Luís Llach: "Me sabe mal haber llamado fascista a Illa; es parafascista"

Lluís Llach (Girona, 1948) vivirá este 11 de septiembre su primera Diada como presidente de la ANC. El independentismo llega a la cita completamente debilitado institucionalmente y con la máxima división interna, a pesar de que las entidades se han conjurado para mostrar unidad. El cantautor, que cogió las riendas de la organización en junio, después de un primer intento fallido por las pugnas internas, se muestra muy crítico con el PSC, pero también con ERC.

Es la primera Diada sin un president independentista en 14 años. ¿Ha terminado el 'procés'?

No, esto nos motiva más para seguir. [El 'procés'] lo imaginamos corto, porque pensábamos que el Estado aceptaría un proceso de autodeterminación desde el pacifismo tras 40 años de democracia. Demostró que no, así que será más largo.

Pero, hay un antes y un después: ya no hay mayoría independentista en el Parlament.

En 2019 hubo un antes y un después. Lo de ahora es consecuencia de la represión. Es el exilio y la cárcel lo que provoca la división del movimiento. Entonces empiezan los egos y la lucha por la hegemonía.

¿No había división antes de 2017?

No, en 2017 yo estaba allí. Después del 1 de octubre empiezan algunas divisiones, pero no solo entre Junts y ERC, también dentro de algunos partidos. La actitud de Oriol Junqueras no fue la de Marta Rovira. Pero hay una diferencia entre independentismo institucional y social. No conozco ningún independentista que lo haya dejado de ser. Ha dejado de votar.

La actitud de Oriol Junqueras en 2017 no fue la de Marta Rovira

Las cifras de manifestantes tampoco tienen nada que ver.

Todo este desbarajuste puede influir, pero la bajada fuerte empieza con el covid. Hay más motivos que nunca para ir a la manifestación. Hay un problema de supervivencia nacional. Y esto después de dos gobiernos independentistas. No se ha hecho bien.

Si el independentismo de partido no se repiensa, se ha acabado. O se renueva, o saldrán cuartas y quintas listas electorales

Junts, ERC y la CUP están reinventándose. También la ANC prevé renovar su estrategia.

Quiero diferenciarlo. Si el independentismo de partido no se repiensa, se ha acabado. O se renueva o saldrán cuartas o quintas listas hasta sustituirlos. El nuevo secretariado de la ANC debe definir su camino.

¿Y cuál debe ser?

Queremos una nación fuerte, con unas estructuras fuertes para no llegar a la independencia con un empobrecimiento que lo ponga más difícil. Debemos decidir si aceptamos la desobediencia civil o aún tenemos dudas.

¿En qué sentido?

Rosa Parks. Desobedeciendo aquellas leyes que pueden ser mejoradas. O, por ejemplo, la ANC puede crear un cuerpo jurídico para que las denuncias por no ser atendido en catalán no queden en un cajón.

Ya se han hecho campañas de 'consumo estratégico' o insumisión fiscal.

La de 'consumo estratégico' no salió porque se cometió el error de hacerlo desde la ANC. Si se hubiera hecho desde el Consell de República, los tribunales no hubieran sido tan efectivos.

GUÍA | Todos los detalles de manifestación independentista de la Diada 2024

El anterior secretariado apostaba por la declaración unilateral de independencia (DUI). ¿Cuál es su propuesta?

No tenemos la fórmula mágica, por eso queremos una hoja de ruta. Como principio, estamos de acuerdo en todo lo que debilite la influencia de España en Catalunya. Yo voté la DUI y fui uno de los diputados que se indignó y lloró cuando vio que no se aplicaría.

¿Deben renovarse los liderazgos independentistas?

Sí, una renovación total, de todos.

¿Incluye a Puigdemont?

No es un liderazgo cualquiera. Más allá de lo que sea de Junts, haga lo que haga, es un president en el exilio por haber defendido la autodeterminación. Hay opciones políticas que no se dan cuenta de la importancia histórica que tiene esto.

No me gustaría que Puigdemont fuera presidente de Junts, pero tienen que hacer lo que crea conveniente

Está encima de la mesa que Puigdemont recupere el liderazgo orgánico de Junts.

A mí no me gustaría, pero tiene que hacer lo que crea conveniente.

Hablando de renovación: usted era diputado en 2017.

Yo no me he presentado a ningunas elecciones más. Estoy en una entidad.

La ANC dijo que no apoyaría el regreso de Puigdemont si tenía una sombra de partidismo. ¿No fue así?

Había hasta gente de ERC. Evidentemente, beneficia a Junts, pero es un president de la Generalitat. Beneficia a la dignidad de la institución.

¿Qué sentido político tuvo?

Es un president en el exilio, recién elegido en unas elecciones, que quiere llegar al Parlament amparado por una ley de amnistía que los jueces no quieren aplicarle. Esto en Europa ha dejado desconcertado hasta a Hungría. Quienes está fuera de ley son Eduard Sallent y Joan Ignasi Elena.

¿No se dañó la imagen de los Mossos?

El problema es de los Mossos. Hicieron la burrada de querer detenerlo para tener la foto y el mérito de llevarlo a Madrid.

Los Mossos hicieron un número de exhibición. Lo que están fuera de la ley son Elena y Sallent

Pero estaban actuando como policía judicial.

Podrían haber actuado después del Parlament, porque allí ya no había escapatoria. Fue un número de exhibición. Elena hubiera sido feliz diciéndole a Fernando Grande-Marlaska que lo detuvo por sus méritos y Sallent, recibiendo todas las felicitaciones de la Guardia Civil.

¿Da por rotos los puentes con ERC?

Con los independentistas, si lo son y lo practican, no romperé ningún puente. Independentista es aquel que actúa como tal. Rovira derribó hasta las columnas de los puentes. ERC se tiene que aclarar y decir qué quiere ser. Entonces, actuaremos en consecuencia. Seguramente tienen sentimientos independentistas, pero, colectivamente, no han actuado como tal.

Dijo que el president Salvador Illa es fascista. ¿Lo mantiene?

Parafascista o pseudofascista. Si puse fascista me sabe mal, no era necesario. Ha ido a manifestaciones pseudofascista. Dice Bajo Llobregat y que el 155 tenía que aplicarse antes. Para mí es un parafascista.