrador con la lengua fuera cual chucho agonizante y pido, exijo, una Margherita Lenta. 

Se me olvidan todos los problemas. La masa es alveolada, ligera, alta, crujiente, colosal. Se nota una fermentación larga, aquí hay mucho amor y paciencia. Porque la salsa de tomate también está trabajadísima. Una locura. Tan golosa que deja al queso como el último de la fila. Creo que es la mejor pizza romana que me he zampado. Y que explote el termómetro.