Nombramiento de Illa

Núria Marín, exalcaldesa de L'Hospitalet, será la nueva delegada de la Generalitat en Madrid

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La senadora del PSC y exalcaldesa de L'Hospitalet Núria Marín, en un acto electoral

La senadora del PSC y exalcaldesa de L'Hospitalet Núria Marín, en un acto electoral / FERRAN NADEU

Júlia Regué
Sara González
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La exalcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat Núria Marín será la nueva delegada de la Generalitat en Madrid. El Consell Executiu aprobará este martes el nombramiento, según han avanzado a EL PERIÓDICO fuentes conocedoras. Marín cedió la vara de mando municipal el pasado 15 de junio después de 16 años al frente de la segunda ciudad de Catalunya y se mantuvo como senadora del PSC, además de vicepresidenta del partido que lidera Salvador Illa. Sustituirá en el cargo al exdiputado de ERC Joan Capdevila, que ha estado un año como delegado del Govern en Madrid.

Marín (L'Hospitalet de Llobregat, 1963) es concejal en el consistorio de su ciudad desde 1995. Vecina del barrio de la Torrassa, asumió la alcaldía en el año 2008, cuando Celestino Corbacho fue nombrado Ministro de Trabajo del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Con más de cuatro décadas de militancia en el PSC y fogueada desde las juventudes, el reto de Marín fue librarse de la sombra y la fiscalización de su antecesor, con quien la relación fue compleja desde el principio del relevo y con quien acabó rompiendo todo vínculo.

De hecho, Corbacho, que gobernó durante 14 años l'Hospitalet con mayoría absoluta, se distanció de los socialistas hasta tal punto de renunciar a la militancia y enrolarse en las filas de Ciutadans. Fue concejal en Barcelona durante tres años tras las municipales de 2019 con Manuel Valls como cabeza de lista. Precisamente en esos comicios fue cuando Marín logró, tras 11 años de mandato, su primera -y única- mayoría absoluta, aunque la supremacía socialista ha sido indiscutible en una ciudad que es un bastión histórico del PSC.

A nivel interno, Marín ha sido un tótem del socialismo catalán, pero también una dirigente bien relacionada con Ferraz. Fue una incondicional de Miquel Iceta en los siete años que llevó la batuta del partido como 'primer secretari' y formó parte de la ejecutiva que Pedro Sánchez configuró tras recuperar el liderazgo del PSOE en 2016. Su nombre ha estado en quinielas de ministrables y en estos momentos es una de las mandamases socialistas que mantiene buenas relaciones con la cúpula de Junts, que no cuestionó la alianza en la Diputación ni en los momentos en que Marín estuvo en el ojo del huracán judicial. Por contra, ERC se enzarzó en un cuerpo a cuerpo con ella mientras estuvo vigente su investigación penal en el caso de presunta corrupción del Consell Esportiu.

Sin embargo, en las retinas de los independentistas quedó también marcado cómo plantó cara a agentes de la Policía Nacional durante las cargas del 1 de octubre de 2017 a las puertas del instituto Can Vilumara. "Dejad tranquilos a los vecinos", llegó a gritarles. Ella fue una de las dirigentes que durante aquel convulso otoño mantuvo interlocución tanto con Carles Puigdemont como con Mariano Rajoy, Pedro Sánchez o la Casa Real. Su ancla siempre estuvo en l'Hospitalet, pero las relaciones cultivadas con el sello de la proximidad, que explican también su longeva ascendencia socialista, siempre han ido mucho más allá.