Solo para atrevidos

Saltar en tándem desde 4.000 metros de altura y a una velocidad vertiginosa puede ser una de las experiencias que jamás olvidaremos en la vida. Hacerlo sobre la bahía de Roses, en Empuriabrava, es muy fácil. Solo tenemos que ponernos en manos –y nunca mejor dicho– de los profesionales de Skydive Empuriabrava, la zona de salto en paracaídas más buscada a nivel internacional. Solo quién lo ha probado alguna vez puede dar fe que se trata la experiencia que más se aproxima al vuelo que puede hacer un pájaro. Una experiencia y una aventura para todos los sentidos.

Quien finalmente se atreva debe saber que una avioneta nos elevará hasta los 4.000 metros de altura en compañía de instructores y profesionales que nos ayudaran y acompañarán en el salto. Los promotores de esta actividad prometen que, aparte del espectacular salto, se puede disfrutar de las mejores vistas sobre esta zona del Empordà. «Te elevarás con uno de nuestros pilotos altamente experimentados desde Skydive Empuriabrava. Inmediatamente podrás disfrutar de una primera impresión, las vistas únicas de nuestra bella Venecia de Catalunya, Empuriabrava. A continuación, disfrutarás de las vistas de las aguas claras del mar Mediterráneo, seguirás la costa de la Costa Brava, incluyendo la bahía de Roses, el cabo de Creus, Cadaqués, las ruinas de Empúries, L’Escala, las islas Medes y el cabo de Begur. Incluso puedes elegir tu opción de ruta preferida». Qué más se puede pedir.

Evidentemente, para todo existe una primera vez y un primer día. Si no hemos saltado nunca nos tranquilizan desde el centro de saltos con las siguientes palabras. «Todos los que practicamos el paracaidismo estuvimos ahí, como tú. Temblorosos y emocionados. Entre la duda y las ganas. Entre el miedo y el atrevimiento. Y dijimos sí». En el primer salto en paracaídas te acompañará un instructor profesional con miles de saltos de experiencia en su haber, te explicará en qué consiste el salto en tándem y te dará unas sencillas instrucciones. 

Luego, la avioneta llegará a los 4.000 metros y saltaréis. Caída libre hasta llegar a los 1.500 metros, el instructor abrirá el paracaídas y, a partir de ese momento, cinco minutos para volar y contemplar el espectacular paisaje que nos brinda el cabo de Creus y la bahía de Roses. Al llegar al suelo, tocaremos de nuevo la tierra con la seguridad que algún día lo repetiremos.... si somos atrevidos.