Cónclave pendiente

El PPC aparca la celebración de su congreso y se centra en "liderar" la oposición a Illa

Alejandro Fernández hace ruta por las direcciones provinciales del PP mientras el partido dilata su congreso

El PP defiende que el concierto económico no es posible sin reformar la Constitución: "Con 68 'síes' no puede cambiar la forma del Estado"

Alejandro Fernández, presidente del PPC, se dirige al atril en el pleno de investidura de Salvador Illa.

Alejandro Fernández, presidente del PPC, se dirige al atril en el pleno de investidura de Salvador Illa. / Jordi Otix

Gisela Boada

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El PP empieza el nuevo curso político con una prioridad clara: marcar un perfil fuerte en la oposición del nuevo Govern socialista tras haberse afianzado como cuarta fuerza política en el Parlament. Tras ocho años asumiendo un papel prácticamente residual en la política catalana -sacaron cuatro y tres escaños en las elecciones de 2017 y 2021 respectivamente-, los 15 diputados actuales sitúan al partido de nuevo en una posición importante a la hora de fiscalizar al nuevo Ejecutivo monocolor de Salvador Illa.

"Vamos a ejercer una oposición real y sin tutelas, somos el único partido que lo puede garantizar", afirma una fuente autorizada del partido. El hecho de que Illa gobierne en solitario y que ninguno de sus socios preferentes -ERC y Comuns- que hicieron posible su investidura haya entrado al Govern, deja a la bancada de la oposición al resto de partidos. Los de Jéssica Albiach no descartan entrar al Palau de la Generalitat, y los republicanos y Junts son "socios" de Pedro Sánchez en el Gobierno. Este es el principal argumento que sostienen desde el partido popular para considerar que serán ellos los "únicos" que pueden marcar y "liderar" una "dura" oposición durante esta legislatura: "No debemos nada a nadie", remachan desde el PPC.

El crecimiento del partido en Catalunya ha obligado a la formación a reestructurar también su organización interna en el hemiciclo: "Es un grupo heterogéneo, trabajamos para crear buenas dinámicas de trabajo durante este mandato", señalan voces populares. El actual grupo parlamentario asume perfiles muy diversos, con apuestas jóvenes, nuevas caras recuperadas del terreno municipal y personalidades de confianza del partido. De los tres diputados de la pasada legislatura solo repite el presidente del PPC, Alejandro Fernández, ya que Lorena Roldán, que fue la portavoz en el pasado mandato y que antes había sido diputada bajo las siglas de Cs, dejará su escaño para ser la senadora autonómica del PPC.

Un congreso con dos años de retraso

Más allá de los cambios visibles en el Parlament, el PPC tiene pendiente celebrar su congreso desde otoño del 2022. Un asunto que seguirá en el tintero, ya que desde el partido sostienen que no está previsto que se lleve a cabo el proceso congresual este año, pese a que la idea inicial era que el cónclave tuviera lugar después de verano, con el nuevo Govern en marcha. "Tras los buenos resultados, ahora queremos centrarnos en trabajar para hacer oposición, lo otro puede esperar", justifican voces internas del PPC.

Los cambios en la cúpula popular en Génova -la entrada de Alberto Núñez Feijóo tras la salida convulsa de Pablo Casado- y las diferentes citas electorales en estos dos años han ido aplazando un congreso que será decisivo para despejar la incógnita sobre si Fernández seguirá presidiendo o no el partido y cuáles serán las nuevas caras visibles de la formación en Catalunya.

La relación de Fernández y Feijóo

La relación entre Feijóo y Fernández ha ido tensándose desde la llegada del líder nacional a la presidencia. Primero, Fernández rechazó la propuesta del partido de ir a las listas del Congreso en las elecciones generales de 2023, algo que podía leerse como una "oferta" de salida del presidente del partido autonómico. Pero si algo marcó un antes y un después para ensanchar las distancias entre él y la dirección nacional fue su posicionamiento contrario a la reunión que mantuvo Feijóo con los posconvergentes tras esas elecciones, en busca de apoyos para su fallida investidura. "Junts sí es mi rival. Que alguien me diga de qué hay que 'hablar' con ellos", publicó en X. Un mensaje contundente que dejó claro que las estrategias entre los líderes divergían y que el líder en Catalunya no estaba dispuesto a asumir acercamientos con el independentismo.

Lo que siguió este episodio acabó de materializar las discrepancias. Las dudas y el tardío anuncio de Fernández como candidato a las elecciones catalanas por parte de Feijóo provocó un revuelo que trató de sofocarse con el gran protagonismo que tuvo el líder del PP nacional en toda la campaña catalana, pilotada por una persona de máxima confianza: Dolors Montserrat. El dirigente popular hizo acto de presencia en casi una decena de mítines al lado de Fernández, y ambos procuraron mostrar que estaban en plena "sintonía" en público.

Los buenos resultados cosechados tras el 12 de mayo suponen un buen motivo para que Fernández se presente a la reelección como jefe de filas en este cónclave todavía sin fecha. En el partido saben que tarde o temprano llegará el momento, "forma parte de la vida orgánica del partido", apuntan.

Pero su celebración amenaza con desestabilizar una formación que acaba de recuperarse tras una complicada década en Catalunya. Feijóo deberá decidir si el actual presidente del PPC es su elección, si opta por elevar otro nombre en su lugar o si se mantiene al margen. Nadie en el PP tiene prisa para marcar un día en el calendario. "No es ninguna urgencia", zanjan desde el partido.

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