Dónde comprar los mejores dulces de Navidad de Barcelona

Las luces navideñas están encendidas. Hace días que el árbol parpadea en el salón de casa. Se abre la veda. Ya has silenciado a tu nutricionista en Whatsapp. Sabes que se vienen cositas. Y esas cositas se llaman dulces navideños. Llevas un año entero conteniéndote para darlo todo en estas fechas. Te espera una ingesta continuada y sin prisioneros de turrones, mazapanes, polvorones, panettones, pandoros, y lo que la Navidad disponga. Solo ante el azúcar, sin miedo. Tienes una misión y piensas cumplirla a rajatabla: recorrer las mejores pastelerías de Barcelona y llevarte a casa el botín navideño más preciado. Los mejores dulces se preparan en estas trincheras, soldado. Acuérdate de dejar los renos atados en la puerta.  

1. Abeto comestible

Imaginación y calidad

Es una de las creaciones navideñas más cuquis que servidor ha tenido entre manos. Se trata de un abeto de chocolate que te hipnotiza desde las estanterías de la pastelería Hofmann. Difícil competir contra una joya pastelera hecha con almendra garrapiñada bañada en chocolate negro, trozos de naranja confitada y azúcar a modo de nieve. Si no te basta con esta maravilla de la ingeniería repostera, siempre podrás recurrir al delicioso panettone de la casa o a sus turrones premium: el de pistacho y el de café te convertirán en el héroe de los postres y te reconciliarán con tu cuñado. / Flassaders, 44. hofmannpasteleria.com

2. Christmas lab

Navidades creativas

La exquisita pastelería de Eric Ortuño y Ximena Pastor es uno de los laboratorios más innovadores de Barcelona y así lo confirma su listado de pastelería y bollería navideña, uno de los más atrevidos y completos de la ciudad. Ha ganado el premio al mejor panettone de chocolate de España del año, y sabes que no podrás salir de la tienda sin uno. Para colmo, se suma a la labor solidaria de la Fundación Elena Barraquer a través de la iniciativa del panettone solidario, es decir una parte de las ventas se destinará a sufragar operaciones de oftalmología. Pero ahí no se queda la tormenta de felicidad navideña. En L’Atelier encontrarás pasteles individuales de autor con motivos navideños, pandoros, turrones artesanales de diseño y locuras como el tió comestible con masa de panettone y cobertura hiperrealista de madera hecha con gianduja y avellana, el asombroso tronco de la casa o el cruasán cónico con forma de Papá Noel. Después del catálogo de juguetes de El Corte Inglés, nada le hará más ilusión a tu retoño. / Viladomat, 140 bis. latelierbarcelona.com

3. Historia con azúcar

Navidad clásica

Desde finales del siglo XIX haciendo felices a incontables barceloneses (y turistas). El turrón de yema tostada de La Colmena es ya una tradición. Y muy viva. De hecho, le acaban de conceder el premio al mejor turrón artesano de yema de España de 2022. Merecido reconocimiento para uno de los paraísos del dulce clásico made in Catalonia. Si ya tienes una edad, entrar en esta pastelería te devolverá a tu tierna infancia, cuando ibas los domingos con tus abuelos a comprar pasteles y caramelos artesanales envueltos a mano. No te faltará de nada: marron glacé, bombones, cerditos de mazapán, pastelitos antiguos (el búlgaro es un viaje en el tiempo) y piezas únicas como las encasadas, un dulce barcelonés de requesón que está a punto de desaparecer, pero todavía puede encontrarse en sus apetecibles vitrinas. En mi casa dicen que la Navidad no empieza hasta que vas a La Colmena a llenar tu bolsa de golosinas. En mi casa saben de lo que hablan. / Plaza del Àngel, 12. pastisserialacolmena.com

4. ¡Hola, bikittone!

Oficio + creatividad

Acaban de colgar el anuncio en su cuenta de Instagram y a uno se le hace la boca cataratas. La resucitada pastelería Brunells no tiene suficiente con sus árboles de Navidad, reyes magos y monedas comestibles, y acaba de extraer del saco rojo otro regalo navideño que quita el sentido. Es el 'bikittone', es decir, dos lonchas de su extraordinario panettone artesanal planchadas, con jamón York y queso fundido dentro. No lo vayas diciendo por ahí, que como se entere el bueno de Santa Claus se quedan sin existencias. / Princesa, 22. brunells.barcelona

5. Jijona 100%

Turrón, turrón

Si eres barcelonés y no has comprado nunca turrones en Planelles Donat, seguramente vives en otro planeta. Vuelve por unos días a la Tierra, acércate a esta casa histórica en el Portal de l’Àngel y verás lo que es un turrón de Jijona artesanal de verdad. Tampoco se quedan atrás las otras variedades: el de Alicante nunca falta en la mesa de mis padres y, para los más molones de la familia, hay uno de pistacho sensacional. Necesitarás pedirte la mañana libre en el curro para poder abarcarlo todo. Porque en Planelles Donat encontrarás también almendras rellenas de turrón, polvorones home made, mazapanes delicadísimos y unas peladillas y almendras garrapiñadas que parecen importadas de un cuento navideño de Roald Dahl. Visita obligadísima. / Portal de l’Àngel, 7, 25 y 27. Cucurulla, 9. www.planellesdonat.com

6. Mochis navideños

Santa Claus nipón

Si los dulces navideños tradicionales te provocan menos excitación que el manual de instrucciones de un lavaplatos, siempre te quedará Niji y su catálogo de mochis de autor. Vale, de acuerdo, este dulce glutinoso asiático nada tiene que ver con nuestros polvorones y mazapanes, pero puede funcionar perfectamente como un salvavidas en las incontables comidas familiares que te esperan. El mochi Ferrero, por ejemplo, es un artefacto navideño que seducirá a todo quisqui, incluso a los radicales del turrón. Aprieta los dientes, porque te espera una mousse de avellana y chocolate, con una avellana en el centro y cobertura de chocolate crujiente en el exterior. Y hay más mochis navideños: el de cava y el de turrón son los juguetes que le pedirás a Santa Claus. ¿Para bajarlo todo? Mochi de Baileys y a dormir la siesta al lado de la abuela en el sofá. / Rambla de Catalunya, 31. niji.es

7. Rincón del turrón

Navidad en Xixona

Creada en 1908, esta empresa familiar no necesita que nadie le dé lecciones, pocos santuarios tratan el turrón con tanta delicadeza y dedicación. Su diminuta tienda en la calle Cucurulla se ha convertido en una imagen icónica del centro barcelonés, aunque el producto se trabaja con un pie en Xixona. El tiempo se detiene en Casa Colomina para que puedas perderte en su colección de turrones artesanales. Dos sabores destacan por encima del resto: jijona y yema tostada, los buques insignia de un catálogo de pecados navideños en el que hay cabida para las inevitables almendras garrapiñadas, peladillas o piñones dulces. Por no hablar de las tortas imperiales, uno de mis manjares favoritos de la casa; me consta que cuando Santa Claus les hace una visita se lleva varios sacos llenos. / Cucurulla, 2. casacolomina.es

8. Polvorón inolvidable

Navidad desde 1890

Irás a La Campana y te reconciliarás con el polvorón, ese gran incomprendido de la Navidad. En esta tienda histórica presumen de su polvorón artesanal, premiado por el prestigioso International Taste Institute este año. Está riquísimo. Tanto como sus otras especialidades. Las neulas son un vicio (especialmente las de chocolate), pero también se salen con los turrones, especialmente con el de yema, una de las vacas sagradas de esta veterana escudería. ¿Que tu yerno es un moderno? Calma, que para él también hay polvorones veganos: no tendrá excusa para saltárselos.¿Que en casa os va el hardcore navideño? El pan de Cádiz –piezas de mazapán con fruta confitada– es la droga que buscas. / Princesa, 36. lacampanadesde1890.com

9. Navidad completa

Lista ganadora

The Bakers es siempre un seguro de vida cuando hablamos de repostería para fechas señaladas. El pastelero Pol Torres es un culo inquieto y para cada festividad tiene siempre preparada una batería de novedades que hacen salivar a sus numerosos fieles. Atención al chorreo: turrón de Baileys con chocolate blanco tostado; tronco de praliné de avellanas con limón, crujiente de neula y base de bizcocho; pastel individual de turrón de Jijona con mandarina y 'crumble' de almendras; abetos de chocolate con almendras… Si hasta se ha inventado un cruasán especial para estas fechas con tatin de manzana y canela. Necesitarás varias Navidades para probarlo todo. / Padilla, 168. www.thebakers.es

10. Tradición barcelonesa

Neulas y emparedados

Desde 1929 dando cobijo a golosos y bon vivants, Mauri es una de esas pastelerías históricas que en Navidad brillan todavía con más fuerza. Ir a Mauri a proveerse de dulces navideños –y de paso de alguno de sus legendarios sandwiches– es toda una tradición para muchos barceloneses. La casa borda los turrones, por supuesto, especialmente los trufados. Y sus neulas artesanales seguramente ganarían un premio si existiera alguno en su categoría. Hazte también con su tocino de mazapán y fruta confitada, y pregunta por el tronco de San Silvestre o las míticas cestas de Navidad: volverás a casa más cargado que el asistente de Kim Kardashian. / Rambla de Catalunya, 102. www.pasteleriasmauri.com

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