La lucha por el control de ERC

La lucha por el control de ERC

Por Quim Bertomeu

No hay mayor pegamento para tener a un partido unido que el de disponer de poder en las instituciones. ERC, en la última década, lo ha tenido como nunca antes en sus 93 años de historia. Poder en la Generalitat, en las diputaciones, en los ayuntamientos, en el Parlament y en el Congreso. Sin embargo, en el último año, ha retrocedido en todos los frentes y, tras el batacazo en las elecciones catalanas, perderá la presidencia de la Generalitat. Esta derrota electoral ha abierto una lucha interna por el control del partido que enfrenta a una facción liderada por el presidente de la formación, Oriol Junqueras, y a otra liderada por la secretaria general, Marta Rovira. Junqueras y Rovira han sido el tándem que ha liderado ERC en los últimos 13 años y que, además, la han llevado a la cima. Ahora, están enfrentados.

La batalla se decidirá en un congreso del partido el próximo 30 de noviembre. Estos son los principales nombres que se disputarán el control de ERC:

Pere Aragonès

Tras la debacle electoral, el president de la Generalitat y candidato a las elecciones anunció que dejaba la primera línea política por los malos resultados. Esa decisión, que buscaba apaciguar los ánimos y aplazar el combate interno hasta después de las elecciones europeas del 9 de junio, acabó abriendo la caja de los truenos. En seguida se formaron dos frentes. Uno liderado por Rovira, que aplaudió que este era el camino y propuso una renovación completa de liderazgos. Otro, encabezado por Junqueras, que, en cambio, defendió que él quería seguir para liderar la reconstrucción del partido. El combate que se quería evitar estaba servido.

Marta Rovira

La secretaria general, conocida internamente como la 'jefa', reside en Suiza desde 2018 para evitar la cárcel por su participación en el 1-O. Su posición es que ella y Junqueras deben irse para hacer una "transición tranquila" a otros liderazgos. Pese a la distancia, ha tejido muchas complicidades en la organización. Tantas, que podría decirse que el poder orgánico, ahora mismo, está de su parte. Está por ver si, la militancia, también.

Sus personas de confianza

En esta batalla será importante saber quién está en cada lado. Rovira cuenta con grandes apoyos en la ejecutiva y en el Parlament. Por ejemplo, Marta Vilalta y Josep Maria Jové, que tienen un gran peso interno y, a la vez, tendrán escaño en la nueva legislatura. También dispone del favor de otros dirigentes como Marta Vilaret, que ha sido clave en la negociación de la amnistía. Además, tiene un pie en el Congreso con las diputadas Teresa Jordà y Pilar Vallugera.

Llegan con Aragonès

Aunque Aragonès deje la primera línea de la política, en esta batalla aparece al lado de Rovira y arrastra con él a numerosos nombres del Govern. Por ejemplo, el de la vicepresidenta, Laura Vilagrà, y el viceconseller, Sergi Sabrià. También a la consellera de Territori, Ester Capella, y al conseller de Empresa, Roger Torrent. Uno de los retos del sector de Rovira es encontrar una cara que quiera liderar esta facción y que se enfrente a Junqueras en el congreso. Torrent, en el pasado, ambicionó ser candidato a la Generalitat.

✔️ Las fortalezas de este grupo

Como Rovira ya ha dicho que dejará su cargo en otoño y Aragonès se marcha de la política, la principal fortaleza de este sector es reivindicarse como la renovación que se necesita para hacer remontar el partido del batacazo electoral. Con este mensaje intentará seducir a las bases y defender que hay que pasar página del 'junquerismo' para abrir una nueva etapa. Además, cuenta con mayor control sobre la estructura de la organización que la otra facción.

Las debilidades de este grupo

El principal problema que tiene este sector es que no dispone de un líder visible que se enfrente a Junqueras. Ese será el primer reto: encontrarlo. Además, cuesta saber si calará su mensaje de renovación porque todos sus miembros están relacionados de alguna forma u otra con la derrota electoral de las catalanas. Unos, porque han ayudado a pilotar el partido todo este tiempo. Otros, porque formaban parte del Govern. Sus oponentes explotarán estos argumentos.

Oriol Junqueras

El líder de ERC defiende que merece seguir al frente del partido y, cuando se aplique la amnistía, también ser el próximo candidato a la Generalitat. Su argumento es que sus casi cuatro años en prisión por el 1-O no le dejaron ejercer con plenitud el cargo y ahora se siente con "fuerzas" para coger el timón. No tiene el poder orgánico que tiene Rovira, pero está convencido que sí cuenta con el favor de la militancia.

Sus personas de confianza

Aunque a priori no cuenta con el mismo poder orgánico a su favor, tiene apoyos notorios. Por ejemplo, el del líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. También tiene algún refuerzo proveniente del Govern, como el del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena. En la ejecutiva cuenta con nombres destacados como el del exconseller Juli Fernández, Oriol López, Santi Valls y Pau Morales. El de Morales es un puntal estratégico por su condición de secretario de Organización.

✔️ Las fortalezas de este grupo

La gran baza de este grupo es el liderazgo carismático de Junqueras que no dudará en contraponer con el de Aragonès. Presentará a una persona que ha estado cuatro años en la cárcel y que ahora busca la oportunidad que le quitaron las condenas por el 1-O. Además, intentará desvincularse de las elecciones del 12-M con el argumento de que Junqueras no ha estado en el Govern y recordará que ya sacó a ERC del pozo en 2011.

Las debilidades de este grupo

Reivindicar la figura de Junqueras puede ser un arma de doble filo porque sus detractores lo presentarán como un líder quemado. Tanto porque está peleado con una parte del partido, como porque pertenece a la generación de líderes de los momentos álgidos del 'procés' (2017) que deberían dejar paso. Por ahora, además, su facción no tiene ningún liderazgo femenino destacado que presentar ante la militancia.

Pere Aragonès

Tras la debacle electoral, el president de la Generalitat y candidato a las elecciones anunció que dejaba la primera línea política por los malos resultados. Esa decisión, que buscaba apaciguar los ánimos y aplazar el combate interno hasta después de las elecciones europeas del 9 de junio, acabó abriendo la caja de los truenos. En seguida se formaron dos frentes. Uno liderado por Rovira, que aplaudió que este era el camino y propuso una renovación completa de liderazgos. Otro encabezado por Junqueras que, en cambio, defendió que él quería seguir para liderar la reconstrucción del partido. El combate que se quería evitar estaba servido.

Marta Rovira

La secretaria general, conocida internamente como la 'jefa', reside en Suiza desde 2018 para evitar la cárcel por su participación en el 1-O. Su posición es que ella y Junqueras deben irse para hacer una "transición tranquila" a otros liderazgos. Pese a la distancia, ha tejido muchas complicidades en la organización. Tantas, que podría decirse que el poder orgánico, ahora mismo, está de su parte. Está por ver si, la militancia, también.

Sus personas de confianza

En esta batalla será importante saber quién está en cada lado. Rovira cuenta con grandes apoyos en la ejecutiva y en el Parlament. Por ejemplo, Marta Vilalta y Josep Maria Jové, que tienen un gran peso interno y, a la vez, tendrán escaño en la nueva legislatura. También dispone del favor de otros dirigentes como Marta Vilaret, que ha sido clave en la negociación de la amnistía. Además, tiene un pie en el Congreso con las diputadas Teresa Jordà y Pilar Vallugera.

Llegan con Aragonès

Aunque Aragonès deje la primera línea de la política, en esta batalla aparece al lado de Rovira y arrastra con él a numerosos nombres del Govern. Por ejemplo, el de la vicepresidenta, Laura Vilagrà, y el viceconseller, Sergi Sabrià. También a la consellera de Territori, Ester Capella, y al conseller de Empresa, Roger Torrent. Uno de los retos del sector de Rovira es encontrar una cara que quiera liderar esta facción y que se enfrente a Junqueras en el congreso. Torrent, en el pasado, ambicionó ser candidato a la Generalitat.

✔️ Las fortalezas de este grupo

Como Rovira ya ha dicho que dejará su cargo en otoño y Aragonès se marcha de la política, la principal fortaleza de este sector es reivindicarse como la renovación que se necesita para hacer remontar el partido del batacazo electoral. Con este mensaje intentarán seducir a las bases y defender que hay que pasar página del 'junquerismo' para abrir una nueva etapa. Además, cuentan con mayor control sobre la estructura de la organización que la otra facción.

Las debilidades de este grupo

El principal problema que tiene este sector es que no dispone de un líder visible que se enfrente a Junqueras. Ese será el primer reto: encontrarlo. Además, cuesta saber si calará su mensaje de renovación porque todos sus miembros están relacionados de alguna forma u otra con la derrota electoral de las catalanas. Unos, porque han ayudado a pilotar el partido todo este tiempo. Otros, porque formaban parte del Govern. Sus oponentes explotarán estos argumentos.

Oriol Junqueras

El líder de ERC defiende que merece seguir al frente del partido y, cuando se aplique la amnistía, también ser el próximo candidato a la Generalitat. Su argumento es que sus casi cuatro años en prisión por el 1-O no le dejaron ejercer con plenitud el cargo y ahora se siente con "fuerzas" para coger el timón. No tiene el poder orgánico que tiene Rovira, pero está convencido que sí cuenta con el favor de la militancia.

Sus personas de confianza

Aunque a priori no cuenta con el mismo poder orgánico a su favor, tiene apoyos notorios. Por ejemplo, el del líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. También tiene algún refuerzo proveniente del Govern, como el del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena. En la ejecutiva cuenta con nombres destacados como el del exconseller Juli Fernández, Oriol López, Santi Valls y Pau Morales. El de Morales es un puntal estratégico por su condición de secretario de Organización.

✔️ Las fortalezas de este grupo

La gran baza de este grupo es el liderazgo carismático de Junqueras que no dudarán en contraponer con el de Aragonès. Presentarán a una persona que ha estado cuatro años en la cárcel y que ahora busca la oportunidad que le quitaron las condenas por el 1-O. Además, intentarán desvincularse de las elecciones del 12-M con el argumento de que Junqueras no ha estado en el Govern y recordarán que ya sacó a ERC del pozo en 2011.

Las debilidades de este grupo

Reivindicar la figura de Junqueras puede ser un arma de doble filo porque sus detractores lo presentarán como un líder quemado. Tanto porque está peleado con una parte del partido, como porque pertenece a la generación de líderes de los momentos álgidos del 'procés' (2017) que deberían dejar paso. Por ahora, además, su facción no tiene ningún liderazgo femenino destacado que presentar ante la militancia.

Ahora el desenlace está en manos de los militantes del partido. En el congreso de noviembre deberán escoger entre una facción u otra. Una militancia que en los últimos 13 años ha dado un apoyo incondicional al tándem Junqueras-Rovira. El problema es que ahora, por primera vez, deberán escoger entre el 'junquerismo' o el 'rovirismo'.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos: Quim Bertomeu
Infografías: Francisco J. Moya
Diseño: David Jiménez
Coordinación: Rafa Julve