Los 'hot spots' del verano: descubre las nuevas terrazas que han abierto en Barcelona

Son restaurantes nuevos, recién estrenados, y además incorporan un elemento básico para sobrevivir en esta Barcelona que parece la selva colombiana: todos tienen terraza. No es fácil que tres factores como novedad, terraza y buena mesa se conjuguen, pero para eso estamos, para que te comas el verano a pie de calle, en placitas, en los 'rooftops' más exclusivos o al lado de la playa. Si te quedas en Barcelona estos días, haz que parezcan unas vacaciones. 

1. La mar de bien

Vamos a la playa

Casa Costa (Baluard, 124) es la reactivación de un espacio histórico de la Barceloneta que lleva varias generaciones sirviendo cocina marinera. Los resucitadores no han querido adaptarlo al turista, más bien es el turista quien tendrá que adaptarse a una carta que apela al público local con platos de temporada reconocibles, con raíces en la gastronomía catalana costera. Renuncian a las paellas y apuestan fuerte por el pescado (magnífica esa lubina), tapas y platillos de calidad (gambas de cristal con huevos fritos) y algún mar y montaña de entidad (peus de porc con gamba). Y la carta se mueve, veo que acaban de incorporar una ensalada con stracciatella y melocotón, muy apetecible estos días de calor. Además, el restaurante tiene un activo de valor incalculable: una espaciosa y animada terraza con vistas a la playa, desde la que podrás saborear el salitre, si inspiras con ganas. Tú pones el jolgorio, para todo lo demás: Casa Costa.  

2. Kebabs a cuchillo

Street good 

Lleva el sello de calidad los hermanos Alam, artífices de Achaar Bar o The Fish & Chips Shop, y ha sido uno de los primeros en advertir la llegada de los kebabs gourmet a Barcelona, una tendencia que está a punto de estallar. En esta casa se facturan los mejores kebabs que servidor ha masticado en Barcelona. Además, Bien Kebab (Sant Gervasi de Cassoles, 43) cuenta con una pequeña y cotizada terraza en la placita de Frederic Soler, que es un regalo para el alma; tres mesas al aire libre desde las que ves llegar la mandanga en pan de pita o en formato durum.

Preparan los pinchos de carne a diario y te ponen tres salsas (tahini, yogur y picante) en la mesa para que embadurnes el bicho tu gusto. El kebab de pollo de corral es una fiesta; los pedacitos de muslo y contramuslo están para morirse. Para el de ternera, utilizan una deliciosa carne de Girona, madurada durante cuatro semanas. Otro 'hit' a sumar en una carta en la que también hay un hummus antológico, una golosísima berenjena rebozada con crema de feta, y unas patatas con carne que te ponen los pelos de punta. Prohibido utilizar cubiertos: aquí has venido a pringar, nunca peor dicho.  

3. Bocadillos fantasbulosos

A dos manos

Su bocadillo de milanesa rivaliza seriamente con el del Bar Roma. Cada bocado es un pequeño orgasmo. La carne es de black angus y está para ponerle varios pisos. Pan de brioche, tomate, lechuga y una mahonesa de kimchi muy juguetona como entourage de la pieza cárnica: bum.

De los mismos productores del restaurante La Brillantina llega ahora Bar Fábula (Rda. General Mitre, 243), una trinchera del placer ubicada en el Putxet que se apoya en la ‘finger food’ de calidad. Los bocadillos triunfan. Pruebo el de panceta con calabacín en miso, manzana y delicioso pan de cristal tostadito, y alguna lagrimilla cae en el plato. Vibro con su croqueta de pollo braseado y su magnífica rusa con pan planchado. Y todo te lo puedes empujar en su cómoda terraza, una trinchera que te hará olvidar que estás en la ronda General Mitre. Si hay ganas de gresca por la mañana, abre para desayunos. 

4. Cocinas de BCN

Maremagno gastro

Hay que aplaudir la gallardía de Time Out Market (Moll d’Espanya, 5). Tiene mérito su intento de poner en valor la restauración barcelonesa en un territorio tan abandonado hasta ahora como el Maremagnum. Una misión que ha ejecutado en modo épico: 5.250 metros cuadrados para que 14 cocinas de calidad y otras propuestas líquidas consolidadas en Barcelona hagan su magia a orillas del Mediterráneo. Poca broma, disfrutar de las carnes de Darvaza, los arroces de Can Ros, el ceviche de Rías Kru o las pizzas de La Balmesina en un espacio comunitario, con una megaterraza circundante con vistas al puerto, es un privilegio y un motivo de peso para que los locales reconquistemos territorio comanche. ¡A las armas!  

5. De Boadas al cielo

Tragos y bocados

Si el cóctel fuera una religión, Boadas sería la Basílica de San Pedro. Pues bien, la basílica del bebercio ha cogido el ascensor y ha llegado hasta el rooftop del hotel Duquesa Suites (plaza Antonio López, 5), en Port Vell. La Terraza Boadas es el órdago que la mejor coctelería de Barcelona le lanza al verano. La propuesta se alargará hasta octubre y se sostiene en dos pilares: los cócteles con sello 'boadesco' y una carta de bocados veraniegos elaborada por Toni Romero, chef y propietario del magnífico restaurante Suculent. En esta terraza elevada encontrarás ostras, paté de mejillones, vitello tonnato, ceviche, embutidos y otras lindezas para esquivar los rigores de la canícula. Y con unas vistas de Port Vell que provocan desprendimientos de mandíbula.

6. Pinche moderno

Margaritas en el cielo

Este pop-up estará abierto hasta el final del verano y es un caramelito para los reyes del postureo: Mexicana Rooftop Bar. Está en el rooftop del The Social Hub (Cristobal de Moura, 49), tiene piscina y un look moderno, y se decanta por el 'feeling' mexicano. Los cócteles de Marc Álvarez (Sips) son tragos frescos y coloristas en los que predomina el tequila y el mezcal: me gusta mucho el Margarita Pozol, con toques de maíz.

Los bocados corren a cargo del chef Adam Rawson: caprichos mexicanos para matar el hambre con estilo -excelentes tostadas de gamba roja, sorprendente ensaladilla mexicana- y disfrutar de las vistas aéreas de Barcelona con la panza en estado de jovialidad picosa.

7. Mar y montaña

Marisco fresco 

En este novísimo restaurante se juegan todas las fichas al producto. ¿Su especialidad? El marisco, el pescado y la cocina de toda la vida. En Casa Anita en París (París, 175) se derrochan toneladas de amor en cada propuesta: la gamba roja de Palamós, pura crema. La ostra francesa: tierna, extraordinaria. Una tortilla abierta de bacalao que bordea la perfección. Unos ‘canyuts’ del Delta de llorar.

Por supuesto, Anita dispone de una cómoda terraza en la calle París, protegida del fragor urbano, el mirador perfecto para pedir un fricandó, un brioche de calamares o unos caracoles a la pimienta. Modo avión obligatorio.  

7. Tapas efectivas

Tortilla a la fresca

Sin hacer ruido, las tapas y platillos del nuevo Bar Remedios (Muntaner, 212) se han colado entre los más deseados de Barcelona. Los focos se centran en la jugosa tortilla de patatas (lo mejor de la carta), la rusa, el steak tartar, las croquetas o el rabo de toro, best-sellers escritos con paciencia y buena letra que pueden disfrutarse en su terraza en la calle Muntaner. Pon un cartel de No Molestar en la mesa, por si las moscas.

Suscríbete para seguir leyendo