Apuntes políticos de la semana

Feijóo, bajo la espada de Ayuso y pendiente de Trump

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Pilar Santos

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Alberto Núñez Feijóo ha empezado el curso político viendo cómo Pedro Sánchez toma la iniciativa con una agenda internacional intensa, con un viaje a varios países africanos y otro a China este fin de semana, y con una incómoda ronda de reuniones en la Moncloa que pone al PP en un aprieto. El presidente del Gobierno anunció el miércoles que convocará a todos los presidentes de las comunidades (los populares tienen 12 de las 17) a un cara a cara en el que parece inevitable hablar de financiación autonómica y de condonación de deuda, algo que puede romper la unidad que quiere mostrar Feijóo en este asunto. 

El congreso del PP

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha recomendado a sus compañeros que no acudan a esas reuniones en la Moncloa si antes Sánchez no convoca una Conferencia de Presidentes en la que todos hablen de financiación autonómica. Cuando ella lo dijo, ya sabía que Feijóo había dado vía libre a los barones para que hagan lo que consideren oportuno.

La dirigente madrileña llevaba meses con perfil bajo. Meses en los que Génova ha vivido algo más tranquila sin tener que calmar aguas ni esquivar los dardos lanzados desde la Puerta del Sol. Desde que el 12 de marzo se conocieran los problemas fiscales y judiciales de su pareja, Alberto González Amador, Ayuso había relajado su exposición mediática. Ni siquiera se atrevió a alzar la voz cuando Feijóo –en la muestra de autoridad más potente que ha tenido como líder del partido– decidió pactar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), algo que ella rechazaba. 

EL PERIÓDICO DE CATALUNYA reveló este martes que el fin de semana hubo varias llamadas de altos cargos del PP con el objetivo de analizar la opción de convocar un congreso ordinario a principios de 2025 para que Feijóo sea elegido por aclamación (otra vez: ya fue así en el cónclave extraordinario de hace dos años). Solo 48 horas después, salió Ayuso rechazando las reuniones en la Moncloa. “Ha sido su manera de decirle al jefe que ahí sigue ella”, opina un barón. “Ojalá convoque pronto el congreso para callar bocas”, apunta un vetarano parlamentario. Parece que Ayuso tiene alguna cosa en común con Sánchez: cuando están un poco tocados dan un zarpazo y vuelven a la carga.

El PP no celebra ningún congreso ordinario desde 2017 y los estatutos detallan que deberían ser cada cuatro años. Un portavoz oficial del partido dice que Feijóo considera que toca en 2026 (cuenta el extraordinario de 2022) y no quiere ninguno antes. Siempre es un riesgo que te muevan la silla, que se lo digan a Mariano Rajoy en 2008 con Esperanza Aguirre, la dirigente madrileña con la que le tocó driblar a él...

Sánchez y su divide y vencerás

Este choque interno en el PP ha sido promovido por el presidente del Gobierno, al comunicar que convocará uno a uno a los dirigentes autonómicos en la Moncloa. El secretario general del PSOE trata de desviar el foco de sus propios problemas internos por la “financiación singular” a Catalunya y lo ha vuelto a conseguir gracias a Ayuso.  

Estos meses atrás, en el principal partido de la oposición nadie quería hablar de la financiación autonómica. “Nosotros no vamos a abrir este melón siempre dificilísimo. Es al Gobierno al que le toca esa misión por mucho que nosotros presidamos 12 comunidades autónomas”, aseguraba en abril uno de los consejeros económicos de Feijóo. Ahora, sin embargo, la necesidad de que ERC apoyara la investidura de Salvador Illa, ha llevado al presidente del Gobierno a empezar la negociación (de nuevo, como históricamente ha ocurrido siempr.e) con esa comunidad autónoma y ha aprovechado esa coyuntura para tratar de dividir al PP. “A mí me da pena que Sánchez caiga en ese error con los independentistas: ¿qué España quiere hacer? ¿Quiere que las dos comunidades autónomas más ricas [Euskadi y Catalunya] no ayuden al resto del país?”, se pregunta ahora ese consejero económico. 

Las elecciones de EEUU

Para decidir si el PP debe convocar un congreso ordinario o no, varios altos cargos consultados consideran que, tensiones internas aparte, hay que tener en cuenta también el desenlace de las elecciones de EEUU, el 5 de noviembre. En el caso de que gane el republicano Donald Trump, los populares deberán analizar, apunta un miembro de la cúpula, si es “recomendable” presentarse como “un partido serio y tradicional en un congreso” si hay que competir con los ultraderechistas de Vox y la formación de Alvise Pérez (que lidera Se acabó la fiesta, con tres eurodiputados). Sin embargo, si vence Kamala Harris, que ha logrado un gran impulso en la convención demócrata (lo más parecido a lo que sería un congreso para Feijóo), el cónclave podría ser “una catapulta” para el conservador. Los estatutos señalan que la convocatoria de un cónclave nacional debe hacerse con dos meses de margen como mínimo.

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